«¿Te acuerdas de cuando volábamos en ´´business´´?». De prosperar finalmente la iniciativa que estudia la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) de suprimir la clase ejecutiva en los vuelos de corto y medio alcance, esta pregunta llegaría a convertirse en la coletilla más recurrente de los directivos europeos.
Esta opción fue puesta sobre la mesa en la última reunión de la patronal -que aglutina a 230 aerolíneas y el 93% del tráfico internacional- como una «medida de choque» para intentar cortar la sangría de costes que supone el mantenimiento de un servicio con elevados gastos y cada vez menos demanda.