Desde la mas vieja del mundo, hasta pervertidas pedofilas, pasando por malvadas de tomo y lomo.
La lista es larga, pero estos seis ejemplos son más que suficientes para dejarte estremecido.
Las figuras maternas han sido prominentes en mitologías y leyendas de diversas culturas a lo largo de la historia.
Aquí tienes algunas de las madres míticas más destacadas:
- Isis (Egipto): En la mitología egipcia, Isis es una de las diosas más importantes. Es venerada como la madre de Horus, el dios del cielo, y se la considera la protectora de los niños y las madres. Su amor y dedicación hacia su hijo son temas recurrentes en los mitos egipcios.
- Deméter (Grecia): Deméter es la diosa de la agricultura y la cosecha en la mitología griega. Es conocida principalmente como la madre de Perséfone, quien fue llevada al inframundo por Hades. La búsqueda desesperada de Deméter por su hija y su posterior reunión simbolizan el ciclo de las estaciones.
- Yashodhara (India): Yashodhara es la madre del príncipe Siddhartha, quien más tarde se convirtió en Buda. Aunque no es una figura mítica en el sentido tradicional, su historia es venerada en el budismo por su papel en la vida de Buda y su compasión como madre.
- Eva (Judeo-Cristiana): En el cristianismo y el judaísmo, Eva es conocida como la primera mujer y la madre de toda la humanidad. Aunque su papel en la historia varía según las interpretaciones religiosas, su decisión de comer el fruto prohibido en el jardín del Edén es un tema central en la mitología judeocristiana.
- Gaia (Grecia): Gaia es la personificación de la Tierra en la mitología griega y es considerada la madre de todos los seres vivos. Se la representa como una diosa maternal que nutre y protege a todas las criaturas en su regazo.
- Tiamat (Mesopotamia): En la mitología mesopotámica, Tiamat es una diosa primordial que personifica el océano y la creación. Se la describe como la madre de todos los dioses y criaturas, y su conflicto con su descendencia, los dioses más jóvenes, es un tema central en el mito de la creación babilónica.
- Frigg (Nórdico): Frigg es la diosa del amor y la maternidad en la mitología nórdica. Es la esposa de Odín y la madre de Balder, uno de los dioses más amados. Su papel como madre y protectora es evidente en su lucha por salvar a su hijo de su destino fatal.
LA MALA MADRE
No está en esa funesta categoría, pero a Laura Baena, creativa publicitaria de 32 años con una hija pequeña, no le duelen prendas en reconocerse como «una mala madre».
De hecho es la fundadora del club de las malas madres, una comunidad que aglutina ya a centenares de mujeres de toda España.
El club lo forman, en su mayoría, mujeres jóvenes, de profesiones liberales y «con mucho sueño, poco tiempo» y «alergia a la ñoñería».
Su filosofía consiste en reírse de los intentos fallidos de ser madres perfectas y en gritar que son «malas madres» como forma de crítica a una sociedad que les exige tanto:
«Y nos hace sentirnos pequeñitas cuando no lo conseguimos».
Volviendo a los casos que salen en este vídeo, llama la atención el de Natalie Denise Doud-Suleman, más conocida como «Octomom«, quienfue noticia hace unos años por su increíble parto de octillizos.
Natalie nació como hija única en el condado de California bajo el nombre de Nadya.
Su madre era profesora y su padre regentaba un restaurante y era un antiguo combatiente del ejército iraquí.
En 1996, Natalie se casó con Marco Gutiérrez pero el matrimonio no fue muy duradero y la pareja terminó divorciándose a los cuatro años.
Entre las causas de este divorcio parece ser que la más importante tenía que ver con la imposibilidad de tener hijos.
Natalie habría propuesto la fecundación in vitro a su marido pero este no estaba muy de acuerdo.
En 2001, al año de separarse, Natalie dio a luz a su primer hijo y seguidamente en 2002, dio a luz a una niña.
A partir de ahí los embarazos por fecundación in vitro continuaron sucediéndose. Entre 2001 y 2009, la joven llegó a tener 6 hijos por fecundación in vitro (cuatro niños y dos niñas, dos de ellos mellizos).
En 2008, Natalie pidió al doctor Michael Kamrava que era el especialista que seguía el tratamiento de fecundación in vitro, que le inyectara los seis embriones restantes para evitar que fueran destruidos.
Normalmente, una mujer de su edad solo debería dar a luz a uno o dos de esos embriones, pero en el caso de Natalie todos ellos salieron adelante.
Es más, dos de los seis embriones se dividieron en dos dando lugar a ocho niños.
