«Una casa-un palacio» es el título de la exposición con la que la Residencia de Estudiantes conmemora la visita del arquitecto suizo Le Corbusier a esta institución, en la que dio dos conferencias en 1928, cuando visitó por primera vez España.
Incluida en la programación diseñada para celebrar el Centenario de la Residencia de Estudiantes, la muestra inaugurada hoy por la ministra de la Vivienda Beatriz Corredor se articula en torno a obras y proyectos de los años veinte que muestran su concepción de la arquitectura de la casa, de las instituciones públicas y de la ciudad.
Considerado una figura heroica de la historia de la arquitectura y el arquitecto del siglo XX por antonomasia, Le Corbusier fue invitado por la Sociedad de Cursos y Conferencias para pronunciar las conferencias «Arquitectura, mobiliario y obras de arte» y «Una casa-un palacio», en la Residencia.
De esta institución dijo que era «una acrópolis sembrada de chopos, un hogar para estudiantes, escuela de solidaridad, de espíritu de iniciativa, de sólida virtud. Es como un monasterio- sereno y alegre-. ¡Menuda suerte para los estudiantes!».
A raíz de esta visita, Josep Lluís Sert le invitó a pronunciar dos conferencias en Barcelona y a partir de entonces inició una relación «de amor»con nuestro país, que recorrió con sus cuadernos, en los que tomaba notas, dibujaba y plasmaba las impresiones que le producía España.
El arquitecto y profesor de la Universidad de Alicante Salvador Guerrero ha actuado como comisario de la exposición, seleccionando lo destinado a ilustrar lo referente a la arquitectura de la casa, con planos originales y fotografías de la casa Cook, la villa Stein y las dos casas de la colonia Weissenhof, de Stuttgart.
Este material permite apreciar cómo para Le Corbusier el problema de la casa debía ser abordado desde dos frentes, según el comisario. Por un lado, la resolución racional y óptima de los problemas técnicos, funcionales y económicos, y, por el otro, la respuesta arquitectónica al modo de habitar del hombre moderno.
Respecto a la arquitectura del palacio, la exposición muestra una selección de planos de su proyecto para el concurso del palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra del año 1927. Este fue el primer proyecto en el que Le Corbusier se enfrentó a un edificio público, dotado de gran complejidad.
El arquitecto, cuyo proyecto se rechazó, quiso, además de satisfacer las exigencias funcionales, dotar al complejo de edificios del simbolismo adecuado para un parlamento mundial.
Para ilustrar los proyectos urbanos, Salvador Guerrero ha seleccionado el de Ciudad Contemporánea para Tres Millones de Habitantes (1922), propuesta teórica, sin emplazamiento definido, para una ciudad ideal. Se muestra también la aplicación de esta propuesta en París, en el llamado Plan Voisin (1925).
Además de planos originales y maquetas, la exposición muestra pinturas y piezas de mobiliario de Le Corbusier, ejemplos de su versatilidad creadora y su anhelo vanguardista.
Cartas, documentos, periódicos, revistas de la época son testimonio de la repercusión que tuvieron las conferencias de Le Corbusier, así como las de otros destacados nombres de la arquitectura moderna.
Durante la inauguración, la ministra de la Vivienda Beatriz Corredor afirmó que, para ella, «la arquitectura es una de las artes más fascinantes que tenemos», y que por ello procura acudir a todos los actos relacionados con esta disciplina.
Corredor comentó la importancia de «redescubrir a los clásicos», señaló que las enseñanzas de Le Corbusier «están muy presentes y su aportación plenamente vigente» y destacó el papel que ha tenido la Residencia de Estudiantes en la promoción de la arquitectura en nuestro país.
