Nos aguarda otro decenio de remakes, revivals,neo-tendencias varias; parece que el objetivo de la pintura es unívoco: el guiño historicista y a veces desapasionado, el revisionismo, la cita cómplice. Construcción y deconstrucción. Dolores Leal ha glosado y asumido la jeroglífica salud de la pintura actual, escogiendo la action painting, subsección expresionismo abstracto, para certificar el sentido de su proyecto.
La artista lucense expone lo más representativo de su obra en la Galería de Arte Manuel Marquez hasta el próximo 11 de octubre. De los elemento de su obra, el historiador del arte Marquez Crespo destaca:
Gestualidad: El acto mismo de verter el pigmento, mediante dripping, posee mayor luminiscencia que el resultado final. El lienzo como espacio de acción, secuela de un azar controlado aunque íntimo.
Tersura: El color se encarga de esmerilar el exceso de dramatismo y angustia del expresionismo abstracto clásico. Acento dulce, atractivo y vivaz.
Claridad: Obras divididas interiormente, facilitando la legibilidad de lo representado. Aplica además en ciertas obras la aséptica serialización del arte industrial, o bien del high-tech, probable metáfora de las imposiciones de la fría sociedad de consumo.
Consistencia y materismo: El soporte de madera permite un mayor realce del collage, por medio de fragmentos de arpillera, suerte de refinado arte povera, o bien rejillas de metal.
Dolores Leal se simbiotiza con el código del all over, tan practicado por Jackson Pollock, entrevisto por la lucense en homenajes unas veces evidentes, y otras latentes. No existe la jerarquía visual, el cuadro adolece de centro en el que el espectador clave su punto de fuga; el efecto primordial es la frontalidad de lo representado.
Sin embargo, se podrían agregar otros nutrientes a sus trabajos: el orfismo de su admirado Robert Delaunay, por la proliferación de círculos y espirales, y por la esbelta rítmica de sus colores.
La pintura de acción significó el particular Cisma de Occidente del género pictórico en el pasado siglo. Por supuesto, no todo ha quedado dicho, y ese es el sentido de las re-exploraciones. Dolores sabe que a veces hay que retroceder para lograr un salto mejor. Un salto afinado con gotas de amaranto.
