La subasta de Cartier-Bresson en Barcelona se hará hoy con el 30% de los lotes congelados

La casa de subastas Soler y Llach pondrá a la venta hoy fotografías, fotolibros y correspondencia del fotoperiodista Henri Cartier-Bresson de la colección Josep Martínez, aunque «por prudencia» sólo se podrá pujar por seis de las 66 fotografías incluidas en los lotes, ya que los abogados de la Fundación Henri Cartier-Bresson les han mandado una carta en la que argumentan que los tirajes de prensa no se pueden vender porque no tienen la firma del autor, sino su tampón o el de la agencia.

«No queremos perjudicar nuestra imagen con polémicas, así que congelamos las piezas que interpretan» que no se pueden vender, de modo que el 30% de los lotes de esta sesión quedan congelados. «Nos reservamos el derecho de actuar contra la fundación Cartier-Bresson por la relectura de su obra y esa concepción», aseguró en rueda de prensa el director del departamento de fotografía de Soler y Llach, Juan Naranjo.

Sólo una orden judicial hubiese provocado la suspensión de la subasta, aseguró Naranjo, quien defiende la antenticidad de las fotografías de la colección Josep Martínez, pese a que no vayan firmadas por el autor, y lo comparó a Man Ray, que no firmó sus obras hasta cierto año, por lo que instó a los museos que posean obras suyas a comprobar si tienen firma, y a reflexionar sobre si eso es motivo para poner en duda su autenticidad.

Lo que sí se subastará en esa sesión será la mayor parte de los fotolibros que publicó Cartier-Bresson, firmados y dedicados, la correspondencia que mantuvo Martínez con el autor, con Martine Frank y la Fundación Henri Cartier-Bresson. Naranjo aseguró que ya tienen reservas internacionales para algunas piezas.

91 FOTOGRAFIAS DE CENTELLES

En la segunda sesión de esta subasta de fotoperiodismo moderno se subastarán 91 fotografías de Agustí Centelles, más de la mitad, tirajes de época realizados por el propio fotógrafo. Además de la Guerra Civil, las imágenes plasman los hechos del 6 de octubre, y otras que realizó en sus inicios como fotoperiodista.

Para Naranjo, Cartier-Bresson y Centelles se asemejan en la búsqueda del arte público mediante la publicidad, el cine y los medios de comunicación, donde la obra única «ya no es lo importante». La producción artística cambió en aquella época de «euforia tecnológica» derivada del futurismo, precisó el director del departamento de fotografía de Soler y Llach.

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