William Morris y la dignidad de todo oficio

'No tengas nada en tu casa que no sea útil o que no consideres bello', hoy más que nunca se impone hacerlo

William Morris y la dignidad de todo oficio
William Morris y compañía - Fundación Juan March

A finales del siglo XIX la producción industrial en serie revalorizó el trabajo artesano y los objetos hechos a mano. Algunos de los que fabricaban estas preciosidades que sólo podían comprar los ricos, aspiraron sinceramente a un mundo utópico que las pusiera al alcance de las masas. William Morris fue uno de los que sufrieron la contradicción irresoluble entre su trabajo y sus ideas. Una experiencia muy actual entre tanto radicalismo auspiciado por ricachones.

Esta magnífica exposición -un auténtico placer estético- pretende explorar y apreciar en profundidad las múltiples facetas de William Morris (1834-1896), así como de las principales figuras del movimiento británico Arts and Crafts, siendo la primera muestra sobre este movimiento que se organiza en España. El proyecto trata de mostrar no solo la figura histórica de Morris, sino la vigencia de su obra y sus ideas. Fue fundador y líder indiscutible del movimiento Artes y Oficios que surgió en torno a 1880 con una nueva generación de arquitectos, diseñadores, artistas y artesanos que compartieron su fe en el trabajo colaborativo y el compañerismo, además de una visión moral de la vida. Bienintencionados burgueses, dios los tenga en la gloria.

El ideario básico, común a todos ellos, fue la defensa de un estilo de vida sencillo e inspirado en la naturaleza, que dio lugar a la creación de objetos domésticos caracterizados por su calidad, su carácter funcional y el respeto a la autenticidad de las técnicas y materiales utilizados. Como el propio Morris afirmó en “The Beauty of Life” [La belleza de la vida], su célebre conferencia de 1880: ‘No tengas nada en tu casa que no sepas que es útil o que no consideres bello’ ¡Cómo estarían las casa de hoy de vacías!

Inteligente, enérgico y con una inagotable capacidad de aprender diversos oficios, William Morris fue un hombre renacentista en una época, la victoriana, marcada por un gusto decorativo grandilocuente, combinado con sensibilidad romántica, auge del industrialismo y consiguiente conmoción social. La lista de sus muchos talentos es casi increíble, porque hizo literalmente pedazos la noción moderna de la vocación como profesión especializada: fue diseñador, artesano, empresario, poeta, novelista, ensayista, traductor, bordador, tejedor, tintorero, ilustrador, calígrafo, tipógrafo, conferenciante, editor, impresor, defensor de la conservación de edificios históricos, ecologista, agitador social y activista socialista6, nos cuenta el excelente dossier que la FJM ofrece a los medios.

Influenciado por su maestro John Ruskin -a través de cuyas ideas leería las de Karl Marx- defendió a ultranza el “disfrute en el trabajo” -expresión que para él y para Ruskin era sinónima del arte- y se empeñó en un descontento con los aspectos más oscuros e injustos de una época que intentó cambiar con una pasión ejemplar. La simbiosis entre ambos hombres era tan íntima que la presente exposición bien podría haberse titulado “Morris y Ruskin contra mundum” si no fuera porque ese título hubiera dejado fuera a la compañía de talentos que Morris reunió en torno suyo, aquéllos que dieron continuidad teórica y práctica a las enseñanzas de ambos y las extendieron fuera de Gran Bretaña, muchos de los cuales continúan siendo hoy notables desconocidos.

La propuesta trasciende -para no traicionar el espíritu de Morris- una mera presentación de artes decorativas -a las que Morris redimió de su estatus de “artes menores”-, pues desde su concepción pretende llamar la atención sobre la absoluta pertinencia -filosófica, estética, política y social- que tienen actualmente la obra y las ideas de Morris, uno de los pioneros del diseño moderno, uno de los primeros en reclamar -escapando del esteticismo que impregnaba su época, heredero directo de la conciencia estética ilustrada que había consagrado la autonomía de las bellas artes a finales del siglo XVIII- la restauración de la antigua unidad, vigente durante la Edad Media, entre las artes y la artesanía, entre la belleza pura del arte y la belleza accesoria, o utilitaria, del ornamento y la herramienta.

Por eso, el ideal de belleza auspiciado por Morris y compañía ya no es el objeto de un enjuiciamiento estético puramente formal, su ‘beautiful home’, la casa hermosa, conecta los dos ámbitos de la producción de artificios que habían sido separados por la tradición moderna: los de las bellas artes y las artes decorativas, las artes “mayores” y las artes “menores”.

La exposición está organizada en cuatro secciones cronológicas y temáticas con 300 importantes piezas de mobiliario, textiles, papeles pintados, joyas, vidrio, cerámica, metalistería, encuadernaciones, pintura, dibujo, grabado y fotografía:

1 De los orígenes a la Red House, 1830-1860 incluye obras de Augustus W.N. Pugin, John Ruskin y otras figuras asociadas al resurgimiento del Gótico, así como de los miembros de la hermandad prerrafaelita, Dante Gabriel Rossetti y Edward Burne-Jones.

2 William Morris y compañía, 1861-1896 se centra en los objetos que la empresa de Morris producía y vendía, dedicando especial atención al proceso artesanal de su fabricación, y se fija en la faceta conservacionista y política de Morris y en la labor de su editorial Kelmscott Press.

3 El movimiento Arts & Crafts en Gran Bretaña, 1887-1914 revisa la expansión del movimiento a través de obras de C.R. Ashbee, M.H. Baillie Scott, Sidney Barnsley, Walter Crane, E. Gimson, W.R. Lethaby, Mary Macdonald, Charles Rennie Mackintosh, C.F.A. Voysey y Philip Webb, así como de los establecimientos Liberty y Heal’s.

4 La difusión internacional del movimiento Arts & Crafts, 1890-1914, ilustra las distintas conexiones entre el movimiento británico y su desarrollo en países de Europa y Estados Unidos, con piezas de Hendrik Petrus Berlage, Josef Franz Maria Hoffmann, Koloman Moser, Lars Kinsarvik, Josep Puig i Cadafalch, Joan Busquets o Frank Lloyd Wright, entre otros.

Entre las piezas expuestas destacan, por nombrar sólo algunas, un inmenso tapiz realizado por Morris & Co. en la década de 1890 que ilustra la leyenda del Santo Grial; el exquisito armario de Ernest Gimson con imágenes de la vida rural en los Cotswolds; los bellísimos paneles bordados por Margaret Macdonald; o la gran vidriera de Frank Lloyd Wright, con la que la muestra, que extiende su relato hasta 1914, se despide.

La exposición está acompañada por un magnífico catálogo y una edición abreviada del mismo, inspirada en los panfletos políticos de Morris, eficaces y poco costosos. Hay que estar atentos a las cartelas para seguir un recorrido que apenas habla de Morris para explayarse en su influencia. Un recorrido de una belleza que ya no  puede contemplarse en ningún otro sitio. Una belleza cara a lo que sólo puede hacer frente una belleza sencilla, auténtica, simple. Como siempre.

El buen trabajo artesano siempre fue un lujo pero la revolución industrial y la producción en serie consiguieron hacer llegar simples objetos cotidianos a las casas de todo hijo del vecino. La panacea de bueno, bonito y barato nunca se cumplió del todo, pero hoy estamos más cerca de conseguirlo. Meticulosidad artesana en serie es el nuevo paradigma.

Posdata.- En 1871 se creó en Madrid la Escuela de Artes y Oficios, adscrita al Conservatorio, y en 1886 se independiza con el nombre de Escuela Central de Artes y Oficios. En 1963, se cambia la denominación a la de Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Con la LOGSE pasaron a denominarse Escuelas de Arte. Un recorrido contrario al debido, que ha postergado los oficios artesanos y que ha impedido una aplicación sistemática de la creación artística a la vida cotidiana.

Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 8
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 9
Documentación a los medios: 9

FUNDACIÓN JUAN MARCH
William Morris y compañía: el movimiento Arts&Crafts  en Gran Bretaña
Fundación Juan March, Madrid 6 de octubre de 2017 — 21 de enero de 2018
Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona 22 de febrero — 21 de mayo de 2018

Comisarios: Manuel Fontán del Junco y María Zozaya Álvarez
Comisarias invitadas: Joanna Banham (editora, entre otras publicaciones, de la Encyclopedia of Interior Design de 1998), Pat Kirkham (autora, entre otros títulos, de History of Design: Decorative Arts and Material Culture, 1400-2000, publicado en 2013) y Karen Livingstone (comisaria de la exposición International Arts & Crafts, celebrada en el Victoria and Albert Museum en 2005).
Producción conjunta de Fundación Juan March y Museu Nacional d’Art de Catalunya

CICLO DE CONFERENCIAS
16 de noviembre Juan Francisco Yvars – La sombra alargada de John Ruskin
21 de noviembre Ignacio Peyró – Un cruzado contra su época. William Morris en la Inglaterra victoriana
23 de noviembre Manuel Fontán del Junco – William Morris: belleza y justicia
28 de noviembre Guillermo de Osma – Mariano Fortuny: Más allá de William Morris.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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