El Gran Teatro del Liceo estrena hoy una nueva producción propia de la ópera «Ana Bolena», de Gaetano Donizetti, con dirección escénica del mallorquín Rafa Duran y musical del ucraniano Andriy Yurkevych, y con la soprano eslovaca Edita Gruberova y la mezzosoprano Elina Garanca.
El director artístico del teatro, Joan Matabosch, ha recordado, en declaraciones a Efe, que esta tragedia lírica en dos actos, con libreto de Felice Romani, es la primera que se representó en el Liceo en el año 1847 y siempre ha estado muy unida a la institución.
En este sentido, ha subrayado que cuando ya había dejado de interpretarse en los principales teatros del mundo, el coso barcelonés la volvió a rescatar en 1947, convirtiéndose desde entonces en una de las más populares del repertorio de esta institución.
De la obra que podrá verse mañana, Matabosch también ha destacado la presencia de Edita Gruberova, «una cantante muy querida por el público barcelonés», junto a un elenco «de lujo» que incluye a Elina Garanca, al catalán Josep Bros, aunque no en las primeras funciones porque está enfermo, y a Carlo Colombara, Sonia Prina y Jon Plazaola, entre otros.
Matabosch ha señalado que en la ópera hay momentos de «una dificultad técnica total» y ha dicho que espera poder ver el «dúo de armas tomar» que forman Gruberova y Garanca, especialmente en la «escena de la locura», uno de los más conocidos de todo el repertorio romántico. «Allí las dos podrán demostrar todas sus posibilidades y mostrar todo lo que saben», ha precisado.
Respecto a la versión de Rafa Duran, ha avanzado que este director teatral, formado en el Instituto del Teatro de Barcelona, ha optado por un montaje «respetuoso» con la esencia de la tragedia lírica y el espíritu romántico de la protagonista.
Sin embargo, Duran explica que conformarse sólo con la visión romántica «es renunciar a toda la información que sobre el personaje se ha infiltrado en la cultura popular».
Junto a Rafel Lladó y Lluc Castells, ha apostado por crear «un entorno estético» que le permite «jugar con la Historia sin hacer arqueología, creando un espacio atemporal que permite el equilibrio entre la ópera y la evocación historicista».
Sobre el vestuario, asevera que ha incorporado detalles que activan la memoria del espectador y lo trasladan al siglo XVI «sin que el escenario parezca un museo de la indumentaria».
En «Ana Bolena», que volverá a representar Edita Gruberova, se incide en el drama de una mujer poderosa que debe soportar sola e indefensa el repudio, la difamación y finalmente la muerte por un adulterio que no ha cometido.
En contraposición a ella aparece el personaje de Giovanna Seymour -aquí encarnada por Elina Garanca- no solamente marcado por la ambición, puesto que su carácter va más allá y es más complejo.
En el primer acto de la ópera se revelan los motivos por los que el Rey rechaza a la reina Ana y se da a conocer que quiere casarse con Giovanna Seymour, una dama de la corte.
El espectador no es ajeno a la estrategia empleada por el Rey (la acusación de adulterio) y como Seymour y todos los cortesanos consiguen hacer evidente la voluntad real.
En el segundo acto, situado en la Torre de Londres, Ana espera el cumplimiento de su sentencia de muerte, con diferentes tentativas para evitarlo, y con un perdón final a los enemigos en el que muestra su grandeza de alma antes de fallecer.
Las representaciones de «Ana Bolena» proseguirán los días 25 y 30 de enero; el 4, 9, 14, 18, 23 y 27 de febrero y el 5 de marzo.
