Lo de Antonio y Melanie no sabíamos si estaba, o no, abocado al fracaso. El caso es que, sea como fuere, Banderas y Griffith lograron alzarse como una de las parejas más longevas de la meca del cine.
Pero, al final, todo acabó, tal como cuenta El Semanal Digital. Y no de la forma más civilizada que cabía pensar. La madre de Dakota Johnson, protagonista de 50 Sombras de Grey y del corto del verano de Alejandro Amenabar y Estrella Damm, pasó a refugiarse en sus amigas, en su casa y en la ya no tan pequeña Stella del Carmen. Y Antonio, por su parte, se centró en su vida como actor y en la nueva mujer que le acompaña, Nicole Kimpel.
Y mientras Antonio se dedicaba a pasearse junto a Nicole por medio mundo, actos, saraos y estrenos de películas, Melanie se centraba en recomponerse, sola, y obsesionada con borrarse el tatuaje -del que todavía luce parte- que en un alarde de amor dedicó a Antonio en su brazo.
Cuenta Mar Yuste en ESD que pocas cosas les seguían uniendo. Salvo su hija Stella del Carmen. Y algo más… La casa en la que vivieron juntos. Una sonada mansión en Los Ángeles, en Hancock Park, que llevaba puesta en venta un tiempo y de la que, todavía, no habían logrado desprenderse. Hasta ahora.
Jugoso negocio
Si lo de Antonio y Melanie está más que roto, y Stella se marcha a vivir fuera de Los Ángeles para continuar sus estudios y su vida, mantener el citado inmueble no tenía mucho sentido. ¿Lo mejor? Desprenderse de él.
Lo cierto es que Melanie y Antonio han tenido mucha más suerte que Isabel Pantoja en lo que respecta a las casas. Y no, no nos referimos a la celda en la que vive ahora la madre de Kiko y de la que, dicen, ha conseguido supuesto trato de favor para estar «como en casa», si no a la morada de La Moraleja y otras propiedades que, finalmente, como ha desmentido Cintya Ruiz, abogada de Isabel, todavía no se ha logrado vender.
En el caso del ex matrimonio Banderas Griffth la cosa ha sido muy distinta. Ellos podían esperar y, al final, han logrado cerrar el acuerdo de la venta de la mansión de Los Ángeles en 15,9 millones de dólares con el directivo de Netflix, Ted Sarandos, y su mujer, Nicole Avant. Un poco menos que los 16,1 que pedían originalmente, pero igual de rentable.
Un sonado y jugoso negocio que, durante un rato, ha vuelto a unir a Melanie y Antonio, pero que, en realidad, les separa más que nunca. Ya no hay nada -salvo una Stella ya mayor de edad y que sirvió para acercarles en su graduación- que les haga estar juntos.
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Vía: El Semanal Digital
