Unos 300 objetos, entre fotografías, vídeos, carátulas de discos, fotografías y documentos, entre ellos algunos de la censura franquista, ilustran a partir de hoy dos décadas de la Nova Cançó, movimiento que dio voz a los territorios de habla catalana a partir de finales de 1950.
Al ritmo de la emblemática «Al vent», de Raimon, el recorrido que ofrece hasta el 31 de octubre el Museo de Historia de Cataluña arranca con una vitrina dedicada al cantante de Xàtiva (Valencia), uno de los intérpretes emblemáticos del movimiento que, como decía Joan Fuster, su primer biógrafo, «cuando aún no tenía 25 años ya era un clásico».
En «El crit de Raimon», apartado dedicado al cantante, se señala que «la inquietud existencialista, la lucha política y el canto amoroso nutren la obra de Raimon, la más sólida y coherente de la Nova Cançó».
Más adelante se explica que la censura prohibió, a partir de 1971, que Raimon publicara sus discos en España, donde volvió a editar en 1974, un compás de espera durante el que proyecta la Nova Cançó en el extranjero.
La exposición se presenta como «La Nova Cançó. La veu d’un poble», que toma el nombre de una escultura de Andreu Alfaro, con un lugar preferente en el recorrido, que el escultor dedicó a Raimon en 1964-65.
La muestra dedica especial atención a los pioneros del movimiento «Els setze jutges», cuyos primeros miembros fueron Francesc Pi de la Serra, Enric Barbat, Guillermina Motta y Joan Manuel Serrat, entre otros, y a los que se unieron más tarde Lluis Llach, Maria del Mar Bonet y Rafael Subirats, presentados como los «novíssims».
La comisaría de la exposición, Pilar Aymerich, ha llamado la atención sobre una foto inédita de Joan Manuel Serrat al lado de un carro que transportaba su piano en Mallorca; una situación de recogimiento en el encierro de Montserrat o una imagen de Guillermina Motta y Serge Reggiani entre bastidores en un programa de televisión, firmadas por varios fotoperiodistas.
Aymerich muestra una foto de su autoría con Ovidi Montllor en primer plano entre un policía y un barrendero, los dos con gorra.
En esta exposición que cierra las conmemoraciones del aniversario de la Nova Cançó no falta un apartado dedicado a Lluis Llach y a «L’Estaca», canción prohibida durante un tiempo y una de las más conocidas del movimiento fuera de España.
Un documento de la censura expuesto muestra cuatro títulos de canciones que se iban a interpretar en un recital el 22 de julio de 1970 con «L’Estaca» tachada con un rotundo «no», al lado del disco del mismo año grabado en directo por el cantante en el que figura la melodía instrumental de la canción con el público cantando la letra.
Un vídeo de un concierto dirigido por un jovencísimo Jean Michel Jarre interpretado en los astilleros polacos de Gdansk dan fe de cómo Solidarnosc utilizó la música del tema de Llach como himno.
El recorrido concluye con un «bosque» de retratos de los integrantes del movimiento y ofrece al visitante la posibilidad de escuchar las canciones con letras de poetas como Salvador Espriu (Raimon), Miquel Martí i Pol (Ramon Muntaner), Joan Salvat Papasseit (Joan Manuel Serrat) o Vicent Andrès Estellès (Ovidi Montllor).
El conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, ha dicho que la exposición «es una forma de hacer justicia» a una generación «desacomplejada, capaz de reivindicar la cultura catalana y capaz de conectarla con el exterior».
