Diálogo del amargo, monólogo de tristeza

Diálogo del amargo, monólogo de tristeza

Siguen usando y abusando de Lorca las propuestas desvergonzadas y los públicos de tragaderas. Este ‘Diálogo del amargo’ alcanza el récord en la fabricación de un ruin espectáculo de 75 minutos en base a la manipulación y repetición de 200 versos del poeta y el insulto reiterado a la Guardia Civil, el Ejército y la Falange.

El ‘Diálogo del Amargo’ (texto completo) es la parte final del ‘Poema del Cante Jondo’, que Federico García Lorca escribió en 1922 y no llegaría a publicar hasta 1931, y ello gracias al éxito posterior de ‘Romancero gitano’. El breve texto surrealista y flamenquista evoca el encuentro del galán apodado Amargo con la Muerte, representada por un jinete, con el que el gitano se encuentra yendo a Granada, el cual le insiste en que monte a la grupa de su caballo y en que acepte un cuchillo como regalo. Un texto oscuro, huidizo, en forma de diálogo entre ambos personajes, y con un epílogo/canción de la madre, que pide a las vecinas que no lloren su muerte porque el hijo -‘moreno y amargo’- ahora está en la Luna.

En 1984 el bailaor y coreógrafo Mario Maya concibió el espectáculo ‘Diálogo del Amargo’ estructurado en dos partes, la primera dedicada a García Lorca y su estrecha relación con el mundo flamenco, y la segunda con una coregorafía sobre el mismo poema, que representó varias veces a lo largo de dos décadas patrocinado por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco. Pues bien, Francisco Suárez colaboró con Maya y del recuerdo de aquello nace esta propuesta. La versión en colaboración con Manuel Tirado no podría ser más infiel al espíritu lorquiano y más falsaria en la invención de una tramoya inexistente a mayor gloria del Lorca incomprendido por los sectarios, convertido en ariete contra el anterior régimen político y empuñado hoy día por los incitadores del guerracivilismo y al resurrección de odios enterrados y bien enterrados.

Este personaje de ficción, el bueno del gitano Amargo, en vez de toparse con la muerte como en el original, resulta que se topa por triplicado con malvados tricornios, militares y falangistas, que unos tras otros, ofenden, maltratan y matan con premeditación y alevosía, con la mayor crueldad, al pobrecito gitano en persona y luego metamorfoeseado en su desgraciado autor y en homosexual anónimo. Un invento como una casa a mayor gloria de tesis deplorables que irritarían si no dieran pena.

El notable equipo técnico emplea su buen oficio en hacer de este deleznable panfletillo un espectáculo visible, y todos ellos ofrecen un producto notable en vestuario, en iluminación y en efectos audiovisuales. Todo, como tantas veces ocurre en la escena, al servicio de una causa que no lo merece. La escenografía es ya más discutible, con esos monólogos insufribles a pantalla grande y un confuso juego de telones.

Alberto Iglesias no puede creerse ese protagonista impostado que le ha tocado en suerte. Las tres plañideras no pueden resultar menos creíbles, y los cuatro malvados por triplicado cumplen órdenes en resultar lo más repugnantes posible.

Es de justicia centrar nuestra crítica negativa en el responsable máximo de esta propuesta, tan indignante de fondo. Francisco Suárez, director del Festival de Mérida en dos trienios diferentes, se ha plegado a ofertar lo que la demanda -la anterior dirección del Teatro Español en manos de la anterior alcaldesa Manuela Carmena- le exigía, a tono con la que ha sido la peor etapa -en politización partidista- de este teatro en mucho tiempo. Y Manuel Tirado, que ha sido responsable de los gabinetes de Prensa del Ayuntamiento de Mérida y del Festival de Teatro Clásico de Mérida, le ha secundado en un trabajo de aliño del que no pueden estar orgullosos.

El 29 de diciembre de 1984, el diario El País publicó una carta al director de Manuel Fernández-Montesinos (hijo del alcalde socialista de Granada fusilado en 1936, sobrino del poeta, patriarca de la familia, presidente de la fundación) titulada ‘Manipular a García Lorca’ que a raíz del estreno en este mismo Teatro Español del ya citado espectáculo de Mario Maya, terminaba: ‘García Lorca escribió poemas que empiezan y acaban, que son cortos o largos, que tienen o no estribillo, que son más o menos difíciles de comprender, pero a los que él dotó de una determinada estructura. Puede que algún día alguien esté capacitado para enmendarle la plana a García Lorca; deseo vivísimamente para el bien de nuestra cultura que sea pronto. Hoy lo que él escribió tendrá que darse tal y como él lo escribió’. Han pasado 36 años: es lo realmente deprimente, que desde hace un tiempo la sociedad española va para atrás como el cangrejo de aquel refrán antiguo.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 5
Versión: 0
Dramaturgia: 5
Dirección: 6
Interpretación: 6
Puesta en escena: 7
Producción: 7
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 7

Teatro Español
DIÁLOGO DEL AMARGO
Dirección Francisco Suárez
Versión Manuel Tirado y Francisco Suárez
Del 5 de marzo al 29de marzo

REPARTO
Jacobo Dicenta
Ana Fernández
María Galiana
Alberto Iglesias
José Antonio Lucia
Cristina Marcos
Damià Plensa
Guillermo Serrano

EQUIPO ARTÍSTICO
Escenografía y vestuario Ana Garay
Iluminación Juan Gómez Cornejo(A.A.I)
Diseño de vídeo escena Álvaro Luna y Bruno Praena
Diseño de sonido Juan José Suárez
Composición percusión Daniel Suárez
Una producción del Teatro Español.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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