Exploró todos los géneros en busca del arte "total", experimentó con el peyote y el tarot. Y terminó perdiendo la cabeza.
Dentro de la revisión de la historiografía oficial del arte contemporáneo que Borja-Villel está llevando a cabo en el Reina, la cuerda institución se encomienda al loco artista para que la guíe esta difícil temporada que se presenta bajo el signo de la reducción de los presupuestos. Es el momento de la imaginación y la profesionalidad también en el privilegiado universo de los museos públicos. La influencia del creador del teatro de la crueldad e influyente teórico en la dramaturgia contemporánea llegaría por sutiles conductos a variados artistas en Francia, Estados Unidos y Brasil especialmente. Darlo a conocer es el objeto de esta exposición.
Mucho más conocida su influencia sobre el teatro rupturista del siglo pasado, los comisarios de la muestra, Kaira M. Cabañas y Frédéric Acquaviva, se han propuesto demostrarnos que sus gritos y aspavientos tuvieron también eco en las artes plásticas, la música y la poesía, y que artistas visuales, escritores, poetas y compositores interesados también por cuestiones relativas al lenguaje, el cuerpo y la participación del espectador, siguieron de alguna manera su notable estela. Compuesta por unas trescientas obras —incluyendo pinturas, fotografías, documentos y material sonoro y audiovisual—, la muestra pretende en definitiva detectar y valorar su influencia en los movimientos de la neovanguardia de la posguerra, y empujar para hacerle un hueco en el hacinado panorama artístico contemporáneo, donde todos los días nacen ramificaciones y encrucijadas, teorías y descubrimientos.
Antoine Marie Joseph Artaud (1896 – 1948) exploró todos los géneros en busca del arte «total». Experimentó con el peyote y el tarot, y terminó perdiendo la cabeza. Tras nueve años en manicomios sometido a terapia electroconvulsiva apenas sobrevivirá tres más y terminará muriendo en un asilo. Estaba convencido de que los médicos envidiaban su genialidad calificándola de locura. Sus delirios eran para él más reales que la vida. Y entre otras muchas frases que le hicieron célebre destaca esta: ‘No ha quedado demostrado, ni mucho menos, que el lenguaje de las palabras sea el mejor posible’. Pues bien, según Kaira M. Cabañas, este deseo de Artaud de trascender los límites del lenguaje es lo que ha perdurado en la obra de otros artistas.
Incluyendo pintura, fotografía, música, cine, poesía y documentos —manuscritos, cartas, folletos, revistas y facsímiles— la muestra recorre varios frentes, desde los que se puede rastrear el pensamiento e influencia de Artaud en la obra de Gil Wolman o François Dufrêne, miembros del movimiento letrista, que tuvo su principal desarrollo en París; en la adopción de sus preceptos por parte de destacadas figuras de la vanguardia estadounidense de la posguerra como John Cage, Robert Rauschenberg, el pianista David Tudor o la escritora y poetisa Mary Caroline Richards; o en la aparición de la poesía concreta y la geometría expresiva en Brasil, con obras de
Lygia Clark, Ferreira Gullar o Hélio Oiticica. Además, se exploran los movimientos de anti-psiquiatría en los que sin duda su ejemplo y experiencia influyeron notablemente.
RECORRIDO EXPOSITIVO
La muestra arranca con una pieza de audio, grabada por el propio Artaud, en la que recita su poema Alienación y magia negra, escrito en 1946, y dos pequeñas piezas gráficas del autor. Las siguientes salas están dedicadas al movimiento letrista, y constituyen una de las principales secciones de la exposición. Fundado por Isidore Isou y Gabriel Pomerand en 1946, el letrismo redujo la poesía hasta la letra, explorando las
dimensiones auditivas del lenguaje e inventando nuevas formas de escritura. Como explica Frédéric Acquaviva, también comisario de la exposición, el letrismo propuso “una fusión de la poesía y la música, al igual que se unieron posteriormente la novela y
la pintura en el método letrista conocido como hipergrafía o ‘superescritura’”.
La exposición postula a los letristas como mediadores cruciales de su legado en el contexto parisino de la posguerra. Importantes son las piezas sonoras y audiovisuales, incluyendo recitales en los que se aprecia la importancia del sonido y del cuerpo en esta forma de poesía. Además, se hallan expuestos manuscritos inéditos de Isou y publicaciones originales, entre las que destacan las tres novelas metagráficas, realizadas en 1950, por Isidore Isou (Les journaux des dieux), Gabriel Pomerand (Saint Ghetto des prêts) y Maurice Lemaître (Canailles I).
Un espacio tenuemente iluminado, la sala de audición, permite al visitante oír piezas poéticas y musicales de John Cage, Pierre Boulez, Antonin Artaud, François Dufrêne, Isou, Yves Klein, Haroldo de Campos y Gilberto Mendes, entre otros. Este ámbito
actúa como nexo conceptual entre los principales temas de la exposición a través de la escucha. La docena larga de auriculares simultáneos puestos a disposición del visitante necesitarían algo más de explicación.
Quizás el punto más destacado del recorrido sea el de llegada de sus ideas y tendencias a un ‘college’ en Carolina del Norte, el Black Mountain College, en el que confluyeron importantes figuras de las vanguardias de la segunda mitad del siglo XX. Allí, la escritora y poetisa Mary Caroline Richards (que en 1958
publicaría la traducción inglesa de El Teatro y su Doble) analizó las teorías de Artaud. Gracias a ello, John Cage y Robert Rauschenberg tuvieron la oportunidad de entrar en contacto, ya entonces, con los planteamientos del rompedor autor francés. Como consecuencia, Cage ideó la legendaria Theater Piece #1 (“Pieza teatral 1”, 1952), considerada generalmente como el primer happening de la posguerra, y en la que colaboraron artistas de distintas disciplinas, como Rauschenberg, Franz Kline, M. C. Richards, el bailarín y coreógrafo Merce Cunningham o el pianista David Tudor.
Aunque este emblemático acontecimiento ha sido ampliamente estudiado, no queda ningún testimonio visual de su celebración. Pero el material documental que se incluye permite hacerse una idea de aquel curioso momento en el que algunos jóvenes inquietos montaron un espectáculo rompedor. Todos terminaron siendo famosos en sus distinas especialidades, música, danza, pintura. Con su distribución no convencional de los espacios, Theater Piece #1 seguía con gran precisión las estipulaciones de Artaud con respecto al acto escénico: la representación era un acontecimiento para vivir desde el interior de la singularidad de
la experiencia que creaba en el espacio-tiempo.
La pervivencia de Artaud en la poesía concreta y la geometría expresiva brasileña se encuentra representada en otra de las áreas más destacadas, que incluye piezas de algunos de los principales exponentes del arte neo-concreto, como lo fueron Lygia Clark, Hélio Oiticica o el poeta y crítico Ferreira Gullar. Más allá de estos tres focos principales, se detectan otras influencias, como el caso del escritor sueco Öyvind Fahlström, autor del primer manifiesto de poesía concreta en 1953, que también se halla expuesto.
En el epílogo de la exposición se representan dos expresiones de la antipsiquiatría. Por un lado, se da a conocer la que lideró en Brasil Nise da Silveira. La doctora conocía la obra de Artaud y abrió un taller de pintura para estimular la creatividad de sus
pacientes. En otra sala se expone la vertiente que protagonizaron los letristas a raíz del internamiento forzoso de Isidore Isou en 1968. Después de su reclusión, Isou publicó
Antonin Artaud torturé par les psychiatres (“Antonin Artaud torturado por los psiquiatras”) y Maurice Lemaître fundó La revue de psychokladologie et de psychothéie. Aquí se muestran ejemplos de los carteles, folletos, panfletos y libros que
formaron parte de la campaña letrista contra el psiquiatra que trató tanto a Artaud como a Isou, Gaston Ferdière. Por su parte, el escritor y pedagogo Fernand Deligny desarrolló una terapia alternativa basada en la dramatización, los juegos y la actividad
creativa. Puede también verse la película que realizó en 1971, titulada Le moindre geste (“El mínimo gesto”, 1971), que tiene como protagonista un niño autista que escapa del manicomio, y presenta la enfermedad mental sin melodrama. El recorrido
cierra con otra grabación sonora de Artaud, Les malades et les médecin (“Los enfermos y los médicos”, de 1946).
En palabras de la comisaria, “Espectros de Artaud pretende establecer una genealogía alternativa, una fantología que rastrea las idas y venidas del espectro de Artaud en los años cincuenta, una época en la que artistas visuales, poetas, escritores y
compositores se inspiraron en su obra con un criterio ecléctico y selectivo”.
En la exposición entra en juego otra forma de entender la herencia de la vanguardia histórica en los años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial. Gracias al variopinto paisaje de imágenes y sonidos que llenan las salas, el espectador puede juzgar cuánto y de qué modo pervive el legado de Artaud. Los artistas aquí representados incorporaron a su trabajo las ideas del autor, desarrollando prácticas interdisciplinares y modelos alternativos de modernidad. De este modo, la muestra hace patente la importancia de repensar continuamente la historia del arte y qué lugar ocupa en ella el espectro y los espectros de Antonin Artaud.
Una vez más constatamos la tremenda revolución que agitó el arte y la cultura occidental a mediados del pasado siglo. Se intentó por todos los medios dinamitar el pasado y construir un futuro mejor, paralelamente a lo que ocurría en la vida política y social. Se ha dado por definitivamente periclitados aquellos experimentos políticos -fascismo, comunismo- pero seguimos hipnotizados ante los artísticos. Superarlos, realizar la síntesis, es la tarea de este siglo.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 7
Despliegue: 7
Comisariado: 7
Catálogo: 7
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Del 18 de septiembre al 17 de diciembre de 2012
Edificio Sabatini, 3ª planta
Visita comentada. Ver y escuchar los espectros de Artaud, 19 de septiembre, 19.00h.
COMISARIOS: Kaira M. Cabañas y Frédéric Acquaviva
COORDINACIÓN: Teresa Velázquez, Verónica Castillo y Natasha Goffman
CATÁLOGO: Incluye ensayos de Denis Hollier, Lucy Bradnock, Hannah Feldman, Antonio Sergio Bessa y Ferreira Gullar.