Tita, nacida María del Carmen Rosario Soledad Cervera Fernández de la Guerra en 1943, se siente traicionada por esa misma España que un día, hace ya 24 años, la encumbró como la más importante mecenas del arte.
En ella hay muchas Titas: niña de la clase media barcelonesa, Miss España, viuda de Tarzán, actriz fracasada del destape, portada de Interviú, ex pareja del playboy Espartaco Santoni, arruinada, redimida, y por fin, baronesa.
Pero por encima de todas, se siente y se reivindica como la persona que convenció al multimillonario barón de traer a España la colección de arte privada más importante del mundo.
«Mi marido Heini nunca la hubiera traído a España, la traje yo. Hasta Margaret Thatcher me menciona en sus memorias: que si yo no llego a ser española, la colección Thyssen estaría en Inglaterra. Luché contra muchos países para que este museo viniera a España. Así que me siento ofendida. Eso es verdad».
