Sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez a personal del Ministerio de Cultura
Puede ser uno de los hurtos más importantes de patrimonio histórico y artístico de España. Y además, no está asegurado.
La policía investiga la desaparición del manuscrito original del Códice Calixtino, que data del siglo XII y está considerado como la primera guía del Camino de Santiago, que se encontraba custodiado en el Archivo de la catedral de Santiago de Compostela.
DUDAS Y PREGUNTAS
¿Quién tenía acceso al códice?
El deán de la Catedral de Santiago, José María Díaz, contaba en rueda de prensa este jueves que únicamente tres personas -dos colaboradores y él mismo- tienen acceso a la caja fuerte que guardaba el Códice Calixtino, al tiempo que afirmó que «quien se lo llevó sabía de qué se trataba y cómo llegar a el». Los dos colaboradores son archiveros, uno especialista en Historia Medieval y otro en Historia Moderna.
¿Cuándo se vio por última vez?
El medievalista de la Catedral se percató de su ausencia el martes. Pero en la caja fuerte donde se custodia el códice junto con otros importantes documentos fue visto por última vez «el jueves o el viernes» de la pasada semana. Además, ninguna de las cerraduras estaba forzada, por lo que es probable que el ladrón se hiciera con una copia de las llaves.
¿Es razonable la versión oficial?
El editor Manuel Moleiro, especialista en facsímiles y réplicas idénticas de códices y atlas, dice que no. Para empezar, porque la incertidumbre del «¿robado-o-perdido?» es inconcebible. El códice no es un libro más que se encaja en una estantería. Segundo, porque no parece muy normal que haya cinco cámaras enfocando el recinto y ninguna apuntara directamente al códice.
¿Quién roba una obra así?
Alguien muy familiarizado con la institución. «Esto no es como entrar en un museo, estudiar dónde están los guardias, descolgar el cuadro e irse», cuenta Molero. Los filtros para llegar hasta el códice son complejos. «Cuando robaron el ‘Beato de la Seu de Urgell, la Policía me preguntó mi opinión. Les dije que buscaran en el entorno del deán y acerté».
¿Y qué puede ocurrir con el códice?
«Es imposible sacar una pieza así al mercado, aunque sea al mercado negro», explica Moleiro. O sea: que se trata de un robo por encargo para algún millonario encaprichado con la pieza y empeñado en guardarlo en su casa. Muy dificilmente podrá venderlo. «La otra posibilidad, la de que los ladrones sean traperos que han robado el códice como podrían haber robado cualquier otra cosa, es aún peor, porque desgajarían la obra».
¿Cuáles son las condiciones de conservación en Santiago de Compostela?
«Estas cosas no ocurren por accidente. En un Metropolitan, en una Morgan, en una British Library, robos así son inconcebibles», continúa Moleiro. «Hace 15 años estuve en Compostela y vi el Códice. En ese momento, la seguridad no era la mejor posible», apunta. «El códice tenía algunas miniaturas retocadas con bolígrafo, lo cual es terrible. Al parecer, fue el anterior conservador, que tenía una edad muy avanzada, y que estaba senil».
LA INVESTIGACIÓN
Un portavoz policial ha informado este 7 de julio de 2011 a Efe de que el libro, una de las joyas del patrimonio cultural de Galicia y guía inicial de la peregrinación, fue echado en falta por personal del Archivo el pasado martes.
La caja fuerte donde se guardaba el valioso códice tenía las llaves puestas cuando se descubrió la desaparición, según dichas fuentes, lo que descarta que el autor o autores de la sustracción emplearan la fuerza o la violencia para apoderarse de él.
La caja fuerte se halla en una zona de acceso restringido del archivo catedralicio, a la que tienen acceso muy pocas personas (cinco o seis a lo sumo), que ya han sido interrogadas por la policía.
Sin embargo, el control sobre las llaves era «bastante laxo», por lo que cabe la posibilidad de que algún intruso se apoderase de ellas y abriese el cofre blindado sin dificultad. Las personas que tenían acceso a las llaves ya han sido interrogadas, sin que, por ahora, se hayan encontrado sospechas contra ninguna de ellas.
El hurto (no cabe hablar de robo, al no haber existido fuerza ni violencia) se produjo la semana pasada. Sin embargo, no fue advertido hasta el martes.
Desconcertados, los responsables del archivo catedralicio pensaron que la que se considera primera y más célebre guía para peregrinos se había extraviado y la buscaron por todas partes, sin encontrar el menor rastro.
Ante esa evidencia, informaron a la policía, que inició las labores de búsqueda, aunque hasta ayer no se cursó la correspondiente denuncia en la comisaría de Santiago de Compostela.
Los expetos estám aterrados:
«Lo mejor que puede suceder es que el códice esté en manos de alguien que conozca su valor incalculable porque así estamos seguros de que no lo maltratará»
PRIMERA GUÍA DEL CAMINO
La primera guía del Camino
Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.
También contiene ricas ilustraciones y 22 piezas polifónicas que se cuentan entre las más antiguas de Europa. Mide 30 por 21 centímetros y consta de 225 folios de pergamino.
En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, según este diario, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro.
Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según La Voz de Galicia, hace unos dos meses a personal del Ministerio de Cultura.
El deán, José María Díaz, informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desapareción del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.
SIN PISTAS
Aunque por el momento no se tiene pistas sobre la autoría del robo, la policía analiza las cámaras de seguridad de la catedral compostelana para tratar de hallar algún indicio, según la misma fuente.
El libro, sustraído de una cámara blindada del Archivo de la catedral, es el original y no la réplica que habitualmente se exhibe a turistas y visitantes, y sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez a personal del Ministerio de Cultura.
De incalculable valor histórico, el Códice Calixtino se atribuye al papa Calixto II, de ahí el nombre por el que es conocido, y tiene una gran importancia artística e histórica que surge de la necesidad de difundir la devoción por el apóstol Santiago en el siglo XII.