Una exposición demuestra que Rusiñol fue escogido por Picasso como modelo de artista

Una exposición demuestra que Rusiñol fue escogido por Picasso como modelo de artista
. Agencia EFE

Unas 160 pinturas, dibujos, grabados, fotografías y documentos de Pablo Picasso y Santiago Rusiñol se exhiben desde hoy en el Museo Picasso de Barcelona en una exposición que demuestra por primera vez el proceso de seguimiento, absorción y posterior superación del artista malagueño hacia el catalán.

El comisario y conservador del museo, Eduard Vallès, ha explicado en rueda de prensa que «Picasso versus Rusiñol» plasma la visión que tuvo Picasso de Rusiñol, al que empezó imitando y del que acabó alejándose, aunque fueron amigos hasta que el segundo falleció.

En su opinión, cuando Picasso llegó a Barcelona, con apenas trece años, «escogió a Rusiñol como modelo de artista» y llegó, incluso, a «ejercer un proceso de fagocitosis, que luego reproduciría con otros artistas a lo largo de su vida».

Asimismo, Vallès sostiene que el pintor cubista se interesó por ciertas temáticas gracias a Rusiñol, quien en esos años, finales del siglo XIX y principios del XX, era uno de los artistas más emblemáticos de la capital catalana.

Al inicio del recorrido y para fortalecer la tesis de la muestra, se exhiben las reproducciones de los 21 retratos que Picasso hizo de Rusiñol, los primeros de ellos con un aire «serio» y reflejando algunas de sus aficiones, mientras que los últimos tienen un carácter más sarcástico e incluso hay uno escatológico.

En esta exposición se han podido recuperar doce de los retratos originales -uno de ellos en Boston (Estados Unidos)-, mientras que hay otros que se han perdido o no se han podido localizar.

También se confrontan obras de Rusiñol con otras de Picasso, como un lienzo sobre el puerto de Barcelona, aunque se incluye, asimismo, una parodia de Picasso de «La alegoría de la Poesía» de Rusiñol.

Otra de las curiosidades que se exponen por primera vez es una amarillenta hoja de papel en la que el artista andaluz imita la firma de Rusiñol, con un trazo muy característico de la R inicial.

Por otra parte, gracias a la exposición se ha descubierto un fragmento hasta ahora desconocido y nunca exhibido de una de las obras capitales de la colección del museo Picasso, «El abrazo», pintado en París en el año 1900.

Eduard Vallès ha señalado que en el museo se conservaba este lienzo, con la firma de Picasso en una esquina, pero a raíz de la preparación del proyecto se conoció que un coleccionista barcelonés tenía una obra muy vertical y parecida de Picasso, que ha resultado ser un fragmento que, por causas que se desconocen, fue cortado del original, seguramente con la aprobación del pintor, puesto que su firma está en las dos pinturas.

Además, se presentan importantes obras de juventud de Picasso como «Hombre desnudo», de 1895, «Pareja en un jardín» o «Nocturno barcelonés», de antes de su partida hacia París, y que constatan la influencia que tuvo el mundo artístico de la capital catalana en él, antes de su experiencia e inmersión en la capital francesa.

La relación entre Rusiñol y Picasso comportó, igualmente, que ambos sintieran atracción por un pintor como «El Greco», mostrándose varias obras relacionadas con este artista.

Otra de las salas pone a la vista que Rusiñol fue de los primeros coleccionistas de la obra de Picasso, con piezas que se conservan actualmente en el Cau Ferrat de Sitges, un lugar que éste visitó tanto en su juventud como en la madurez.

En otro apartado, se incluyen las ilustraciones libres y poco conocidas que realizó Picasso treinta años después de la muerte de Rusiñol de la obra «L’Auca del Senyor Esteve».

La exposición, organizada conjuntamente con el Museo Cau Ferrat de Sitges, podrá visitarse hasta el próximo 5 de septiembre. EFE.

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