Sarah Jessica Parker
Es difícil incluir a Carrie Bradshaw (personaje al que interpreta en Sexo en Nueva York) en esta lista, pero cuando pisas la alfombra roja de los Globos de Oro con un vestido más parecido al de la Novia Cadáver que al de un icono de estilo no tenemos más remedio que rendirnos a la evidencia. El exceso de escote que evidencia la falta de firmeza, las mangas que parecen más arrancadas que caídas y la falda llena de pliegues… No hay por dónde cogerlo. Para completar el desastre, un maquillaje y un peinado imposibles, inspirados, según dijo la propia actriz de 52 años, en el traje de novia de su madre. El vestido lo firma Vera Wang, según recoge Informalia.
Reese Witherspoon
La noche de los Premios Emmy 2017 no fue la mejor para Reese Witherspoon (41). Además de no llevarse el premio a la mejor actriz de miniserie por Pequeñas mentirosas, de la que además es productora ejecutiva, no acertó con su elección en la alfombra roja. Era la noche para lucirse con un gran vestido y ella optó por un vestido corto de Stella McCartney en forma de blazer de satén azul que no le favorecía nada.
Nicole Kidman
Suele sorprendernos con todos sus looks de alfombra roja. Sin embargo, no fue así durante el Festival de Cine de Toronto, donde la actriz de 50 años demostró que es capaz de lo mejor y de lo peor, de estar en las listas de mejor y peor vestidas a la vez. La australiana estaba presentando su película El sacrificio del ciervo sagrado y para la ocasión la ex de Tom Cruise lució un vestido de Valentino de la colección Resort 2018 que no le quedaba del todo bien. ¿Para reír o llorar?
Drew Barrymore
La protagonista de First Dates no consiguió salir victoriosa de la alfombra roja de los Globos de Oro con este diseño tableado de Monique Lhuillier que le daba demasiado volumen en la cintura y muy poco en el pecho. A eso se suma el peinado con un aspecto muy desordenado. Drew Barrymore (43), podrías haberlo hecho mucho mejor.
Sarah Hyland
La actriz de 27 años, conocida por su papel en la serie Modern Family no acertó con el look para los premios Emmy. El estampado de flores surferas en color rojo y naranja, y la apertura en el torso desentonaban completamente con la atmósfera de los premios.
Chrissy Teigen
La gala del MET suele aportar igual los mejores y los peores looks del año. Chrissy Teigen (32) lejos de acertar, erró. Transparencias y algodón se dieron la mano para convertirse en uno de los modelos más horribles de la gala.
Angelina Jolie
No entendemos que Angelina Jolie (42), con lo guapa que es, luzca vestidos que la hacen parecer tan mayor. Es el caso de este look de Versace, tal vez sacado de la película que protagonizó, Maléfica. El diseño que lució en los Globos de Oro, de capa de escote, mangas transparentes con acabado de plumas, fruncido a la altura de la cintura y con un poco de cola de gasa asusta.
Meryl Streep
Tiene tres Oscar y está nominada de nuevo. Está claro que le preocupa mucho más el cine que la moda y prueba de esto es el look que escogió para los premios Bafta. Llegó al Royal Albert Hall de la capital británica con este esmoquin de color negro, una chaqueta que le quedaba algo grande y el pantalón que era más bien corto. Meryl Streep (68) podría tener mejores estilistas.
Elisabeth Moss
Nos encanta su interpretación en El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale), pero este look para el Festival de Cannes no podíamos dejarlo de lado. En el estilismo de la protagonista de Mad Men (35) nada funciona: ni la falda voluminosa de tul, ni el recogido, ni las plataformas de los zapatos, ni la cazadora, demasiado grande. Tampoco, mucho menos, la firma de Oscar de la Renta puesta bajo del vestido.
Salma Hayek
La mexicana pisó la alfombra roja del último Festival de Cannes con un Gucci, un look naíf y con cierto aire melancólico. El Gucci de Alessandro Michele a Salma Hayek (51) no le queda muy bien. Los vestidos del italiano parecen ideados para espíritus etéreos como Elle Fanning, Dakota Johnson o Alexa Chung. Se supone que el marido de la protagonista de Abierto hasta el amanecer es un magnate del imperio del lujo pero no parece que la elegancia sea cuestión de dinero. Aunque, la verdad, no es que este modelo no sea elegante. Es que a ella no le pega.