Cuna de la civilización occidental

La Antigua Grecia… y nuestros orígenes

El año 776 a.C., con la celebración de los primeros Juegos Olímpicos, marca el inicio de la Antigua Grecia, cuna de la civilización occidental.

Las migraciones de dorios, jonios, aqueos y eolios en torno al 1000 a.C. suelen ser consideradas como los primeros antecedentes de la cultura griega.

Aunque ya existían poblaciones humanas en la Península del Peloponeso, estos pueblos sentaron las bases para que, siglos después, se desarrollara una de las civilizaciones más importantes de la historia del Mediterráneo.

Para muchos historiadores, el año 776 a.C. marca el inicio de la Antigua Grecia, con la celebración de los primeros Juegos Olímpicos. Los habitantes de la Antigua Grecia compartían un misma cultura, pero no estaban regidos por un mismo estado. En su lugar, la estructura política más habitual fue la polis o ciudad-estado.

Las alianzas y guerras entre las polis

Polis como Atenas, Esparta, Tebas o Corinto desarrollaron cada una su particular sistema de gobierno y establecieron alianzas o guerrearon entre sí en distintas etapas de la historia. Los momentos más excepcionales de unión entre las polis griegas respondieron a los intentos de invasión por parte del Imperio Persa en el siglo V a.C.. Las alianzas demostraron la fuerza de la identidad cultural compartida y resultaron exitosas, logrando vencer al invasor en las Guerras Médicas.

Quizás la competencia interna más feroz por lograr la hegemonía de la Antigua Grecia fuera entre Atenas y Esparta. Ambas polis y sus aliadas guerrearon durante tres décadas hasta que los espartanos se impusieron en la conocida como Guerra del Peloponeso. Esparta y Atenas no eran solo rivales militares, sino que representaban dos modelos políticos opuestos.

Esparta era  un complejo régimen aristocrático y militarista, donde los ciudadanos eran entrenados desde jóvenes para la guerra. Atenas, por su parte, expulsó a su último tirano en el 500 a.C. y comenzó a desarrollar la que muchos han considerado la primera democracia de la historia. Los hombres con ciudadanía ateniense y con una renta mínima participaban en una asamblea abierta que regía el destino de la ciudad.

El siglo de oro de Atenas

Durante el siglo V a.C., Atenas se convirtió en el centro de la literatura, el arte y la filosofía de la Antigua Grecia. En este periodo se construyeron edificios como el Partenón, filósofos como Sócrates desarrollaron su pensamiento y dramaturgos como Eurípides escribieron obras para la posteridad. Con la derrota final de Atenas en la Guerra del Peloponeso comenzó el fin de la época clásica de Grecia.

Durante el siguiente siglo, las luchas entre las polis, sin un claro dominador, acabarían por ser aprovechadas por una nueva potencia griega, Macedonia. Bajo el puño de hierro del rey Filipo II, Macedonía impondría su poder sobre casi toda la Antigua Grecia, acabando con el sistema clásico de las polis. El hijo de Filipo, Alejandro Magno, se lanzaría a la conquista del Imperio Persa, llevando la cultura griega hasta los confines del mundo conocido en el llamado periodo helenístico.

El legado de la cultura griega

La historia antigua de Grecia llega a su fin con la conquista romana, que sin embargo, no supondrá el fin de su cultura. Los romanos estuvieron fuertemente influidos por la cultura, la religión y la filosofía griega que asumieron como propias y expandieron por toda Europa.

De este modo, las bases culturales y filosóficas de la Antigua Grecia pasaron a ser las de la nueva cultura greco-latina que se extendería por todo el continente, constituyendo los cimientos de la cultura occidental contemporánea.

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