Arnold Schwarzenegger reveló en una reciente entrevista algunos detalles de la cirugía cardíaca a la que se sometió el año pasado que terminó convirtiéndose en una operación de emergencia a corazón abierto, según recoge rt y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
El actor y exculturista confesó que creía que iba a ser un procedimiento de rutina para reemplazar una válvula pulmonar que le fue implantada hace veinte años, pero debido a complicaciones los médicos tuvieron que intervenirlo durante varias horas. «Fue una especie de sorpresa. Nunca me asusto por esas cosas», aseguró al diario británico The Sun.
Según declaró, su única preocupación era que si algo salía mal eso afectaría al rodaje de la cinta ‘Terminator: Dark Fate’ (‘Terminator: Destino Oscuro’ en España y ‘Terminator: Destino Oculto’ en Latinoamérica), cuyo inicio estaba previsto para pocos meses después.
Sin embargo, su recuperación fue todo un éxito, e incluso pudo regresar al gimnasio una semana después de que le dieran el alta, aunque tuvo que renunciar por varios meses a realizar ejercicios que comprometieran su caja torácica.
«Por un minuto estuve preocupado [porque] estaba muy cerca de hacer ‘Terminator 6’ [Dark Fate], pero me di cuenta de inmediato que la película era un buen medio para ponerme en forma de nuevo (…) La mayoría de las personas se miman demasiado después de una cirugía», relató el exgobernador de California.
«Todavía puedo hacer eso»
Al respecto de su participación en filmes de este tipo, el actor de 72 años —que ya en la década de 1980 se convirtió en todo un icono del cine de acción de Hollywood— afirmó que «no hay problema». Aunque reconoció que resulta «un poco más difícil» con la edad, ya que el cuerpo no es tan «tolerante» como solía ser, sostiene que solo es cuestión de «entrenar más».
El carismático actor, que se mantiene en forma como pocos a su edad, está seguro de que podría volver a «llegar desnudo» a la pantalla 35 años después, tal y como hizo su personaje T-800 en la primera entrega de la popular saga de ciencia ficción. «Todavía puedo hacerlo», insistió sonriendo.
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