Brian Eno creó un género, la música ambiente de calidad -minimalista, relajante, beneficiosa- que sigue siendo innovador cuatro décadas después, mientras que el rock falleció hace mucho y el pop agoniza con respiración asistida. Es un intelectual serio que trabaja hace ya tiempo en la pintura digital en movimiento. Ambas facetas unidas son ’77 Million Paintings’. Es una propuesta formidable, una forma de iluminar nuestras mentes estas navidades.
La instalación es muy pequeña: 12 monitores de pantalla plana combinados en filigrana, al fondo de una sala oscura, proyectando sin parar imágenes en lentisimo movimiento y combinaciones infinitas de gran coherencia y elevado sentido estético. La pequeña sala oscura sólo cuenta con cuatro tresillos y un par de cómodos sofás donde sentarse a contemplar el insólito espectáculo, cuyo fluir empieza a captarse al menos diez minutos después de mirada atenta, atención absorta y mil devaneos mentales buscando a todo esto un sentido. La potente capacidad hipnótica del espectáculo, todo lo contrario al frenesí insoportable que transmiten los monitores de televisión normalmente, se refuerza y complementa con un sonido ambiental envolvente, enigmático, insinuador, algo más que estereofónico, que llega a través de un sistema de altavoces altamente sofisticado.
Uno entra tímidamente en ese espacio que parece una gruta misteriosa, una capilla etérea en la que el altar mayor no lo ocupa Cristo Crucificado sino un puzzle abstracto que hace de representación sacra del divino poder del nuevo dios tecnológico, de conexión palpitante con el Santo Poder Digital, con el nuevo misterio de ceros y unos que contiene el universo entero en el lenguaje más sencillo y en la gramática más compleja que el mundo haya inventado.
Uno se sienta, uno mira, uno intenta comprender qué ocurre, cuál es el sentido de esta propuesta. Uno puede tener prisa, impacientarse, irritarse, pensar que le toman el pelo, disimular su deficiente control mental, distraerse intentado encontrar algo en que fijarse, y levantarse al poco, frustrado. Eno propone que te quedes, que desconectes, que te entregues a la experiencia sin exigirla nada, que gastes el bien más preciado, el tiempo que siempre falta para todo. Truco o muleta puede ser calcular de antemano no menos de diez minutos allí tranquilo, esperando, sin alterarte porque todo se mueve sin que tu atrapes el instante en que se mueve, porque por más que mires fijamente sin pestañear, todo está cambiando en tus narices y tu no controlas nada. Y de la misma sinuosa forma a partir de un momento todo se serenará y te olvidarás del tiempo. ¿Es ‘satori’ tecnológico, es iluminación inducida, es mística informática? ¿O es simplemente entretenimiento sano, poder digital, espectáculo curioso o formidable operación de marketing para lanzar un nuevo producto -arte digital-sonoro-visual-envolvente- que mañana ocupará un muro en todos los salones de la gente elegante?
La instalación la completa un pequeño montículo de arena y colores cambiantes y un monitor solitario y a la espalda, que sólo distingues cuando sales, con proyecciones que se nos sugirieron más humeantes y menos rectilíneas que las del gran altar que abandonábamos.
Eso es todo.
No nos sentimos con fuerzas para presenciar la rueda de prensa que el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el artista Brian Eno iban a iniciar inmediatamente. La nota explicativa para los medios de comunicación abundaba en que, como su nombre indica, esta instalación puede proyectar 77 millones de combinaciones, lo que la convertiría en la muestra plástica más extensa de la Historia. Y, de poder contemplarse en su totalidad, también sería la más duradera en el tiempo, pues ocuparía más de 400 años ver esos millones de obras diferentes. Tras su paso por México DF, Sidney, Venecia, Milán, Abu Dhabi, Tokio, etc. desde 2007, Brian Eno ha creado una nueva versión ex profeso para la Sala Comunidad de Madrid-Alcalá 31 (C/ Alcalá, 31.Madrid). Un paisaje sonoro y audiovisual en constante transición, en el que las imágenes y la música se adueñan del espacio.
El presidente regional repasó en su presentación la carrera de Brian Eno, miembro destacado del grupo Roxy Music, ha trabajado en la producción de álbumes para artistas tan prestigiosos como U2, David Bowie o Coldplay, y padre de la “música ambient”. ‘Arquitecto de la música y dinamizador del arte contemporáneo’, le denominó adecuadamente, afirmando que su presencia en Madrid ‘representa un acontecimiento cultural de primer orden, una exposición espectacular que hará que en los próximos meses nuestra región sea una referencia a nivel nacional e internacional”.
Brian Eno suspendió al poco de empezar sus explicaciones y no hubo rueda de prensa porque se retiró enfermo, y no sabe si podrá dar la conferencia prometida hoy en La Casa Encendida, que se anuncia sobre arte generativo, historia de la música, diferencias entre música simpática y parasimpática, o cómo analizar la poesía que hay detrás del espectro visual, entre otros temas.
A modo de catálogo se ha editado un original librito de tapas duras y abundantes ilustraciones con una introducción del comisario de la exposición y una larga conversación suya con el artista, la cual resulta prolija, pedante y en algunos puntos ininteligible. Más que abundar en elogios y elucubraciones debería contener explicaciones claras y concretas de cuál ha sido la metodología y las herramientas empleadas, el proceso de creación y producción, el número y características de los ayudantes que han intervenido, la programación y los programadores movilizados, las razones de las variaciones introducidas en cada ciudad donde se muestra, en fin todo lo que uno querría saber y no tiene a quien preguntar. Se echa en falta el CD que debía acompañarlo y que no ha podido ser incluido.
Brian Eno se demuestra un artista del género instalación de lo más sofisticado que conocemos. Al parecer 77 Million Paintings es una pieza de algo a lo que se denomina arte generativo audiovisual, que comprende más de 300 pinturas propias, amén de diapositivas, de otros elementos visuales y sonoros, todos ellos combinados aleatoriamente y sin repeticiones, gracias a las amplias posibilidades del software generativo y ‘de un programa confeccionado por el propio artista a partir de algoritmos’. ¿Ha creado Eno el software que programa la instalación? En ese caso desde luego nos quitamos el sombrero. Sí se nos dice en la documentación que ‘su intención es crear un espacio donde los espectadores puedan experimentar una especie de rendición y llegar a un estado de quietud que solo pueda permitirles dejarse llevar. Una obra con un objetivo totalmente plástico: despertar sensaciones y seducir a través de lo que siempre es igual y al mismo tiempo diferente, de lo que no tiene principio ni final’.
Brian Eno nació el 15 de mayo de 1948 en la localidad inglesa de Woodbridge, y pasó de fundador y miembro destacado del grupo Roxy Music a autoridad en música electrónica, brillante productor y artista plástico. Es conocido por idear un nuevo concepto musical: ‘ambient music’. Se planteó utilizar sus experimentos electrónicos para recrear de manera instrumental texturas y atmósferas, sin perder en su sonoridad el sentido melódico. Pero desde el comienzo de su proceso creativo en la Escuela de Artes de Ipswich y Winchester (Reino Unido) hasta hoy, Brian Eno ha sido un inquieto artista que ha explorado la interacción entre la imagen, el sonido, la luz y sus efectos. Y es que Brian Eno, como él mismo afirma, nunca ha dejado de considerarse un artista visual.
La Comunidad de Madrid ha organizado 77 Million Paintings en el marco de Madatac, el festival internacional independiente de arte digital y tecnologías avanzadas contemporáneas, dirigido por el mismo comisario de la instalación de Eno, Iury Lech, que se está celebrando del 18 al 22 de diciembre y que merece una visita al Centro Cibeles después de ver la instalación de Eno. En esta 5ª edición participan más de 150 artistas, procedentes de 40 países, para mostrar lo más innovador, arriesgado y, al mismo, tiempo original y poético que actualmente se está haciendo en el plano del arte audiovisual en todo el mundo. Sugerente promesa y felices fiestas.
Aproximación a la Instalación (del 1 al 10)
Interés: 9
Comisariado: 7
Despliegue: 7
Catálogo: 7
Documentación a los medios: 6
Programa de mano: 7
Comunidad de Madrid – Madatac
Alcalá, 31
77 Million Paintings, de Brian Eno
Comisariado: Iury Lech
Del 18 de diciembre al 30 de marzo de 2014
Actividad complementaria:
19 de diciembre, 20’00h
Conferencia de Brian Eno
La Casa Encendida, Ronda de Valencia, 2, Madrid
Precio: 3€.