LAS COSAS DE LOS GUAPOS, RICOS Y FAMOSOS

Salen por fin a la luz todos los detalles de la escandalosa vida de Gérard Depardieu

La cadena de televisión corre el riesgo de iluminar todos los rostros escandalosos del monstruo del cine francés de nuestro tiempo

Salen por fin a la luz todos los detalles de la escandalosa vida de Gérard Depardieu
Depardieu RS

Es uno de los actores más reconocidos en el mundo entero. (Gérard Depardieu: «Mataron a mi hijo por dos gramos de heroína»).

Un tipo grande ny polémico (Que le digan a Depardieu si bajar impuestos es de izquierdas ).

Gérard Depardieu (70 años) no ha deseado participar de ninguna manera en un documental emitido la pasada noche por la cadena BFMTV que corre el riesgo de iluminar todos los rostros escandalosos del monstruo del cine francés de nuestro tiempo, de prostituto bisexual a íntimo de Vladimir Putin (Gerard Depardieu se empadrona en Mordovia pero rechaza ser ministro).

Primera cadena tv de información permanente, BFMTV pidió una o varias entrevistas al actor, con el fin de recoger su testimonio y opiniones personales sobre un documental titulado «Depardieu, un hombre sin límites», realizado por Fabrice Babin, que comenta de este modo las dificultades encontradas por su equipo:

«Tras conocer los testimonios que pensábamos recoger, el actor, nos dijo que no deseaba participar. Y muchos de sus amigos íntimos, que habían prometido colaborar, se apresuraron a rechazar su participación, conocida la posición del actor».

El equipo de BFMTV ha podido contar, sin embargo, con testimonios importantes, como un hermano del actor y el director de cine, Bertrand Blier. (¿El culpable de que Gerard Depardieu se orinara en el pasillo del avión? Su próstata)

Depardieu creció en el seno de una familia muy modesta, donde la palabra «amar» era un lujo que Alain Depardieu, hermano mayor del actor, solo escuchó en una sola ocasión, durante toda su infancia, adolescencia y juventud, entre un padre violento, de educación muy rústica, y una madre ama de casa, intentando sacar adelante a seis hijos en un piso de dos habitaciones, según recoge Juan Pedro Quiñonero en ABC.

Antes de comenzar la larga marcha que lo condujo a la fama, Depardieu no hizo el servicio militar, dispensado en un psiquiátrico donde se le diagnosticó una «hiperemotividad patológica». Andando el tiempo, la hiperemotividad pudo ser la matriz de su gran carrera de actor. Pero, de entrada, lo condujo por los más tortuosos senderos de una vida en las más oscuras fronteras de lo marginal, asocial, crapuloso.

Antes de ser un lector apasionado, Depardieu fue analfabeto hasta bien entrada la pubertad, cuando comenzó a ganar algún dinero vendiendo tabaco, alcohol y droga introducida en Francia por militares norteamericanos, de contrabando. Chulo y guardaespaldas de prostitutas, el actor confesó en alguna ocasión haberse prostituido por dinero, ocasionalmente.

Cuando el joven Depardieu terminó instalándose en París, para intentar seguir cursos de teatro, la pareja que formaban Agnès Varda y Jacques Demy, cineastas, le dieron un primer trabajo honesto, cuidando los niños de la pareja, los fines de semana.

Profundamente inculto, todavía, Depardieu todavía tardó una larga década en imponerse como gran actor, interpretando Les Valseuses (1974), de Bertrand Blier, junto a Patrick Dewaere y Miou-Miou. Siguió la gran carrera bien conocida, trabajando con todos los maestros del cine francés, Truffaut, Godard, Pialat, Resnais, etcétera. Incluso interpretó el Cristobal Colón de Ridley Scott.

La gloria, la fama, la más alta cultura, en su caso, jamás fueron un obstáculo, si no todo lo contrario, para protagonizar todo tipo de escándalos, de la más diversa naturaleza, evocados por el documental de BFMTV. Sexo, política, familia, religión, vida pública y privada, se confunden siempre de manera inextricable.

Tras escuchar a la cantante egipcia Oum Kalthoum, Depardieu decidió hacerse musulmán, durante un par de años, antes de ser denunciado por apóstata. La lectura de las Confesiones de San Agustín lo convirtió por un tiempo en un católico más o menos «místico», que incluso llegó a protagonizar una lectura pública de la «summa» agustiniana en la catedral de Notre Dame.

La primera fama de Depardieu coincidió con su «compromiso» socialista, con François Mitterrand, antes de apoyar al PCF durante una temporada, para participar más tarde en mitines electorales apoyando la elección de Nicolas Sarkozy. Esas idas y venidas «políticas» le permitieron ser «ecologista» en Francia y «amigo íntimo» de Fidel Castro en La Habana, veinte o treinta años antes de ser «compadre» de Vladimir Putin, que le ofreció la nacionalidad rusa, compartida con la nacionalidad francesa, sin menoscabo de considerarse belga y argelino…

Tras su primer matrimonio, fallido, con la actriz Élisabeth Guignont (madre de sus dos primeros hijos), Depardieu vivió unos años con Carole Bouquet, antes de otras aventuras, que culminaron en el lecho de una antigua estudiante americana, Clémentine Igou, su última compañera conocida… Una vida sentimental tan rica ha tenido «accidentes» de cierta gravedad. Depardieu fue acusado hace meses de violencias sexuales por una compañera de trabajo…

El documental de BFMTV cuenta esas y muchas otras historias, de la extravagancia (desayunar tocino mojado en café solo, sin azucar) a los accidentes cardíacos y los negocios más rentables, inmobiliarios. «Yo, es otro», dice Depardieu, entre carcajadas y burlas, haciendo suya una legendaria sentencia de Arthur Rimbaud, uno de los patriarcas de la poesía moderna.

 

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