¿Ahora todo es de noche para La Zaranda?

Tras cuatro décadas, el grupo hace una agridulce 'liquidación de existencias'

¿Ahora todo es de noche para La Zaranda?
Ahora todo es de noche - Teatro Español

Entre paréntesis añaden ‘liquidación de existencias’ y tiene aires de despedida este espectáculo invocando a los mendigos y a los sin techo, riendo de los críticos y logrando crear imágenes bellas con trapos y objetos destartalados. El último espectáculo de La Zaranda merece comprensión y respeto. Una vez más son ellos mismos ocupando su sitio desde hace décadas.

‘Ahora todo es de noche’ nos parece ser una trilogía de piezas cortas unida no tan caprichosamente como pudiera parecer a primera vista. La primera es una ácida visión de la mendicidad actual, de los últimos de los últimos en la escala social, basada en una lúcida observación de esa gente ‘que se volvieron invisibles, tan acostumbrados ya estamos a verlos, dormitando en los vestíbulos de las estaciones y aeropuertos, revolviendo en los contenedores de basura, haciendo cola en los comedores benéficos… Los vemos tan lejanos y apenas la cantidad de una mensualidad nos separa de ellos’, dice el director. Es un retrato incompleto (falta el lado menos tierno, mafias, perversión, crueldad…), muy realista y muy triste, que debería helar las risas con que una parte del público lo acogió en el estreno, creyendo estar en una mofa y estando en un careo ante ‘los arrojados por la borda de sus destinos, los náufragos en la oscuridad de un mundo hostil. A veces en silencio cruzan nuestra consciencia, aunque los evitamos como el beso del leproso, porque su pobreza nos interpela ¿Quién cree que tiene algo para siempre?’ plantea este Paco de la Zaranda, que fue Francisco Sánchez hace una vida entera.

La segunda incursión de la pieza, es breve y aparece como de casualidad cuando los tres mendigos quieren cuidar su apariencia y examinan un muestrario de corbatas. Calonge se quita alguna espinita y la emprende con los respetables críticos teatrales, produciendo minutos de hilaridad desbordante, una ridiculización sin acritud de la tantas veces abundante papanatesca que a todos se nos escapa -en distint aintensidad, sin duda-, que todavía sonreimos cuando nos acordamos. Genial, que quieren que les digamos.

Pero llega un giro sorprendente y se desencadena una ceremonia bien patética, una despedida agridulce en la que un brillante despliegue de su capacidad escenográfica y unos diálogos entrecortados convierten el escenario en síntesis de su esencia, esa desarbolada imaginaria, esa desgarrada voz, esos personajes desahuciados. ‘Eco de liturgia, tintes esperpénticos y regusto de tragedia’ dicen ellos mismos: ‘Un humor perturbador y un compromiso poético insobornable. Los pies en los clásicos y la mirada en el horizonte de nuevas formas de hablarle al alma de cada hombre. Tradicionales y rupturistas, contradicción viva, contracorriente siempre, pasión de cuatro décadas por los escenarios del mundo: La Zaranda, teatro inestable de ninguna parte, cumple cuarenta años a lo hondo del tiempo’.

Así es: reflejo incómodo, cachondeo andalú y poética valleinclanesca son los tres ingredientes sucesivos de esta entrega. Los textos de Eusebio Calonge siguen teniendo a verse esa miajilla de demagogia facilona que no nos gusta, la dirección de Paco de la Zaranda (Francisco Sánchez) puede resultar mimética a sí misma, y los personajes que él junto a Gaspar Campuzano y Enrique Bustos habitan, se repiten como la vida misma, mejor dicho -viejos conocidos- evolucionan como la vida de La Zaranda y la nuestra.

Desde su creación como grupo en 1978, han sido todas estas -13 nos salen- sus anteriores producciones, desde Los Tinglados de Maria Castaña (1983) hasta la penúltima, El Régimen del Pienso (2012) (ver nuestra reseña), pasando por Mariameneo Mariameneo (1985), Vinagre de Jerez (1989), Perdonen la Tristeza (1992), Obra Póstuma (1995), Cuando la Vida Eterna se Acabe (1997), La Puerta Estrecha (2000), Ni Sombra de lo que Fuimos (2002), Homenaje a los Malditos (2004), Los Que Ríen los Últimos (2006), Futuros Difuntos (2008), y Nadie lo quiere Creer. La patria de los espectros (2010) (ver nuestra reseña).

Con ‘Ahora todo es de noche’ La Zaranda ha depurado algunos defectos, exageraciones e histrionismos: hay que celebrar que se estén volviendo más certeros y serios, aunque este último espectáculo carezca en buena medida de coherencia. Pero algunos de sus forofos siguen pensando que se va a ver La Zaranda para reirse a tope. En el estreno se fueron sin responder a las ovaciones: por si significa algo.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 6
Dirección: 7
Puesta en escena 9
Interpretación: 8
Producción: 8
Programa de mano: 8
Documentación a los medios: 8

Teatro Español
AHORA TODO ES NOCHE 
La Zaranda
Del 19 al 29 de abril de 2018
 
REPARTO 
Gaspar Campuzano
Enrique Bustos
Francisco Sánchez
 
EQUIPO ARTISTICO 
Autor    Eusebio Calonge
Dirección    Paco de La Zaranda
Iluminación   Eusebio Calonge
Espacio Escénico   Paco de La Zaranda
Regiduría   Eduardo Martínez
Fotografías    Víctor Iglesias
Producción Artística   Eduardo Martínez   
Una producción de LA ZARANDA – Teatro Inestable de Ninguna Parte en coproducción con el Teatre Romea.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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