El Archivo de la Filmoteca del IVAC en el Parque Tecnológico ha ampliado su espacio hasta ganar 150 metros cuadrados más donde almacenar sus fondos, 16.000 audiovisuales, que lo convierten en el tercero de España en cuanto a volumen, por detrás de la Filmoteca nacional y la de Cataluña, y el segundo por su calidad. De ellos, 10.000 son películas, y más de una tercera parte largometrajes de ficción de corte comercial. A estos se suman producciones inéditas, copias familiares, negativos, cortometrajes y trailers.
La reforma, presentada hoy por la consellera de Cultura, Trini Miró, y el jefe de conservación del IVAC, Nacho Lahoz, ha permitido habilitar una sala de trabajo de 90 metros cuadrados dedicada a la inspección, análisis del estado físico y repaso de las películas, así como una zona de almacenaje de 60 metros cuadrados en «condiciones especiales» para películas que precisan de una cámara propia, aislada del resto. De lo contrario, contagiarían a las demás del llamado ‘síndrome del vinagre’, una problema que afecta ya al 5% de estos fondos, y que les hace liberar ácido acético hasta desgradarlos y descomponerlos.
Así, incorpora dos cámaras con capacidad para cerca de 1.200 largometrajes y 750 cortometrajes, respectivamente, reguladas por debajo del 40% de humedad y en torno a los 3 grados, para la correcta preservación de los materiales fotoquímicos en riesgo
Con esta ampliación, dirigida por el arquitecto Carlos Navarro sobre una obra del arquitecto Juanjo Estellés, «se dará solución al incremento de las tareas que realiza el personal del archivo», aseguró la consellera. Asimismo, «la conveniencia de las cámaras de conservación para las películas afectadas por el ‘síndrome del vinagre’ es indudable, ya que evitará el efecto catalítico sobre los otros fondos del archivo fílmico», subrayó.
En este sentido, Lahoz destacó que con este espacio adicional para las películas afectadas por el ‘síndrome del vinagre’ evitará que las demás se contagien de este problema y permitirá «trabajar estos materiales en mejores condiciones». «De lo contrario tendríamos todos los fondos avinagrados», aseveró. Además, los nuevos despachos facilitarán la «catalogación, revisión materiales cinematográficos y hacer trabajos en vídeo que se utilizara luego para la difusión más común», resaltó.
EL SINDROME DEL VINAGRE CONTAGIA A BERLANGA
La filmografía de Luis García Berlanga es una de las afectadas por esta enfermedad cinematográfica. En concreto, los materiales de duplicación de la película ‘Plácido’, padecen el ‘síndrome del vinagre’ y habrá que volver a hacerlos, explicó Lahoz. Es «un gran problema porque son unos materiales realmente caros», indicó.
Este síndrome se ceba especialmente en los soportes amaters, que muy utilizados en las películas familiares, explicó Lahoz. Son «materiales únicos» y «muchas veces no se pueden restaurar porque para esos formatos no se ha desarrollado tecnología o porque nadie tiene tanto presupuesto como para restaurar tal gran cantidad de materiales», lamentó. En estos casos, se utilizan todos los sistemas de vídeo y digitales al alcance para generar nuevos registros de las copias.
Para el Archivo de la Filmoteca del IVAC, el próximo objetivo será incorporar un escáner para hacer las digitalizaciones, ya que por el momento, trabaja con un laboratorio de restauración del material fotoquímico de Madrid especializado en restauración cinematográfica.
La película más antigua que se encuentra en el Archivo de la Filmoteca es una ‘Danza serpentina’ de 1895 realizada por W. K. L. Dickson, uno de los padres del cine, inventor de la primera cámara cinematográfica técnica y comercialmente viable, y que trabajaba en los laboratorios de Thomas Edison.
Por su parte, la película española más antigua es una filmación de la Casa Cuesta de 1905 sobre la visita de Alfonso XIII a Valencia, realizada por Angel García Cardona.
