El lanzamiento en 2010 de la película «La cueva de los sueños olvidados», se mostraba el lugar del cual había nacido el arte mediante las primeras pinturas rupestres de la humanidad, en la gruta francesa de Chauvet donde se recogen pinturas de hace unos 35.000 años de antigüedad.
Nada más alejado de la realidad, cuando años después un equipo internacional de científicos descubre pinturas aún más antiguas en la isla de Borneo (Indonesia).
Éstas fueron halladas concretamente, en la cueva de Lubang Jeriji Saléh. Situada a 200 metros de altura en medio de la jungla indonesa, lo que hace el acceso casi imposible.
La pintura figurativa data de una edad de 40.000 años, aproximadamente. En ella se representa un animal muy parecido a un buey atravesado por un a lanza.
Los pigmentos utilizados se basan especialmente en varias tonalidades de rojo. En cuanto al trazado, éste sugiere que fue pintada con los dedos o con alguna herramienta semejante a una brocha.
En la misma cueva se encuentra además, un conjunto de más de 20 dibujos de representaciones humanas y animales de años posteriores.
Cabe destacar unas 300 impresiones de manos humanas realizadas al esparcir pigmentos sobre la superficie de ésta, de forma que queda el contorno de la mano limpio y el fondo pigmentado.
Estos hallazgos nos abren los ojos y nos demuestran que el arte refinado no fue un fenómeno único eurocentrista, por lo que podríamos considerarlo uno de los mayores avances en la historia del arte.
