El retrato de Gloria Swanson con un velo de encaje cubriéndole la cara realizado por Edward Steichen en 1928 y la imagen del actor George Clooney rodeado de mujeres en una piscina, de la fotógrafa Anne Leibovitz, son iconos de dos épocas de la historia de la revista «Vanity Fair».
Durante sus cien años, la revista ha recogido en sus páginas la actualidad cultural, política, económica, deportiva y social de la mano de sus protagonistas, retratados por maestros de la fotografía en unas imágenes que se pueden contemplar en la exposición «Vanity Fair 100 years».
A las más de un centenar de imágenes emblemáticas exhibidas les une el hecho de ser, cada una de ellas, una obra de arte.
Esta ha sido la principal condición tenida en cuenta por la comisaria de la exposición, Debra Smith, que durante un año ha buceado en los archivos de Vanity Fair en Nueva York para seleccionar las imágenes que se pueden contemplar en Ivorypress Art+Books Space hasta el 8 de enero.
«Cada vez que seleccionaba una imagen me hacía la pregunta ¿es histórica o no?, ¿puede entrar en una galería de arte?. Esto ha hecho que la selección fuera más fácil, ya que hay algunas muy bonitas pero que no son obras de arte», comentó a Efe la comisaria, directora de nuevos proyectos de Condé Nast, quien reconoció que, por razones de espacio, algunas se han tenido que quedar fuera.
Un año antes de la I Guerra Mundial, en 1913, el editor Condé Mostrose Nast creó la revista y logró llevar a sus páginas a grandes escritores y artistas, como Picasso o Brancusi; también sirvió de plataforma de lanzamiento a fotógrafos que han pasado a la historia de la fotografía como Edward Steichen, Man Ray, Cecil Beaton o el Baron de Meyer.
La situación económica, política y social llevó al cierre de la revista en 1936 durante casi medio siglo, hasta que en 1983 Samuel Irving Newhouse Jr., presidente de Condé Nast, decidió relanzar la cabecera pensando que su legado artístico atraería y sería un buen reclamo para los círculos sociales más sofisticados.
En su número inaugural de reapertura, en marzo de 1983, elevó a actores de peso como Robert de Niro o Meryl Streep a la misma órbita artística que Roy Lichtenstein o Gabriel García Márquez.
En esta segunda etapa, la fotografía sigue jugando un papel fundamental y en sus páginas aparecen imágenes de Bruce Weber, Mario Testino, Patrick Demarchelier, Mark Seliger, Mary Ellen Mark, Snowdon, Sebastião Salgado, Harry Benson, Jonathan Becker, Jonas Karlsson, James Nachtwey, Robert Mapplethorpe, Bill King, Herb Ritts, Helmut Newton o Todd Eberle.
Entre todos ellos, y tal y como se puede apreciar en la exposición, destaca la colaboración de Annie Leibovitz, con cerca de 130 portadas e imágenes de numerosos personajes que se han convertido en iconos.
La muestra tiene su origen en la organizada hace dos años en la National Portrait Gallery de Londres, «aunque aquella estaba más centrada en los retratos. Aquí he incluido unas 25 imágenes sobre la danza o el espectáculo para dar un aire de show», ha explicado la comisaria.
Entre las no exhibidas en Londres se encuentran la que Helmut Newton hizo a la actriz Sigourney Weaver en 1995 o el retrato del actor James Cagney captado por Imogen Cunningham en 1932.
La comisaria ha seleccionado algunas imágenes que ni siquiera han sido publicadas «como una del rodaje de la película «Metrópoli», imagen anónima de 1926″.
La historia de la revista está marcada, según Debra Smith, por la de dos fotógrafos: Edward Steichen y Annie Leibovitz «y ambos son la base de la exposición».
Una exposición que refleja cómo «Vanity Fair ocupa un lugar primordial en la historia de la fotografía y es una enciclopedia sociológica del siglo XX y sigue siendo del XXI», en opinión de Elena Ochoa, responsable de Ivorypress.
Lourdes Garzón, directora de la edición española de Vanity Fair, insistió en que una de las constantes de la revista ha sido buscar que cada imagen sea lo suficientemente buena como para traspasar el tiempo en que llega a los lectores.
«Queremos que vaya mucho más allá y cada mes nos movemos en ese camino», afirmó y comentó que la filosofía de la revista es «combinar los mejores artistas retratando a las personas más importantes del momento».
