Es meritorio el playback -no se nota en absoluto- pero es decepcionante que la música no sea en directo
Inspirada en los recuerdos de una gira por Oriente Medio de una modesta orquesta española allá en los años sesenta del pasado siglo, en el momento en el que irrumpían los grupos de rock y el viejo repertorio agonizaba, fue una película de éxito hace dos décadas antes de este agradable ‘remake’ teatral. “Orquesta Club Virginia” es una comedia sin pretensiones pero con personalidad, que no pretende innovar ni filosofar, pero que consigue atrapar y entretener. Su honrado discurrir disculpa algunas deficiencias no banales. Lejos de la pretenciosidad e impostura que tantas veces reina en los espectáculos ‘in’, es un soplo de aire fresco, de nostalgia sana, que los convalecientes de ‘jaquecatis modernae’ producida por el último festival de otoño en primavera debieran correr a autorecetarse. Vacuna antiesnobismo, ‘purga de Benito’ de efecto inmediato, vuelta a lo básico: unas cuantas risas a costa del ayer, unas cuantas músicas del ‘adn’ generacional de los que vamos de retirada, y lo efímero del idealismo juvenil y lo difícil del amor y la amistad en trazo suave.
A propósito de la obra su creador y director dice que es una miniatura sobre la vida de una orquesta, sobre gente que algún día soñó que hacer música era lo mejor que podía hacerse en esta perra vida. Es una historia corriente de gente corriente que toca un instrumento para ganarse la vida y canta el Currucucú Paloma o Las hojas verdes sobre un modesto escenario. Música ambiental, de antes de que se inventara el término. Grande éxitos interpretados razonablemente en locales nocturnos de ocio a la vieja usanza.
El director de cine Manuel Iborra sólo había realizado una incursión previa en el teatro. No se le da mal. “Orquesta Club Virginia” cuenta con algunos de los actores del reparto original del film -Antonio Resines, Jorge Sanz, Enrique San Francisco y Pau Riba- y tres buenas incorporaciones al conjunto musical. Hay un total de diecisiete actores.
La historia del joven Tony fue interpretada en la versión cinematográfica por Jorge Sanz, que ahora se alterna en otro papel, dejando el protagonismo al joven Víctor Elías, que estuvo algo inseguro en el estreno encarnando un personaje que ha desaparecido de nuestras tablas y quizás de nuestras ciudades, el buen chico, ese encantador joven inocente e idealista capaz de enamorarse y carente de dobleces.
Tony tiene 17 años y quiere ser un ‘beatle’ de éxito, pero por alguna razón que desconocemos se enrola en la orquesta de su padre para tocar mambos y otras antiguallas en una gira por la otra orilla del Mediterráneo. Será un bautismo de fuego musical y personal, una aventura inolvidable. Antonio Resines haciendo como siempre de Antonio Resines es el señor Domenech, su impresentable padre, un pobre mangante que tiene hijos abandonados por medio mundo y pilota un conjunto musical variopinto: un joven saxofonista pendenciero, un trompetista en declive, un batería mariquita y un contrabajista acomodaticio que Pepón Nieto convierte en el mejor personaje del grupo. La interpretación de Juan Díaz mejora a lo largo de la representación, a medida que humaniza a este duro de corazón blando al que le sobran palabrotas para terminar de cuajar. Díaz -al que pudo verse en El tiempo y los Conway, dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente- está convincente y se lo va a poner difícil a Jorge Sanz con el que alterna el papel. El personaje de ‘El Negro’ necesitaría menos embellecimiento y más introspección para plasmar la inconsecuencia tan común en nuestros días de estos predicadores que nunca dan trigo. Una presencia afortunada la del grupo femenino de The Jools, que lidera con buenas dotes Miranda Gas. Y un complemento humorístico de mérito en el resultado final el que ofrecen los Bonora Brothers.
La escenografía de Jean Guy Lecat cumple con el cometido de una producción de ajustado presupuesto, y en esta tarea todo el equipo del Teatro Español merece la calificación de notable en una pieza con 42 escenas. Lo más notable de todo es que durante toda la obra uno cree estar escuchando cantar y tocar a los actores en escena, y eso se valora con candidez: los arreglos son facilitos pero no sabíamos que Resines pudiera sentarse al piano… Uno se emociona con el ‘Twist and Shout’ que canta Tony y con el ‘The house of rising sun’ que canta María y uno piensa que no esta nada mal la parte musical de esta comedia musical y que cada vez cantan mejor nuestros actores. Craso error pues al leer con más atención el programa tras la función, repararás en que hay una ‘realización musical’ y que voces e instrumentos son una grabación enlatada. Es meritorio el playback -no se nota en absoluto- pero es decepcionante que la música no sea en directo -la obra se define como teatro musical-.
Este detalle, ciertamente importante, y una prolongación excesiva de la obra, con un intermedio destructor, y una segunda parte que decae notablemente, perjudican el mérito global. Lo primero parece irresoluble: teatro musical en ‘playback’. Lo segundo, puede cambiar. Reduciendo a una hora y cuarenta y cinco minutos sin interrupción, la orquesta girará mejor.
Posdata.- Al parecer, Miranda Gas sí que canta La casa del sol naciente, y Víctor Elías toca algo al empezar, y todo lo demás sería pregrabado, pero ha sido sido imposible conseguir los datos fidedignos y completos.
VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 6
Dirección: 7
Interpretación: 7
Escenografía: 7
Música: 6
Producción: 7
Teatro Español – Las Naves del Matadero
Orquesta Club Virginia
de Manuel Iborra
Hasta el 15 de julio de 2012
Reparto
Orquesta Club Virginia:
Sr. Domenech Antonio Resines
Tony Víctor Elías
Curt* Jorge Sanz y Juan Díaz (Sanz 16,17, 22 y 23 de mayo y del 12 de junio al 15 Julio; Díaz los días 18, 19, 20, 24, 25, 26, 27, 29, 30, 31 de mayo y 1,2,3,5,6,7,8,9 y 10 de junio)
El Negro Enrique San Francisco
El Maño Pepón Nieto
Solimán Pau Riba
Bonora Brothers:
Enzo Guillermo Montesinos
Chesca Macarena Gómez
The Jools:
María Miranda Gas
Patty Vicky Luengo
Dolores Iris Arisa
Selene María Mira
Pequeñas partes:
Claudia Coelho
Farid Fatmi
Josan Grau
Mansueto Manel
Malcolm Sité
Escenografía Jean Guy Lecat
Vestuario Lorenzo Caprile
Fotografías Sergio Parra
Audiovisuales Equipo Teatro Español
Efectos acústicos Equipo Teatro Español
Efectos especiales EFE, Efectos Especiales, S.L.
Mobiliario y atrezzo Vázquez Hnos.
Vestuario Fondo del Teatro Español y Cornejo
Coordinación artística Ana Huete
Músicos que han intervenido en la realización:
Santi Arisa composición, arreglos, adaptaciones, percusiones, batería, guitarras 12 cuerdas y eléctricas, voz y producción
Xavier Roger «Richi» saxos, teclados, bajo, voz, arreglos, producción y técnico grabación
Ultano Gómez piano
Xavier Benito coros
Gerard Fusté coros
Paula Costes voz
Una producción del TEATRO ESPAÑOL.