Pilar Jurado: «Al público le va a sorprender esta obra, no se sentirá agredido para nada»

«Al público del Teatro Real le va a sorprender esta obra, no se sentirá agredido para nada». Así de segura se ha mostrado la compositora y cantante Pilar Jurado a pocos días del estreno absoluto de su primera ópera, ‘La página en blanco’, que acogerá el coliseo madrileño a partir de este viernes, 11 de febrero.

«Está bien quitar un poco ese miedo a la música de nueva creación. Creo que hay que conquistar a los espectadores a pequeñas dosis introduciéndole en mundos que reconozca para que luego, cuando llegan esos otros que no reconocen tanto, los entiendan como algo natural», aclara en una entrevista con Europa Press.

Pilar Jurado es de una vitalidad arrolladora que imprime a todo lo que hace en su vida. No sólo es compositora y soprano (en esta obra además es libretista) sino que también tiene un sello musical, hace dos años creó TransOpera Digital y ha editado ‘L’Arte della Coloratura’. «Realmente no tengo miedos, soy muy echada para adelante. Pero tengo respeto al público y me encantaría que gustase muchísimo esta obra, aunque tampoco puedes vivir algo así pensando sólo en cómo reaccionarán los otros. Lo he hecho con toda la honestidad como creadora y eso es un buen punto de partida», afirma.

CINCO KILOS MENOS

Todo este trajín profesional (ha abierto brecha en el Real al ser la primera mujer que estrena aquí una ópera) ha llevado a Pilar Jurado a perder cinco kilos en las últimas semanas. Tiene claro que estrenar en el Teatro Real es «lo más especial» que le podía haber guardado el destino. Sin embargo, confiesa no ser «demasiado consciente» de todo lo que hay en torno a este estreno.

Cuando se le recuerda que compositores como Tomás Marco dicen que Pilar Jurado «es la música», asegura sentirse «impresionada». «Lo que a todos les parece extraordinario para mi es el día a día. Me limito a trabajar mucho para que todo salga adelante. Todos los reconocimientos de personas a las considero referencias me hacen sentir orgullosa», indica.

A la vista de su agenda siempre ocupada podría decirse que la compositora y cantante no está «en crisis». «Mi concepto de las crisis va un poco más allá y me hace mirar hacia adelante. Las crisis son siempre momentos de cambio, en los que hay un patrón que se queda obsoleto y requiere buscar nuevos caminos. Siempre me ha pasado la vida buscando esto, por eso para mi este momento no es diferente de otros. Busco nuevos caminos y entusiasmar a los demás con esas nuevas vías», argumenta.

UNA OBRA «CERCANA»

Cuando el Teatro Real encargó a Pilar Jurado esta ópera, la compositora quería que fuese algo «muy cinematográfico» y cuando quiso darse cuenta ya había escrito el libreto. «Me interesaba que hablase de las nuevas tecnologías, que fuese algo cercano a la gente del siglo XXI». «Cuando Gerard Mortier llegó al teatro se entusiasmó y me puso en contacto con el equipo. Nunca ha habido un ‘tira y afloja’ con él. Me parece una persona muy inteligente y sabe mucho de teatro y de ópera contemporánea. Ha apoyado mi idea desde el principio. Todo con él ha sido a favor», señala.

Para Pilar Jurado, lo fundamental es la idea de que la música siga a la acción dramática. Esta ópera es, en su opinión, muy ecléctica en lo musical y está en función del desarrollo dramático». El asunto central habla «de esa sensación de que no sabemos cual es nuestra realidad». La realidad se escribe sola y solos estamos ante ella. Creemos que controlamos todo pero al final son otras personas quienes acaban controlando nuestra existencia sin que seamos capaces de intuir que eso está ocurriendo», explica.

La artista considera que los miedos del pasado se han «sublimado» de manera tremenda. «La sensación de control que tiene el hombre del siglo XXI jamás se había producido. Todos somos prisioneros de nuestra realidad, de la que crean los otros alrededor nuestro y de nuestros miedos y hasta de nuestras ilusiones», añade.

UN THRILLER

El hecho de participar también como solista en este función es para ella «la mejor manera de poder ser parte del estreno sin morirme de nervios en una butaca». Su personaje, Aisha Djarou (hace un juego de letras con su apellido) es «la única que mira más allá de los intereses propios y profundiza en el alma del compositor», otro personaje central.

La obra no deja de ser un thriller. «Es una historia en donde hasta el último momento no se descubre la situación real en la que todos los personajes están jugando. Lo que más me gusta es que tiene mucho ritmo, se hace cortísima», apunta recordando que incluso ha tenido que escribir un aria y un dúo a la par que ensayaban. «Es como Rossini. ¡Una ópera que está viva!», exclama.

A este respecto, recuerda la singularidad de esta partitura: «No se ha dado nunca antes que el compositor esté en el montaje de la obra desde el momento cero hasta el final, porque soy parte también de los cantantes. Esto es mucho más especial que el hecho de que sea una mujer», advierte.

En otro orden de cosas, Pilar Jurado señala una asignatura pendiente de las muchas que existen en el mundo de la cultura en España. «Me da un poco de pena que siempre tengamos que esperar a que nos valoren desde fuera para que nos reconozcan dentro. Deberíamos tener una sociedad más educada, con más conocimientos, para que disfrute y aprecie lo estupendo que hay en este país», afirma.

Por lo que se refiere a los proyectos que tiene en marcha, Pilar Jurado destaca un concierto de encargo para la Orquesta Nacional de España de cara a la temporada 2012-13 y otro encargo de la Comunidad de Madrid, para orquesta y coro, que estrenará la ORCAM este mes de septiembre, además de diversos proyectos discográficos. Por el momento no piensa en escribir otra ópera. «Toda mi música me la han encargado y se ha estrenado, más de 80 composiciones. Esto es un privilegio. La vida me irá sorprendiendo gratamente», aventura.

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