Fíjense en la foto de la izquierda. Es el dibujo del trasero de un perro pintado sobre la cara de un hombre en el que la boca representa el ano del animal.
El autor es el polémico-genial James Kuhn, un pintor de Michigan, que utiliza su propio rostro como lienzo.
Se describe a sí mismo como un ilusionista, pintacaras, drag-queen y cristiano a tiempo completo.
En su página de Flickr tiene decenas de diseños más, así como en su canal de YouTube.