Llama la atención el pequeño tamaño de las tetas de la Jane submarina
En esta escena de la segunda película de Johnny Weissmuller, Jane, la mujer de Tarzán, nada desnuda junto a su salvaje amante.
En su segundo film, Tarzán Weissmuller nos daba una verdadera lección magistral de cómo se debe ayudar a una dama a despojarse de sus vestiduras.
Por desgracia para muchos (¡y para muchas!) la dichosa censura nos privó de ellas durante un largo periodo, en el cual nos tuvimos que conformar con la desnudez integral de la simpática, eso si, mona Chita.
Los productores no tuvieron problemas con eso, ya que por aquella época no existía todavía la FCC (el organismo censor).
Pero como ocurre siempre, la escena fue rápidamente borrada a petición de los grupos religiosos y de asociaciones de madres militantes contra la indecencia.
A destacar también el pequeño tamaño de las tetas de la Jane submarina en comparación con la más tetuda Jane terrestre.
Eso es debido a que Maureen O’Sullivan no rodó esta escena, sino que se prefirió a la nadadora olímpica Josephine McKim como doble.
Gracias a Ted Turner por devolver esta maravillosa y clásica escena al lugar que le correspondía.