Trabajos de amor nunca perdidos

Shakespeare también escribió esta comedia de enredo que nos descubre la Fundación Siglo de Oro

Trabajos de amor nunca perdidos
Trabajos de amor perdidos - Teatros del Canal

Precediendo el siglo de oro español, Shakespeare se despachó con esta comedia de enredo ‘avant la page’ que quedó pronto arrinconada a pesar de su fresco sentido del humor, sus diálogos ocurrentes, sus agudas observaciones sobre la realidad, sus intrincados juegos de palabras. O quizás por todo ello. Con ‘Trabajos de amor perdidos’ la Fundación Siglo de Oro realiza una notable producción, plena de aciertos. Dos horas de espectáculo divertido, banal ciertamente, pero de brillante texto, ingeniosa trama, bella puesta en escena y acertada interpretación.

‘Love’s Labour’s Lost’, un título extraño que vendría a referirse al hecho de que perorar sobre el amor carece de sentido, fue escrita por William Shakespeare hacia 1595. Debía tener cuarenta años y acaba de parir una de las mayores tragedias de la dramaturgia occidental, Tito Andrónico. Para compensar aquella merendola sanguinolenta, aquí plantea una comedia burlesca que pretende desafiar el intelecto del espectador con ocurrencias al galope, con diálogos y monólogos en términos precisos, plagados de paronomasias, o sea, de palabras que sonando semejantes a otras, tienen significados bien diferentes -entre casado y cansado solo hay una letra de diferencia, mimarse no es mirarse- citas cultas, alusiones literarias, y juegos de palabras que la hacían en buena medida inaccesible al vulgo. En realidad, nada especial, esa maravillosa forma de escribir que está presente en todo su teatro.

Un texto, pues, exigente pero que una excelente traducción y la adaptación de José Padilla convierten en accesible siempre que el espectador emplee ese plus de atención que exige el teatro del siglo de oro, donde el texto es un tesoro envuelto en peripecias estrambóticas: el rey de Navarra decide contraer votos de soledad, castidad y austeridad durante tres años para dedicarse al estudio y descubrir el sentido de la existencia, y van a acompañarle sus tres asesores de confianza. Pero la llegada de la princesa de Francia y sus tres damas de compañía desata las artes de Cupido a cuatro bandas, con cuádruples y paralelas rupturas de juramento, enamoramientos a primera vista, romances interrumpidos por los consabidos malentendidos, incumplimientos de promesas y final feliz, aunque la obra termine sentenciando que ‘nuestros amores no acaban como las antiguas comedias’, dejándonos tan pensativos en su sinsentido como en el del mismo título. Se trata de un despliegue de todos los ingredientes de la comedia de enredo multiplicados por cuatro. Y con los papeles complementarios en manos del jefe del séquito francés, de un servidor del rey navarro, una pareja de aldeanos y un carcelero, previa expurgación de otros personajes de la pieza original en la que también había un sacerdote, un maestro y alguien más.

La dirección compartida del proyecto la ejercen Rodrigo Arribas y Tim Hoare, siguiendo el camino trazado por la Fundación Siglo de Oro de inspirarse y mucho en la experiencia británica con el teatro clásico. Arribas fue ayudante del director Simon Breden en Doctor Faustus en 2012 (ver nuestra reseña) para pasar ya el año pasado en el Teatro Español a compartir la dirección con Laurence Boswel en Mujeres y criados de Lope de Vega (ver nuestra reseña). También se debe a esta compañía el ‘Enrique VIII’ de Shakespeare en 2012 en estos mismos Teatros del Canal, dirigida por Enrique Arias (ver nuestra reseña): nunca se había representado en España y mereció la pena por varias razones.

La colaboración británica se extiende a destacables escenografía y vestuario a cargo de Andrew D. Edwards, original y minimalista la primera, historicista el segundo. Un entramado irregular de postes de madera y cables metálicos sirve de metáfora campestre, surcada por caminos enlosados por los que entran, salen y circulan los muchos personajes en escena siempre en movimiento bien trazado por la coreografía de Tanja Skok. La iluminación de Alberto Yagüe introduce variaciones espléndidas en el entramado estable, y en el breve momento en que la acción se suspende para trasladarnos del palacio navarro al francés, con la princesa ya reina a punto de casarse con el rey de Escocia olvidando su promesa al de Navarra, adquiere un protagonismo de belleza sin par marcando la inflexión de la trama, el principio del desenlace, el momento crucial.

Gran trabajo actoral, individual y colectivo. No sabemos si se debe a Arribas o a un experto en dicción que no figure en los créditos, pero la forma de decir a Shakespeare en castellano funciona a la perfección. Los personajes masculinos tienen dejes que los hacen reconocibles y próximos, quizás algo exagerado el de Julio Hidalgo como Enrique, el rey de Navarra, pero todos dignos de ser celebrados, ya sea Javier Collado como Berowne, o José Ramón Iglesias como Logaville y Sergio Moral como ese jovencito Dumaine que juega a la ambigüedad de género. Frente a ellos, la princesa y sus tres damas resultan un grupo más compacto, en el que sólo empiezas a individualizar cuando se aproxima el final. Todas -Alicia Garau, Montse Díez, Alejandra Mayo y Lucía Quintana- graciosas y gentiles damiselas que colaboran a la genial escena de la cacería de patos.

Y hablando de esta escena, hay que destacar a José Luis Patiño como el consejero Boyet, así como por todas sus intervenciones a Pablo Vázquez como el truhán Costra, sin olvidar al resto de los personajes secundarios todos notables, tanto el caballero como su paje/alguacil y sin duda la sin par Jaquineta. Y hay que destacar otra escena sobresaliente, de teatro dentro del teatro, la cómica representación de ‘Los nueve paladines’.

Una producción costosa con un elenco numeroso la de este proyecto conjunto del London Shakespeare’s Globe Theatre y Fundación Siglo de Oro, en coproducción con Teatros del Canal, Pentación Espectáculos y Fundación Baluarte, con patrocinio de Mercedes Benz y de Incatema Consulting&Engineering y colaboración del British Council, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, Aisge, Fundación Unir y Teatro Accesible. Muchas sinergias las que consigue juntar esta Fundación, formato de gestión muy original en nuestros escenarios. El preestreno fue el 23 de abril en el mismo Castillo de Olite, en Navarra, donde Shakespeare sitúa la acción, y donde en febrero pasado se habían grabado varias escenas para el ‘Complete Walk’, un proyecto que incluirá treinta y siete grabaciones de las correspondientes obras de Shakespeare en las localizaciones geográficas donde el autor las ubicó.

Trabajos de amor perdidos se estrenó en el Teatro Baluarte de Pamplona el pasado 24 de abril, y será programado tres semanas en la próxima temporada del Shakespeare’s Globe Theatre de Londres. Inaugurado en 1997, es un punto de encentro internacional sobre la obra literaria y dramatúrgica de Shakespeare. Fundación Siglo de Oro, procedente de la compañía RAKATÁ, ha representado por primera vez a un autor de habla no inglesa en este teatro, con la puesta en escena de “El Castigo Sin Venganza” de Lope de Vega hace algunas temporadas.

Este domingo en la sala verde del Canal (sigue faltando un pasillo central) había lleno total y el público se mostró muy satisfecho con prolongados aplausos. Los artilugios de accesibilidad no están del todo calibrados y menos aún los ruidos en las balconadas. También echamos en falta disponer de referencias biográficas del equipo artístico y el elenco, y de los criterios seguidos en la adaptación y montaje. Ciertamente, perorar sobre el amor carece de sentido, salvo que una y otra vez se demuestra que captar su esencia todavía hoy, tras miles de agudas reflexiones, nos resulta imposible.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 7
Texto y trama, 9
Adaptación, 8
Dirección, 8
Interpretación, 8
Escenografía, 8
Producción, 8
Programa de mano, 5
Documentación para los medios, 5

Teatros del Canal – Sala Verde
Trabajos de amor perdidos, de Shakespeare,
Fundación Siglo de Oro con la colaboración del Shakespeare´s Globe Theatre
Del 27 de abril al 15 de mayo de 2016

Dirección: Tim Hoare – Rodrigo Arribas
Adaptación: José Padilla
Escenografía y vestuario: Andrew D. Edwards
Diseño Iluminación: Alberto Yagüe
Composición musical: Xavier Díaz-Latorre
Coreografía: Tanja Skok
Caracterización: Susana Moreno
Espacio sonoro: Oscar Laviña
Adjunta dirección: Verónica Clausich
Asistente dirección: Grainne Dromgoole
Coordinación diseños: Anna Gil
Dirección Técnica: Carlos Barahona
Diseño Gráfico: Carlos Malpartida
Prensa: Silvia Espallargas (ASÍCOMUNICA)
Asistente producción: Raquel Navarrete
Dirección producción: Fuso
Accesibilidad: TEATRO ACCESIBLE
Soporte educacional: Francesa Suppa

REPARTO:

Javier Collado
Montse Díez
Jesús Fuente
Alicia Garau
Jorge Gurpegui
Julio Hidalgo
José Ramón Iglesias
Alejandra Mayo
Sergio Moral
Raquel Nogueira
José Luis Patiño
Lucía Quintana
Pablo Vázquez

De martes a sábados a las 20.30h
Domingos a las 19h
Localidades entre 24-26 y 14-16€.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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