(PD).- A pocas semanas de que concluya su fusión con British Airways, Iberia y su colectivo de pilotos siguen enfrascados en la negociación del VII Convenio Colectivo con un punto básico de discordia que en teoría quedó cerrado el 22 de enero, pero que sin embargo ha vuelto a reabrirse: el futuro de los pilotos que cumplen 60 años.
El texto preacordado recoge cuatro opciones distintas partiendo de la voluntariedad de los comandantes sexagenarios: continuar en activo al 100%, al 50%, pasar a la reserva o formar parte del expediente de regulación de empleo puesto en marcha. Según los pilotos, el punto de discordia reside en que Iberia se niega a provisionar el fondo de pensiones de aquellos pilotos que opten por acogerse al expediente.
La empresa niega categóricamente este extremo y aduce presiones del Sepla para aparcar este tema durante un periodo de cinco años.
El sindicato, además, asegura que el miércoles pasado recibió el visto bueno personal del presidente de la aerolínea, Fernando Conte, que horas más tarde fue revocado por el director general de la compañía, Enrique Donaire.
