"Fue durísimo, 14 horas al día, seis días a la semana... Acabé agotado, pero mereció la pena", confiesa Colin Farrell
Películas sobre las secuelas de la guerra de Vietnam hay cientos. Sobre las consecuencias psicológicas de otros conflictos, sin embargo, el número se reduce considerablemente. En Triage, que significa clasificación y es un término utilizado en medicina de urgencias para identificar rápidamente a los pacientes que necesitan reanimación inmediata, el bosnio Danis Tanovic (1969) centra el germen del drama en el Kurdistán de 1988.
Allí, una emboscada por parte de los guerrilleros peshmergas kurdos a un convoy iraquí enviará a un fotógrafo de guerra malherido (Colin Farrell, Miami Vice, Alejandro Magno, El Imaginario del Dr. Parnasus-también en cartelera-) al hospital de campaña. Y allí, in situ, descubrirá horrorizado lo que es un «triage» (en un vídeo de Youtube, «TRIAGE, la aplicación del método START» se explica perfectamente).
Etiqueta roja para los heridos de prioridad uno (extrema urgencia), amarilla para prioridad dos (urgente), verde para prioridad tres (no urgente), y negra para los casos de prioridad cero (muertos o sin posibilidades de sobrevivir). En el filme, un médico aparentemente sin escrúpulos (Branko Djuric, quien ya trabajó con el director en No Man´s Land y aprendió inglés para interpretar a este personaje) pone etiquetas negras a destajo y mata a los moribundos sin contemplaciones. Y mientras tanto, el amigo y compañero de guerras de Farrell (David, interpretado por Jamie Sives), en paradero desconocido.
En el Sevilla Festival de Cine Europeo (6 al 14 de noviembre), con la película inaugurando la Sección Oficial- aunque fue finalmente Lourdes, de la austriaca Jessica Hausner, la que se alzó con el Giraldillo de Oro-, un amabilísimo Colin Farrell relataba a PERIODISTA DIGITAL:
«Vi En tierra de nadie y me encantó. Danis Tanovic es un director increíble, y, además, ha vivido una experiencia muy personal con la guerra y comprende muy bien lo que un conflicto puede hacerle a la psique y al cuerpo humano. Fue un guía increíble, un tipo muy generoso con sus experiencias en Sarajevo, ya que él estaba ahí, cubriendo como documentalista videográfico una guerra de la que era parte».
COLIN FARRELL PIERDE VEINTE KILOS
Basada en el libro del ex corresponsal de guerra Scott Anderson y con guión del propio Tanovic, esta coproducción irlandesa-española-francesa (Castafiore Films, Tornasol Films, Agrupación de Cine 002 y Freeform por parte de España) muestra el traumático regreso del fotógrafo a su hogar en Dublín, mientras su novia (Paz Vega, Lucía y el sexo, Spanglish) y la embarazadísima mujer de su amigo (Kelly Reilly, Orgullo y prejuicio, El libertino, Una casa de locos) se preguntan qué ha sido de David.
Colin Farrell añade sonriente:
«En el libro se hacen muchas referencias a la batalla interna que sufre mi personaje, tanto la emocional como la psicológica, algo que también se manifiesta físicamente. Hay párrafos en los que, andando por la calle, habla de sus pómulos prominentes, y luego se mira en el espejo y se ve las costillas, así que aunque en el guión no constaba, creí que merecía la pena adelgazar 20 kilos para el papel, y lo hice. Afortunada y felizmente, ya los he recuperado».
A medida que avanza la historia, un nuevo personaje resultará fundamental. Es el abuelo de la novia del fotógrafo, un experimentado psiquiatra (Christopher Lee, Drácula) que pondrá en tratamiento al protagonista. Se trata de un «purificador psicológico» de criminales fascistas durante la Guerra Civil Española, razón por la que su nieta le niega la palabra (¡!). Pero las reconciliaciones por una buena causa siempre son posibles, y en este caso, también.
PAZ VEGA REGRESA A LA GRAN PANTALLA
Triage contiene una escena muy parecida a la de La naranja mecánica de Kubrick (también en la cartelera), en la que el psiquiatra pide a su paciente explicaciones sobre lo que ve en distintos dibujos, contestándole: «En este test no hay aciertos ni errores». Además, incluye un discurso justificador que, por algún extraño motivo, recuerda ligeramente a la magistral La lista de Schindler -aunque en esta ocasión, no se sabe muy bien si al de Oskar Schindler, al del nazi interpretado por Ralph Fiennes o al del buen judío contable Stern (Ben Kingsley)-. En un determinado momento, el médico de la mente de Triage sentencia: «El mayor poder es matar. Una vez hecho, es fácil. Los purifiqué (a los criminales fascistas) para que no siguieran matando. Salvé a muchos».
Discursos mezclados aparte, la película supone una nueva participación de Paz Vega, guapísima en la pantalla, en una producción internacional.
Paz Vega desvela a PERIODISTA DIGITAL:
«¡Me corté el pelo sin decírselo al director! Y ha sido una experiencia fantástica. Con el inglés yo ya me veo bien, y en cuanto a Danis Tanovic, vino a visitarme a Los Ángeles y me dijo: «Si quieres, yo he venido aquí para oír tu voz porque quiero que estés en mi película». Pues bueno, no hay más que hablar. Luego me dijo que iba a ser con Colin Farrell, un actorazo fabuloso, y con Christopher Lee. Y pensé: «¿Christopher Lee mi abuelo? ¿Quién se va a creer eso?» Pero considero que está bien resuelto. Ha sido un verdadero placer y me encanta haber venido al Festival de Sevilla con esta película».
La banda sonora de Triage la firma Lucio Godoy y el rodaje se llevó a cabo en los estudios Ciudad de la Luz de Alicante, en Jijona, Elche, el Valle del Sabinar (San Vicent del Raspeig) y Dublín durante la primavera y el verano de 2008.
Colin Farrell confiesa:
«Fue durísimo, 14 horas al día, seis días a la semana… Acabé agotado, pero mereció la pena. Creo que si no lo haces, no puedes conocer esta profesión, pero, además de Danis, un fotógrafo de Reuters amigo suyo, Damir, estuvo en el rodaje en Alicante durante las tres primeras semanas, así que uniendo mi imaginación a sus experiencias, lo que he leído y he visto en documentales, pude construir al personaje. Eso fue todo».