Marta Etura confiesa «la danza me sigue formando como actriz y como persona»

Marta Etura confiesa "la danza me sigue formando como actriz y como persona"
. EFE/Archivo

La donostiarra Marta Etura, que protagoniza en Mérida la «Antígona» de Sófocles, ha revelado a Efe que de no haber sido actriz habría sido bailarina y que la danza le ayuda a formarse «como actriz y como persona» porque es una disciplina que le ayuda a expresar lo que lleva «dentro».

Para su papel en este montaje, que dirige el mexicano Mauricio García Lozano y que cierra la 57 edición del Festival de Mérida, se ha inspirado en todas las mujeres «que durante la historia han tenido la fortaleza de enfrentarse a un mundo de hombres, de defender sus ideales, sus creencias y su criterio».

De su relación con el director de la obra, en la que Blanca Portillo, directora del certamen, interpreta el papel de Tiresias, ha dicho que ha sido «excelente».

«Es un hombre muy inteligente, sabe escuchar con honestidad y humildad a los actores para luego poder ir montando la obra con lo que tenía en la cabeza. Es un trabajo de chinos».

Su personaje, dice, tiene una «enorme potencia» y su desarrollo ha sido un proceso «duro pero muy placentero» en el que buceado en sí misma para después «adaptarlo» a lo que quería el director y al resto de compañeros de reparto.

Ha confesado que acogió con la misma sorpresa la noticia de que ella sería la Antígona que cerraría el Festival de Mérida 2011 que con la que recibió en 2009 el premio Goya a la mejor interpretación femenina de reparto en la cinta del mallorquín Daniel Monzón «Celda 211».

Le gusta pensar sobre su Goya que esa vez «a lo mejor tocaba», porque, argumenta, «al final los premios son eso, una lotería. Dio la casualidad -agrega- de que estaba en una película que funcionó muy bien».

A pesar de haber entrado ya en la treintena y de estar conociendo otros aspectos de la profesión en la vicepresidencia de la Academia de Cine, aún considera que le siguen faltando «años por cumplir» para representar dos de las obras de sus sueños, «Un tranvía llamado deseo» y «Quién teme a Virginia Wolf».

Aún así, es consciente de que en su profesión «nunca hay nada seguro, siempre hay que seguir buscando e investigando porque nunca hay nada concreto, todo está vivo y en constante movimiento».

Por eso se inspira en «grandes actrices» como Meryl Streep, Natalie Portman, Kate Winslet y Victoria Abril, entre otras, para seguir creciendo.

Etura, que ha bailado en «Libiamo», de la compañía 10&10, y en «La señorita Cristina», de Pedro Berdäyes, tampoco renuncia a realizar más trabajos en el ámbito de la danza.

Por Concha Hierro

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