Antonio Resines se pasa al otro lado de la barra en el «Cheers» español

Antonio Resines se pasa al otro lado de la barra en el "Cheers" español
. EFE/Archivo

Antonio Resines, uno de los actores imprescindibles de la ficción cómica de la televisión, se pasa al otro lado de la barra del bar en la versión española de «Cheers», una serie a la que le vaticina un gran éxito, al tiempo que lamenta que no se hubiese «pensado un final mejor» para «Los Serrano».

Hoy es el preestreno en Telecinco.es de su nueva serie, previo al estreno mañana en la pequeña pantalla de la adaptación española de aquella célebre comedia estadounidense sobre los enredos del personal y los clientes habituales de un bar irlandés de Boston.

Resines muestra tal confianza en el «Cheers» español, que ha apostado que la serie conseguirá por lo menos un 20 por ciento de audiencia.

Junto a Resines (Félix Simón, psiquiatra inseguro y enamoradizo) encabezan el reparto Alberto San Juan (Nico, el dueño del bar) y Alexandra Jiménez (Rebeca Santaolalla, una «niña bien» venida a menos).

Lo completan Pepón Nieto (Blas, un cliente con pocas ganas de trabajar), Joan Pera (Pedro Panero, camarero), Chiqui Fernández (Lola Mendoza, camarera), Luis Bermejo (Ricardo Rodero, cliente) y Adam Jezierski (Yuri Semionov, cocinero).

«La serie se dejó de emitir en España hace veinte años. Todo el mundo se acuerda de los personajes, pero no de las historias, que están magníficamente contadas y tienen además un tipo de humor muy blanco que toca con el surrealismo», destaca.

Interpreta el personaje del actor Kelsey Grammer en la serie original, Frasier, un psiquiatra conductista «un poco absurdo, que solo tiene seis pacientes y uno se le mató porque se creía Spiderman».

De este modo, Resines pasa al otro lado de la barra del bar para disfrutar de unos buenos vinos -aunque él dice ser más de cervezas-, tras sus experiencias previas como mesero en «Los Serrano» y en «Los ladrones van a la oficina».

«No tiene nada que ver con ‘Los Serrano’, porque es otro extracto social. El bar es el bar de ‘Cheers’, exactamente igual, con la única diferencia de que las fotos, en vez de jugadores de béisbol, son fotos de fútbol, en concreto del Cádiz», cuenta.

Además, añade, «esto no es una dramedia o una comedia familiar, porque no hay familias. Las relaciones son de amistad o sentimentales».

Sobre su anterior serie, reconoce además que «se podía haber pensado algo mejor para el final» y cuenta divertido que en internet se ha acuñado un grupo llamado «Es casi peor que el final de Los Serrano», al que colocan por delante de la conclusión de otras series como «Perdidos» y «Los Soprano».

«Fíjate qué nivel», bromea Resines, que añade que, hasta hace poco, la gente se lo recriminaba a gritos por la calle.

El reto con «Cheers» no consiste tanto en disponer de un buen final, como en estar a la altura de un clásico de la televisión estadounidense que acaparó 28 premios Emmy y que estuvo en antena durante once temporadas.

Al recordarle el fracaso de otras adaptaciones americanas en España, dice que, «con todos mis respetos y salvando las distancias, no tiene nada que ver con ‘Las chicas de oro'».

«La adaptación no estuvo bien y eso que la gente que lo hacía eran muy buenos profesionales. Esto sí que está bien», opina.

Los guiones de la nueva «Cheers» han sido adaptados, pero asegura que «cuando se ríe todo el equipo de las tonterías que hacemos, ya sabes que funcionará».

Tan entusiasmado está que, aparte de la apuesta que ha cerrado sobre la audiencia con el presidente de Telecinco, Paolo Vasile, dice que no le importaría repetir este personaje durante años e, incluso, protagonizar un eventual «spin-off» (serie propia) con ese personaje. «Sería una chulería», afirma.

Resines destaca que «la televisión es fundamental desde hace mucho tiempo» y pese a que casi todos sus trabajos en televisión han contado con el beneplácito de la audiencia, cree que ésta «en absoluto tiene siempre la razón».

Eso sí, afirma que a la tele, él va «a hacer comedia».

«No me apetece hacer un personaje como el de «Celda 211». Es agotador hacer drama. Me merece un respeto grandísimo, pero si tuviese que ir a hacer todos los días «Amar en tiempos revueltos», me pegaría un tiro, todo el día llorando. Eso, en una película», afirma.

Javier Herrero

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