El plan de desescalada del Gobierno para la «nueva normalidad» ha levantado críticas por su confusión e imprecisión en muchos aspectos. El sector cultural está muy insatisfecho por la gran cantidad de dudas y temores por parte de uno de los sectores más perjudicados en esta pandemia.
Según lo previsto, en la fase 1 abrirán los museos al 30% de su capacidad; en la fase 2, los cines y teatros con un tercio del aforo permitido. Sin embargo, para muchos agentes este plan es económicamente inviable y solo podría salir adelante si el Gobierno destina ayudas.
Fase 1⃣
✔️ Producción audiovisual y rodaje de cine y series.
✔️Apertura de centros de alto rendimiento con medidas de higiene y protección reforzadas.
✔️Entrenamiento medio en ligas profesionales.
…— culturagob (@culturagob) April 28, 2020
Todo parecía indicar que la apertura limitada y la posibilidad de retomar los rodajes en la primera fase de desescalada habría un atisbo de esperanza para este sector. Sin embargo, los riesgos siguen estando. Tal y como publica ABC, solo en venta de entradas, el sector cinematográfico ha dejado de facturar 100 millones por el confinamiento. Aunque se concedan los permisos no puede haber rodajes hasta que las aseguradoras no cubran la actividad, ya que si un actor enferma, el rodaje se paraliza.
Fernando Bovaira, productor, de ‘Los otros’, considera que las medidas del Gobierno no van acordes con la realidad, y que se trata de un plan «impreciso». «No sabemos con quién están hablando, pero no con el sector», denuncia. Por su parte, desde Spain Film Commission (SFC), organismo facilitador de la gestión de los rodajes en España, trabaja con todas las comisiones autonómicas para aprobar un protocolo único de seguridad sanitaria. Momentos difíciles también para los productores independientes, cuya especial fragilidad se manifiesta en medio de esta situación.
Por su parte, la Federación de Cines de España (FECE), representante de más del 80% de las salas de cine de España, «sigue reclamando ayudas concretas y específicas que alivien la situación crítica en la que se encuentran muchas salas de cine».