Tres mujeres, tres estilos llevan la música de Brasil al Festival de Montreux

Los brasileños residentes en Suiza acudieron esta noche a una cita muy especial en el Festival de Jazz de Montreux, que presentó en conciertos consecutivos a tres de las cantantes más populares de la «nueva generación» de la música de Brasil.

María Rita cerró la noche musical en el auditorio Stravinsky del Centro de Congresos de la ciudad de Montreux, donde cada año se celebra uno de los festivales más famoso y la vez intimista del verano europeo.

Un público en su mayoría brasileño y «convencido» de antemano de la calidad de las artistas que escucharía llenó ese auditorio, donde María Rita y, antes de ella, Ana Carolina y María Gadú conquistaron el corazón de los asistentes.

Gadú se presentó con su habitual estilo sencillo y sereno, y a lo largo de la hora y media que duró su presentación (15 minutos más que lo previsto en el programa) mostró estar sumamente cómoda en este festival, que la consagra como un valor seguro de la música brasileña a los 24 años y dos después de su primer álbum.

Casi al final de su presentación, el público aplaudió con fervor su versión de «Ne me quites pas», una famosa canción del repertorio francés, poco antes de despedirse del público con las flores que le entregó el director y fundador del festival, el mítico Claude Nobs.

Ana Carolina, artista consagrada con diez años de carrera y varios álbumes, subió al escenario menos de media hora después para exhibir la calidad que la ha convertido en una de las mejores representantes de la música contemporánea de Brasil.

«Es un gran placer cantar para ustedes esta noche», saludó Ana Carolina al público que entonó una tras otra sus canciones, como antes lo había hecho con las de Gadú.

Con gran dominio de escena, cómoda y decidida a gustar, la cantante cantó varias de las canciones que la han hecho popular y en dos ocasiones ondeó una bandera de Brasil.

La noche culminó con el concierto de María Rita, quien fue presentada por Quincy Jones, quien la llenó de elogios y recordó a su madre, la legendaria Elis Regina.

Con una carrera musical iniciada con algo de retraso debido al peso que supone ser hija de una de las mayores figuras de la música brasileña, María Rita lanzó su primer álbum en 2003 y con él alcanzó ya la fama, gracias a los premios que consiguió y al millón de ejemplares vendidos.

Es así como llegó por segunda vez y ya definitivamente consagrada al Festival de Montreux, donde el público la esperó con ansia.

Claude Nobs, quien acudió al escenario para despedir y entregar flores a las tres cantantes, consiguió con esta selección de lujo una noche memorable para la 45 edición del festival, gracias a tres mujeres, tres estilos y tres opciones musicales que encajaron perfectamente.

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