En la pantalla, Tom Hanks está especializado en hacer de tío majo. Fuera de ella, también tiene fama de serlo, y dada la anécdota que vamos a contaros, nos lo creemos.
Resulta que el actor de Philadelphia y Forrest Gump devolvió el dinero de sus entradas a una pareja que le reprochó la poca calidad de Larry Crowne, el filme que Hanks ha dirigido y que coprotagoniza con Julia Roberts.
Los fans se toparon con el actor en una gasolinera mientras este repostaba su coche, se acercaron a hablar con él… Y le llamaron la atención por haber firmado una película tan mala.
¿La reacción de Hanks? Pedir perdón a los espectadores, y entregarles 25 dólares (17,35 euros), el precio de sus entradas para la película.
Como dice Cinemía, eesperemos que no cunda el ejemplo, porque la reacción de público y crítica ante Larry Crowne no está siendo demasiado positiva, y el pobre Tom podría caer en la ruina.
Nosotros no podemos dejar de pensar en qué ocurriría si otros titanes de Hollywood tomasen nota y siguiesen su ejemplo: seguro que más de una fortuna de la Meca del Cine (¿alguien dijo George Lucas, por ejemplo?) se vería mermada de forma muy drástica.