Dante Ferretti, la mente que ha forjado las maravillas del «Hugo» de Scorsese

Dante Ferretti, la mente que ha forjado las maravillas del "Hugo" de Scorsese
El productor y director artístico italiano, Dante Ferretti. EFE/Archivo

Detrás de la imaginaria París y las fantasiosas maquinarias de «La invención de Hugo», de Martin Scorsese, se encuentra la mente genial del director artístico Dante Ferretti, quien ha recibido su décima candidatura al Óscar por este trabajo que define como «un sueño».

«¿La ha visto?, ¿Ha visto ‘Hugo’? ¿Qué le parece?», pregunta con la emoción de un primerizo durante una entrevista telefónica con Efe desde Vancouver (Canadá), donde se encuentra trabajando en «The Seventh Son» de Segej Bodrov.

«Es como un sueño, y con esta definición no hay nada más que se pueda decir de ‘Hugo'», se responde a sí mismo Ferretti, la mente que ha forjado todas las fantásticas invenciones que aparecen en la nueva película de Scorsese, que ha coleccionado once candidaturas al Óscar.

Y es que en el mundo del cine a Ferretti se le conoce como «el constructor de sueños», pues en 43 años de carrera su imaginación ha concebido los escenarios de películas como «Medea» (1969) de Pier Paolo Pasolini, «El nombre de la rosa» (1969), «Las aventuras del barón Munchausen» (1988), «Gangs of New York» (2002) o «El aviador» (2004).

Y cuando se le recuerda que así le llaman en Hollywood, Ferretti solo puede admitir entre risas que le gusta mucho.

Ferretti, quien cumplirá 69 años el día de la ceremonia de entrega de los Óscar, el 26 de febrero, le quita importancia a su décima candidatura a este galardón.

«Ya estoy acostumbrado y además ya tengo dos, cuatro si sumamos los que ha ganado mi mujer Francesca LoSchiavo (también directora escénica). Ahora es inútil hablar de ello», asegura a Efe el ganador de dos estatuillas de Hollywood por «El aviador» (2004) y «Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet» (2007).

Pero quien le conoce bien sabe que esta actitud de quitar importancia al premio lo hace por motivos de superstición.

Eso sí, admite que «haber recibido la candidatura es un gran reconocimiento a un duro trabajo, pues con todas las películas que se hacen en el mundo solo cinco vienen tomadas en consideración».

Reconoce que «Hugo» es una de las películas que la ha requerido «el trabajo más arduo»,y además tiene para Ferretti algo especial, pues le ha recordado su niñez y en ella se ha inspirado.

«Durante mi infancia en Macerata, cuando tenía unos 10 años, era amigo del hijo del señor que daba cuerda al reloj de la torre. Era un sitio mágico, había que subir hasta 25 metros por unas escaleras empinadas y a veces nos dejaba a mí y a mi amigo darle a las manivelas», cuenta saboreando todos los detalles de sus recuerdos.

Luego -continúa su relato- «cuando leí el libro de Brian Selznick, en el que está basada la película, me dije: ‘¡Dios mío!’ esto es igual que lo que yo he vivido».

Pero la última obra de Scorsese también es especial porque «cuenta el nacimiento del cine en París de la mano de Georges Méliès y es algo que forma parte de mi vida».

«Como trabajo ha sido muy laboriosa, pues la trama transcurre en la París de los años 30, pero todo, completamente todo, ha sido reconstruido en los estudios de Pinewood y de Shepperton en Londres», explica.

Un trabajo que hace que la película se convierta en «algo colosal, con escenarios con dimensiones que crean un impacto visual impresionante», agrega.

Para uno de los más fieles colaboradores de Passolini y Federico Fellini también ha sido, como para Scorsese, su primera experiencia con el cine en tres dimensiones.

«No ha sido difícil. El 3D no cambia nada, pues se sigue trabajando como antes, se sigue reconstruyendo la calle, la casa a dimensiones reales, lo único que cambia es que se tiene que prestar más atención a los detalles, a la profundidad», comenta Ferretti, que añade que Scorsese tampoco quería «un 3D que invadiese al público».

Con «Hugo», el binomio Scorsese-Ferretti ha llegado a ocho películas. «Trabajamos desde hace siempre porque el se fía de mí completamente y eso es importante», subraya.

«Hablamos mucho antes de empezar la película, nos reunimos durante horas, vemos mucho cine, pero después él me deja completamente libre de hacer lo que quiera. Yo hago mis esbozos, mis maquetas y cuando se los presento siempre los recibe con un ‘great!’ (fantástico)».

Cristina Cabrejas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído