La Fundación Amigos del Museo del Prado homenajea a Jorge Semprún

La Fundación Amigos del Museo del Prado ha homenajeado al autor Jorge Semprún, fallecido en París el pasado 7 de junio, con el fin de «dar testimonio público de las relevantes aportaciones» culturales del polifacético intelectual, que, según indica, son de «talla universal».

Asimismo, la fundación pretende reconocer la «trayectoria ejemplar» del autor y agradecer «el vínculo especial» del homenajeado con la pinacoteca. «Para Jorge Semprún, el Prado es el nexo donde el arte y la memoria se identifican», ha precisado la organización.

Según el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, «pocas veces ocurre, como sucede en la figura de Semprún, el encontrar unidas la historia con la biografía y viceversa». «Su vida», ha añadido, «ha transitado por el conflictivo sendero de la confrontación y transformación que vivieron España y Europa en el siglo pasado».

En su opinión, el autor encontró en el arte «un refugio para su pensamiento libre», entre dos caras de una misma moneda para él, la vida y la política. «El Museo del Prado», explica, «fue asimismo un refugio literal» para el autor, «cuando viajaba clandestinamente a España desde su exilio en Francia y encontraba, además de sus recuerdos de niñez, su propia seguridad en la pequeña habitación de espejos donde se mostraba por entonces las meninas de Velázquez».

Asimismo, el presidente del Museo del Prado ha explicado que el arte, y ante todo la pintura, se convirtieron para el autor en una «cuestión moral», en una herramienta del hombre contemporáneo para situarse frente a la realidad y la historia, por encima de todo.

«Esta es una idea central de su pensamiento que se ensalza especialmente cuando ahonda en sus escritos y reflexiones sobre la raíz moderna del arte en nuestro país, en particular, sobre esos otros dos exiliados como él, Goya y Picasso», ha concluido Miguel Zugaza.

SU «INTERES TEMPRANO» POR EL ARTE

Por su parte, el presidente de la fundación, Carlos Zurita, ha destacado el «interés temprano» del autor por las artes plásticas. «En su caso», ha precisado, «directamente vinculado al Museo del Prado, que en su infancia visitaba cada semana en compañía de su padre».

«Desde entonces, su amor por las artes no hizo más que crecer, alimentado por el estudio y la contemplación para terminar cristalizando en numerosos escritos y conferencias», ha indicado Zurita, quien ha repasado las colaboraciones de Semprún con el museo.

A su vez, el filósofo Bernard-Henri Lévy ha destacado el compromiso político de Semprún, a quien ve como «heredero de la ‘España roja» y como «antifascista más allá de España y a causa de ella». «Luego viene la gesta de un escritor cuya obra, en una buena mitad, no tendrá otro objeto […] que el de instalar a su autor en la posición de testigo de ese acontecimiento nazi del que la guerra de España habría sido el anuncio y que él […] habría recibido en su carne», ha señalado.

Para cerrar el homenaje, el presidente de la entidad, Carlos Zurita, ha entregado el Premio de la Fundación Amigos del Museo del Prado a la hija de Jorge Semprún, Dominique Landman. El acto también ha contado con la presencia de la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, y el catedrático de Historia del Arte Francisco Calvo.

Nacido en Madrid en 1923, Semprún falleció el 7 de junio en su domicilio de París a los 87 años, dejando una prolija obra literaria de fuerte contenido autobiográfico. Además, fue ministro de Cultura entre 1988 y 1991, en una de las legislaturas de Felipe González.

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