Otro El Otro

Otro El Otro

Miguel de Unamuno estrenó ‘El otro: misterio en tres jornadas y un epílogo’ en 1932. Alberto Conejero 88 años después la ha modificado cuanto le ha apetecido hasta atreverse a compartir la autoría en los créditos, en vez de recurrir a los socorridos ‘versión de’ o ‘basado en’. Con tal acto de apropiación indebida se haría  merecedor de un cero en conducta.

Pero, estamos obligados a juzgar al pieza tal cual la vimos ayer martes. Antes, situemos el tema. Miguel de Unamuno (1864-1936) fue ese famoso intelectual que todos conocemos, escritor, sí, pero sobre todo pensador y polemista. Creó una docena de dramas y este fue el antepenúltimo, teatro vanguardista, teatro de tesis, teatro difícil que sin embargo fue entonces del gusto de crítica y público, que valoraron la dificultad que supone abordar temas filosóficos sobre un escenario: basado en las normas clásicas griegas, la Conciencia es el protagonista en una especie de desdoblamiento de lo consciente y de lo subconsciente. Bajo la apariencia de un relato policiaco, es un drama existencial. Un bucear en los dilemas del espíritu, confundidos la realidad y el delirio, encarnación humana del mito de Caín y Abel. Con el tema de los hermanos gemelos se puede urdir una comedia de equívocos, pero Unamuno siempre poseído por el espíritu trágico de la existencia verá el lado serio y hasta sombrío, la eterna lucha del ser humano consigo mismo.

Al que conozca la obra de Unamuno no han de sonarle a nuevos los motivos que se agitan en esta intriga. Ernesto, hermano de Laura, de regreso de un viaje por América encuentra a Cosme, marido de ella, en estado de semilocura. Afirma que hace pocos días recibió la visita de un hombre idéntico a él, que en realidad era él mismo y que ahora está enterrado en el sótano. Laura explica que Cosme tenía un hermano gemelo, Damián, que en su día también intentó seducirla y que ella, incapaz de decidir, dejó que lo solucionasen entre ellos, siendo la victoria para Cosme. Pero Damián ha vuelto y ahora uno de los dos ha muerto y el otro lo ha matado, pero no sabemos quién es quien de ambos. Aparece Damiana la esposa de Damián y ambas mujeres reclaman que el superviviente es su marido mientras éste se convierte en una mezcla de ambos. Caín y Abel, mimetizados en El Otro, acaba quitándose la vida.

Pues bien, para empezar, Conejero ambienta la obra una década después de la muerte del autor para poder introducir referencias a la guerra civil, a los inevitables muertos en las cunetas, y aunque mantiene un tono equidistante entre los bandos explicita sus preferencias. Era totalmente innecesario, y la anécdota temporal oscurece el fondo argumental. En segundo lugar, funde dos personajes en uno y con ello convierte a Ernesto en un envarado hermano de Laura convertido en artificioso neuropsiquiatra venido de Alemania. Y en tercer lugar y a bote pronto, todo ello significa numerosas enmiendas al texto -prácticamente reescribirlo-, muy notables al inicio y en el epílogo, pero todas ellas abusivas y perjudiciales para que, ya que rescatamos una pieza que solo ha subido a las tablas una vez (Sala Olimpia, 1995) en casi un siglo, lo hagamos traicionando a su autor y modificando en buena parte su significado.

Está presente, sí, Unamuno, en sus dilemas precursores sobre la Sombra, sobre la dualidad moral de los humanos, sobre la capacidad de las víctimas para ser verdugos y viceversa, sobre el laberinto de las apariencias, pero se diluye en los aspectos externos de la trama para lograr apariencia de intriga convencional.

La producción de Domingo Cruz tiene notable nivel y se apoya en un trabajo de dirección correcto en puesta en escena y rendimiento del reparto. La escenografía es convencional pero convincente, aunque recurra a símbolos un tanto estridentes -como las dos sillas caídas dominando la escena, el maletín médico, la radio en el suelo, y la caricaturesca negrura del ama. Acertados vestuario e iluminación.

El reparto cumple ampliamente. José Vicente Moirón es más un enfermo psiquiátrico en estado terminal que la representación de una conciencia escindida, pero así lo habrá querido el director para facilitar el acceso del público a la difícil trama. Nos gustó más la contención de la Laura de Carolina Lapausa que la desbocada irrupción de la Damiana (aquí rebautizada Eva) de Silvia Marty, y a Celia Bermejo le toca un personaje intercambiable con los de la Casa de Bernarda Alba.

En 2018 este El Otro de Conejero inició andadura en la Muestra de las Artes Escénicas de Extremadura y luego ha pasado por otros escenarios. Es un buen trabajo de adaptación salpicado de excesivo personalismo, como le ocurriera ya a este dramaturgo de la generación pimpante en su uso y abuso de Lorca para empinarse en el podio de las preferencias políticamente correctas de nuestro momento histórico. Nos hubiera gustado un El otro más unamuniano -decía el ama al final en la versión original que los dos mayores misterios son la locura y la muerte- pero es de reconocer los méritos de la propuesta.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 7
Versión: 6
Dirección: 7
Interpretación: 7
Puesta en escena: 7
Producción: 7
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 7

Centro Cultural de la Villa
Teatro Fernán Gómez – Sala Guirau
El Otro
Del 6 de marzo al 11de abril de 2020

Autoría: Miguel de Unamuno / Alberto Conejero
Dirección: Mauricio García Lozano

Actores (por orden de aparición)
Celia Bermejo – Ama
Domingo Cruz – Ernesto
Carolina Lapausa -Laura
José Vicente Moirón – El otro
Silvia Marty – Eva (Damiana)

Escenografía y coordinación artística: Diego Ramos
Diseño de iluminación: Fran Cordero
Composición musical y espacio sonoro: Álvaro Rodríguez Barroso
Diseño vestuario: Gala González
Fotografía: Ana Antolín/ Teodoro Gracia
Diseño de producción: Domingo Cruz

-Un proyecto de colaboración España/México con el apoyo de Iberescena.
-Espectáculo coproducido por El Desván Producciones y la Junta de Extremadura
-Horario de funciones:De martes a sábados: 20.00h -Domingos: 19.00h.
-Entrada general: 20 euros –martes y miércoles: 17 euros.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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