Teatro comercial sin complejos y sin aportaciones, de buena factura y efectos calculados, el resultado de una iniciativa conjunta del empresariado bonaerense apadrinada por el más famoso director argentino. Con aceptable puesta en escena y bien interpretada, ‘Bajo terapia’ abre la temporada madrileña en clave comercial, divierte y entretiene con solvencia, y va creciendo en interés hasta que se despeña en un final oportunista que estropea lo logrado.
Explica Daniel Veronese que trata de tres parejas invitadas a participar de un aparente sano esparcimiento terapéutico que dará rienda suelta a confesiones, reclamos, verdades y mentiras: ‘Los seis jugadores se sentirán impulsados a desplegar movimientos, a actuar su juego oculto. Una forma radical para poder expresar lo velado; romper orden, códigos y apareamientos que venían funcionando hasta hoy. Y así poder respirar’. Lo que no explica es que la inmóvil y artificiosa situación se mantiene con buenos e ingeniosos diálogos y una buena puesta en escena hasta que desemboca en un desenlace que sorprende, sin duda, pero que al menos a nosotros nos decepcionó por practicar el socorrido timo del ‘buenismo’: qué buenos somos y que unidos estamos contra el malvado malo.
No revelaremos los detalles pero sí diremos que cualquier trascendencia de lo presenciado -esos problemas habituales en las parejas que aún tratados en clave humorística podrían incomodar con su realismo al público asistente- es abandonada en pos de un final feliz, con chivo expiatorio donde centrar todos los males, y absolución general de personajes y espectadores para no aguar la fiesta de la impostura general que reina en las relaciones sociales, y más que en ninguna otra en las de pareja.
Tras atisbarse retazos de la vida real, se abandona de golpe toda pretensión crítica. Con razón el texto ganó el concurso de la asociación de empresarios teatrales y de la asociación argentina de actores; por taquillera para los unos y vistosa para los otros. Por primera vez, seis de los empresarios teatrales más importantes del país sde han unido para producirla y exportarla, aunque en España se quedan cinco, cayendo del cártel Julio Gallo.
La puesta en escena no puede ser más económica y discreta al modo como los productores ahorran hoy día: espacio único con escaso mobiliario; ausencia absoluta de elementos novedosos, de recursos de carpintería teatral; iluminación fija. No queda mal pero es pobretona. El reparto contiene la llave del éxito comercial, actores en el candelero televisivo. Y Veronese saca de ellos gran partido.
Gorka Otxoa y Manuela Velasco se quedan con los papeles más simpáticos, la pareja joven y optimista. Todo ira bien hasta que Gorka tenga que cambiar drásticamente de registro y el nuevo ‘Teby’ agresivo resulte desastroso. Melani Olivares y Fele Martínez aseguran el basamento de la pieza como esa pareja típica y tópica, aburrida y peleada tras un par de décadas de matrimonio. Finalmente, Juan Carlos Bellido y Carmen Ruíz son la pareja disfuncional donde estallará el escándalo; él, dominante; ella, sumisa. Como debe ser en toda comedia que se precie hoy día, las mujeres son más listas que los hombres. En la segunda función madrileña, hubo no pocos trastabilleos, pero en general el elenco pisó las tablas con esa soltura televisiva tan empática y superficial que terminará imponiéndose también en el teatro.
Matías del Federico nos cuenta un bonito cuento para explicar su génesis: ‘Estuve varios años sentado frente a la computadora intentando encontrar una idea para escribir mi primera obra de teatro. Sacrifiqué horas y acontecimientos importantes, obsesionado por realizar mi mayor deseo. Cambié de posición la computadora y probé con distintos horarios para escribir. Me mudé de lugar buscando la mejor corriente de energía inspiradora, pero nada daba resultado. Finalmente un estudio médico fue el hallazgo. Triglicéridos altos. Debía salir a correr al menos tres veces por semana. Corriendo por el pueblo tuve una imagen de parejas discutiendo en una sobremesa. Cuando llegué a casa anoté la idea y de ahí en más fueron tres meses de disfrute y esfuerzo hasta darle forma a la obra’.
Lo cierto es que nos parece que más bien se ha inspirado en un gran éxito reciente y en esa enorme afición a terapeutas y terapias psicológicas en la que Argentina destaca. El éxito (aunque también se podría citar «Un dios salvaje» de Yasmina Reza) es «Toc toc», del humorista francés Laurent Baffie, que desde que se estrenó en 2005 (ver nuestra reseña de 2011) no ha dejado de llenar teatros. En España y Argentina inicia su quinta temporada. Un trabajo nada exigente e innovador, pero coherente y profesional. Le dan al público lo que el público que va a verlos quiere. Del Federico/Veronese aparentan más empeño, lo consiguen en texto y puesta en escena, pero lo desperdician en un final que muestra costuras tan políticamente correctas que lo afean.
Del Federico es el ganador de un concurso de teatro comercial en el que no caben profundidades más allá de hacer pasar un buen rato que justifique el dinero gastado. Como decía el crítico Héctor Puyo en su estreno en Buenos Aires en enero pasado, ‘es llamativo que un autor joven -nació en la provincia de Santa Fe en 1981- esté absolutamente alejado de todo riesgo de estilo y de todo interés de búsqueda y renovación -como antaño le pasó al director Daniel Veronese- y apunte al más comercial de los teatros comerciales, porque se sabe que con ayuda de la suerte puede ser un buen medio de vida y un salto a las autorías televisivas. En ese sentido hay que agradecer la sinceridad del concurso: crear un fenómeno comercial llevando a la avenida Corrientes a nuevos autores argentinos para disfrute de un público de buen poder adquisitivo’.
Veronese nunca nos ha deslumbrado ni como autor, ni como adaptador ni como director. Aterrizó con suerte y éxito en el Centro Dramático Nacional allá por 2006 como autor con ‘Mujeres soñaron caballos’. La temporada siguiente repitió ya como director con una recreación desafortunada del clásico ‘Tres hermanas’ de Antón Chéjov a cargo del grupo Periféricos de Objetos de Buenos Aires del que es fundador (ver nuestra reseña). En 2009, fue el Teatro Español (ver nuestra reseña) el que le ofreció su escenario para montar con corrección ‘Glengarry Glen Ross’, la obra por la que David Mamet obtuvo el Premio Pulitzer en 1984.
En el Festival de Otoño y Primavera de 2010 presentó una obra suya, ‘Del maravilloso mundo de los animales: Los corderos’ (ver nuestra reseña), escrita en 1992, una historia de abusos sexuales en una familia desestructurada, profundamente turbadora y desagradable a pesar de presentarse en forma de farsa, que vendría a ser la antítesis de esta ‘Bajo terapia’ edulcorada. Ya en 2012 (ver nuestra reseña) presentó su tercera adaptación libre de una obra de Anton Chejov, ‘Los hijos se han dormido’ una versión de ‘La gaviota’ que aprovechaba su texto, estructura y prestigio, pero perdía trascendencia y profundidad, se banalizaba en naturalismo deprimente, y terminaba confusa y plúmbea. Y finalmente en 2013 adaptó y dirigió ‘Cena con amigos’ (ver nuestra reseña), una comedia que tuvo gran éxito en el ‘off Broadway’ de Nueva York trece años antes, precedente similar a ‘Bajo terapia’, con dos en vez de tres parejas, y una cena en vez de una sesión de terapia grupal. Podría decirse que va perdiendo fuelle, cada vez más pendiente de la taquilla.
Ahora ha contado a la agencia Efe: ‘Estrenamos la obra en Avilés el 21 de agosto, con menos de un mes de ensayos, y el tour de force ha sido un éxito, porque todo el equipo tiene un ímpetu de trabajo importante. En Avilés la gente se reía en los mismos lugares que en Buenos Aires. La diferencia en las producciones tiene que ver más con los elencos, porque yo siempre trabajo mucho con los actores y les dejo sueltos para que generen teatralidad, cierto color de la escena». Tras comparecer ante el público este viernes después de la función, retorna a su tierra y sus dos asistentes se harán cargo de una ya contratada gira española. Volverá dentro de un año con la versión teatral de «Todas las mujeres» (2013), la comedia que protagonizó Eduard Fernández junto a Michelle Jenner.
La pieza goza de un texto tan preciso como chispeante, un trabajo de ‘adaptación al castellano’ que ha eliminado cualquier rastro de argentinismos. Al parecer la versión española incluye cambios que han hecho necesario sumar a Adriana Roffi al equipo artístico. También hay una ‘jefe de casting’ y un ‘diseñador gráfico’, pero no sabemos qué hacen. Falta profundidad, riesgo, desafío e ir más allá de los tópicos imperantes. El desenlace encantará a los ‘podemitas’ como habrá placido a los ‘kirchnerianos’, gentes amantes del pensamiento único, de los tribunales populares, de las sentencias drásticas y de la construcción de hegemonías sociales en base a la demagogia y el populismo ¡Qué importa que no haya pruebas, que se ejemplarice una estructura inquisitorial, ilegal y abusiva, que se condene sin juicio imparcial, si todo ello hace que el público aplauda a una como en Fuenteovejuna, se ponga en pie refrendando la pirueta y llene el teatro tal y como lo hizo este viernes, al día siguiente del estreno!
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés: 6
Texto: 6
Dirección: 7
Puesta en escena: 6
Interpretación: 7
Producción: 5
Teatros del Canal – Sala Verde
Bajo terapia, de Matías del Federico
Del 27 de agosto al 27 de septiembre de 2015
Dirección: Daniel Veronese
Reparto por orden de intervención:
Gorka Otxoa, Manuela Velasco, Melani Olivares, Fele Martínez, Juan Carlos Vellido y Carmen Ruiz
Versión: Adriana Roffi
Adaptación al castellano: David Serrano
Escenografía y vestuario: Elisa Sanz
Iluminación: Ion Anibal
Ayudante de dirección: Maite Pérez de Astorga y Nacho Redondo
Fotografías: Jean Pierre Ledos
Diseño gráfico: Alberto Valle (Hawork Studio)
Comunicación: CULTPROJECT
Productores asociados: Sebastián Blutrach, Carlos Rottemberg, Pablo Kompel, Ignacio Laviaguerre y Mauricio Dayub
Jefe de casting: Rosa Estévez
Producción ejecutiva: Lola Graiño
Directora de producción: Ana Jelín
Duración: 1 hora y 30 minutos
Horario: De miércoles a viernes 20.30 h. Sábados 19.30 h y 22.00h. Domingos 19.30h
Encuentro con el director: viernes 28 de agosto (tras finalizar la función).
Encuentro con los actores: jueves 3 de septiembre (tras finalizar la función).
El precio de las entradas es el mismo tanto en taquilla como en la web de Teatros del Canal.
Miércoles y jueves Platea 20€ 1ª balconada 18€ 2ª balconada 14€
Viernes, sábados y domingos Platea 25€ 1ª balconada 20€ 2ª balconada 15€.