Veranos de la Villa, el festival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, concluyó su última edición el 27 de agosto, marcando un éxito rotundo al duplicar la asistencia en comparación con el año anterior, llegando a un total de 162.000 espectadores.
Durante julio y agosto, se llevaron a cabo más de 200 eventos, incluyendo funciones teatrales, conciertos y exposiciones, que formaron parte de las 179 actividades culturales programadas en 31 escenarios en toda la ciudad, abarcando 12 distritos diferentes.
Este festival ofreció una variada agenda cultural que abarcó música, teatro, circo, cine, ópera, danza y arte contemporáneo, proporcionando a los residentes de Madrid y a los visitantes una amplia gama de experiencias culturales. Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, Turismo y Deporte, destacó el éxito contundente de la programación.
Veranos de la Villa consolidó la reputación de Madrid como una capital multicultural al presentar una programación internacional diversa que contó con la participación de artistas de Alemania, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Japón, Mali, México, Italia, Portugal, Suiza y China, que fue el país invitado en esta edición.
El festival presentó nombres destacados como Ute Lemper, Eliades Ochoa, Oumou Sangaré, el Ballet Nacional de España, Carlos Sadness, Sole Giménez, la Compañía Antonio Gades, la Companhia Nacional de Bailado de Portugal, Lucas Vidal y Lee Fields, entre otros.
Más del 71 % de las actividades del festival fueron gratuitas, lo que atrajo a una gran cantidad de público. Además, un 72 % de las actividades de pago agotaron sus entradas, incluyendo destacadas actuaciones como Bodas de sangre, Suite flamenca, Eliades Ochoa y Rigoletto, entre otras.
El festival comenzó con el espectáculo gratuito «Sylphes» de la compañía Aerial Strada, que combinó danza aérea, acrobacias y música en vivo de la Orquesta Sinfónica Verum, atrayendo a 46.000 asistentes en julio.
El concierto de clausura estuvo a cargo de los violonchelistas Giovanni Sollima y Enrico Melozzi, junto a su orquesta efímera «100 Cellos,» y atrajo a 14.000 personas en el auditorio del parque Enrique Tierno Galván.
El arte también fue una parte destacada del festival, con la exposición «In Your Face: Chicano Art After C.A.R.A» y la experiencia inmersiva «Seasonal Proximities» de Cao Yuxi, que atrajeron a miles de visitantes.
El festival se llevó a cabo en numerosos lugares de la ciudad, incluyendo Condeduque, Teatro Circo Price, Serrería Belga, Matadero Madrid, Fundación Juan March, parque de la Bombilla y muchos otros.
Las artes escénicas tuvieron un papel importante, con representaciones de obras de Cervantes y Lope de Vega, así como eventos circenses como «Soñar el Circo.»
La música fue una parte esencial del festival, con actuaciones que abarcaron desde zarzuela hasta conciertos sinfónicos y presentaciones de artistas como Sole Giménez y Mala Rodríguez. Además, se llevaron a cabo proyecciones de cine en el parque de la Bombilla.
El festival también se destacó por su compromiso con la accesibilidad, la sostenibilidad medioambiental, la igualdad y la inclusión social. Se implementaron medidas para hacer que la mayoría de las actividades fueran accesibles y se tomaron medidas para reducir el impacto ambiental. Además, se promovió la igualdad y se ofrecieron actividades culturales de calidad a colectivos en situación de vulnerabilidad social.
La artista Amanda Portillo creó la imagen de esta edición de Veranos de la Villa, con una piscina infinita inspirada en las azoteas de los hoteles del centro de Madrid, destacando el famoso dicho «De Madrid al cielo.»