El sida es un virus creado en laboratorio, el aterrizaje en la Luna fue una mentira de la NASA
Hoy en día, los charlatanes de feria ya no existen, pero las mentiras y las historias insensatas siguen siendo un buen negocio, aunque hayan mutado en su forma.
Nadie cree en caballos alados, pero la cosa cambia si hablamos de cocodrilos que viven en las alcantarillas, de extraterrestres o de personajes famosos.
Quien más se beneficia de las leyendas urbanas es el mundo del cine, que ha encontrado en ellas un filón para crear guiones de éxito.
La brecha la abrió en 1981 el filme de terror Llama un extraño, que recreaba una de las leyendas más célebres y terroríficas, la de la canguro que ve la televisión mientras los niños a los que tiene que cuidar duermen en el piso superior.
La chica recibe una llamada telefónica con una inquietante voz que le dice: «No te muevas de ahí, que ahora bajo a por ti».
Descubre horrorizada que se trata de un psicópata que estaba escondido en el piso superior y que ha asesinado a los pequeños. La película fue un éxito que, en España, recaudó setenta millones de pesetas.
LA LEYENDA URBANA MÁS FAMOSA EN ESPAÑA
Como en 1997, cuando surge aquella retorcida historia según la cual, durante la emisión del programa de Antena 3 Sorpresa, sorpresa, el cantante Ricky Martin, escondido dentro del armario de una joven admiradora, vio cómo la chica se embadurnaba sus partes íntimas con mermelada (Nocilla, según algunas versiones) y hacía que su perro se las lamiera.
Fue la leyenda urbana que más rápido se extendió por España. El impacto del rumor fue tal, que la cadena tuvo que desmentirlo en los informativos. Con todo, los efectos perduraron varios días, ya que, aunque el programa se emitía en la noche del martes, la reposición que se realizaba el domingo por la mañana registró dos puntos más de lo habitual en sus índices de audiencia.
¿QUIÉRES ATRAER VISITANTES AL PANTANO? INVÉNTATE UN COCODRILO
El pantano de Valmayor, un embalse al noroeste de la Comunidad de Madrid, fue un hipotético refugio de unos esquivos saurios. El dispositivo de búsqueda no encontró pruebas de su existencia, y la Consejería de Medio Ambiente volvió a autorizar la práctica de deportes acuáticos. Los agentes forestales de la zona relataron que, tras las primeras noticias, llegaron muchos curiosos, pero su número se redujo progresivamente.
OVNIS Y EXTRATERRESTRES
Quizá el mejor ejemplo de cómo estas historias insensatas pueden convertirse en máquinas generadoras de dinero sea la ciudad norteamericana de Roswell, en Arizona, donde, según la leyenda, el 3 de julio de 1947, un ovni se estrelló en los alrededores, y los cadáveres de los alienígenas que tripulaban la astronave fueron llevados a una base militar cercana. La historia ha sido desmentida en innumerables ocasiones, e incluso se demostró la falsedad de una filmación en la que se veía la supuesta autopsia de uno de dichos seres. Pero eso no ha impedido que Roswell se haya convertido en lugar para los fanáticos del fenómeno ovni. Un artículo publicado en 2000 en la revista Forbes, titulado Dólares volantes no identificados, explicaba que el pueblo recibió noventa mil visitantes ese año, y que los lugareños habían ido montando un suculento negocio de venta de camisetas, muñecos y llaveros que arrojaba anualmente unas ganancias de cinco millones de dólares.
En España, la localidad de Ochate estuvo a punto de convertirse en el Roswell nacional. Situado a quince kilómetros de Vitoria (Álava), Ochate es un pueblo abandonado en torno al cual giran leyendas que hablan de maldiciones, espectros y ovnis. La locura en torno al lugar se desató en 1999 tras la publicación del libro Los expedientes X españoles más asombrosos, de Iker Fernández (un superventas con veinte ediciones agotadas). Según la comisión vecinal de Imiruri, localidad de la que depende el abandonado término de Ochate, ese verano cientos de personas visitaron el pueblo.
LAS LEYENDAS SOBRE CONSPIRACIONES
El sida es un virus creado en laboratorio, el aterrizaje en la Luna fue una mentira de la NASA… Son algunas de las leyendas que tratan sobre conspiraciones gubernamentales o de grupos paracientíficos, paramilitares o paraloquesea. Unas historias que apasionan a grandes sectores de público, a juzgar por su rentabilidad comercial. Un ejemplo de ello es el éxito de la serie Expediente X, cuyo argumento recopila las teorías conspiratorias conocidas.
Los atentados del 11-S también han generado teorías conspiratorias. Que fue un montaje orquestado por la CIA y el Mossad israelí, y que los ciudadanos árabes de Nueva York estaban alertados de lo que iba a ocurrir son los bulos más repetidos. Y un libro que se hacía eco de algunas de esas tesis se ha convertido en un fenómeno editorial. Se trata de La gran impostura, del francés Thierry Meyssan, que pretende demostrar que ningún avión se estrelló contra el Pentágono, sino que fue un misil lanzado por los propios norteamericanos. El libro ha alcanzado en España las doce ediciones (treinta y cinco mil ejemplares vendidos), y en Francia, las ventas ya superan el millón de ejemplares.