Los Gondra, a la tercera va la rendida

Los Gondra, a la tercera va la rendida

El escritor Borja Ortiz de Gondra profundiza su mixtificación del medio siglo de terrorismo etarra por medio de unas fantaseadas andanzas de su familia. Resulta que todo se explica por las ancestrales raíces de la estirpe vasca, por un sino racial que les lleva a enfrentarse entre ellos; y por eso todos son igual de culpables. O de inocentes.

‘Los últimos Gondra (memorias vascas)’ es un texto plagado de incoherencias en su trama, pero sobre todo de justificaciones comprensivas para los pistoleros de la organización más sanguinaria que ha existido en Europa desde la segunda guerra mundial, para esa mayoría de la población autóctona de las Vascongadas que la apoyó activamente, la arropó pasivamente y en todo caso la toleró mirando al árbol de Gernica, mientras se realizaba un conato de genocidio contra los vascos procedentes de otras regiones españolas, y una auténtica limpieza étnica en las instituciones y en la sociedad contra cargos públicos, académicos, judiciales, periodísticos, contra todo el que no se plegaba a sus órdenes en todos los estamentos, hasta llegar a un millar de asesinatos, miles de heridos, decenas de miles de huidos y cientos de miles de oprimidos, atemorizados, perseguidos y humillados ciudadanos. Un asunto tremendo, un asunto pendiente por cuanto la causa de ETA, sus discursos y sus objetivos han terminado imponiéndose hasta ya no necesitar la violencia extrema, contentándose con mantener la violencia latente en la vida cotidiana para tener ganada la partida.

En este panorama resulta todavía hoy día difícil hacer literatura si puede entenderse en todo o en parte como una denuncia clara de lo ocurrido. Pero pasar página con disculpas generales, justificar lo ocurrido con relatos sesgados, predicar la reconciliación en base a que todos fueron culpables, y suscribir ese amplio muestrario de hipocresías y cinismos que construye el relato de pasar página sin tomar nota, todo eso es recibido con benevolencia, palmaditas y hasta algún aplauso y prebenda por los que tratan de reescribir la historia.

‘Los últimos Gondra (memorias vascas)’ es pues y antetodo repudiable por la intención manifesta que la mueve, obtener certificado de buena conducta abertzale para el autor, que de tanto exponer los argumentos del más rancio patrioterismo euskaldún, llega al descaro contumaz de presentar como víctimas a los verdugos. Pero además la impudicia argumental se traslada a las formas, y la pieza no pasa de ser un batiburrillo de confusos personajes moviéndose a capricho en el espacio y el tiempo con la socorrida disculpa de un realismo mágico lleno de muertos que hablan, de vivos que sermonean, de épocas entremezcladas, de referencias cruzadas, y sobre todo de un obsesivo culto a la esencia vasca, a la diferencia vasca, a la idiosincracia vasca, a ese conjunto de tradiciones convertido en mordaza que es ese tribalismo reaccionario de apellidos con solera y primogénitos jefes de los clanes, de sangre pura y caserío sagrado, algo que resulta absolutamente intragable por cualquier mente sana.

Josep Maria Mestres intenta en vano hacer inteligible lo que ocurre en un escenario tan densamente poblado, donde los personajes se confunden en un continuo transitar por el tiempo, entre el más allá y el más acá, que finalmente te desconcierta y del que solo emergen los argumentos de los etarras y sus defensores para considerarse ellos las víctimas que actuaban en defensa propia. Naturalmente, el autor no piensa eso, pero en su afán de no resultar proscrito por la maquinaria de propaganda del segundo partido político vasco, termina dándolo a entender y de forma bastante clara en la persona del hijo etarra Iker que sale de la cárcel más convencido de lo que entró y en la del viudo Imanol que defiende la memoria de su esposa torturada y de todos los héroes del panteón terrorista. Las razones de los verdugos se exponen con mucha más claridad, las razones de las víctimas apenas se esbozan con una única escena en la que la perseguida Uxue responde a la arrepentida Nerea cuando esta le dice que todos debemos ser perdonados: ¿Pero de que voy a pedir perdón yo, de que me escupieras tú, yo que hice? Lo cual es la clave del llamado conflicto vasco: que unos mataron a placer sádico y otros fueron asesinados sin poderse defender.

Dice el autor que fue idea del director que él mismo formara parte del reparto, pero ya era así en la segunda entrega; en todo caso su presencia nada aporta y solo complica la del actor que hace de Borja muerto, Joaquín Notario, que forma con José Tomé -ese Mathew, viudo de Borja-, y Antonio Medina -el cura equidistante Don Andoni- lo más sólido de un enorme reparto con quince componentes, todo un lujo de producción en estos días. Un lujo excesivo porque si bien los personajes masculinos son más identificables, los femeninos se solapan hasta haber necesitado un buen rato para distinguir unos de otros.

La impresión con la que se sale del espectáculo es que esta tercera parte de la saga sobraba; que si la primera en esta misma sala en 2017 con once personajes (ver nuestra reseña de entonces) fue genuina y elogiable, la segunda en 2019 en el Teatro Español con seis personajes (ver nuestra reseña de entonces) ya fue un guiño al soberanismo del PNV para conseguir su imprescindible visto bueno, y que en esta tercera al guiño euskaldún se une una comprensión aquiescente con las posiciones de Bildu. Como si el autor buscara la aprobación generalizada en esa sociedad aún tan dividida, que no en campos equivalentes sino en campos superpuestos, los vencedores, arriba, y los vencidos, abajo.

Explica el autor: ‘En Los Gondra (una historia vasca) contamos cien años de esa familia desgraciada de Algorta, desde las guerras carlistas del siglo XIX hasta el pasado reciente. En Los otros Gondra (relato vasco) nos interrogamos sobre el momento actual y cómo trataban de cerrar las heridas de la violencia los miembros supervivientes del clan. En Los últimos Gondra (memorias vascas), el espectáculo que cerrará la trilogía, nos plantearemos qué hará con el recuerdo de los dolores antiguos la generación que no los vivió, una vez que hayan desaparecido los protagonistas; ¿construirán una memoria más sana o seguirán perpetuando eternamente los agravios que ellos no conocieron?’. Y añade el director: ‘Borja tenía más verdades que contarnos. Y aquí están otra vez él y su familia’.

Y es que además de su discutible contenido político, en esta tercera vuelta de tuerca hay otro aspecto criticable: que Borja Ortiz de Gondra insiste en un excesivo afán de protagonismo y en no poca pedantería que causan cierta vergüenza ajena. En definitiva, la pieza termina con la victoria del relato separatista que considera que los etarras vengaron la derrota de 1936 y que suya es la victoria de momento. Quizás vengan más Gondras.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 5
Dramaturgia, 6
Dirección, 7
Interpretación, 8
Escenografía, 6
Producción, 7
Documentación a los medios, 4

Centro Dramático Nacional
Teatro Valle Inclán – Sala Francisco Nieva
Los últimos Gondra (memorias vascas)
Escrita por Borja Ortiz de Gondra y dirigida por Josep Maria Mestres
13 de octubre – 21 de noviembre de 2021

Reparto
Ylenia Baglietto (Martina), la novia de Claudio, la hija de Imanol.
Sonsoles Benedicto (Natalia / La cestera ciega), la madre de Gondra
Marc Bosch (Iker), el hijo etarra de Gondra
Fenda Drame (Edurne), la hija adoptiva de Ainhoa
Pepa Pedroche (Nerea), la mujer a la que abandonó Gondra
Samy Khalil (Claudio / Don Íñigo de Gondra), el hijo de Uxue
Markos Marín (Imanol), simpatizante de ETA
Antonio Medina (Don Andoni), sacerdote, antiguo colaborador de ETA
Joaquín Notario (Borja),
Borja Ortiz de Gondra (Yo),
Lander Otaola (Eneko), el hijo cosmopolita de Borja
Victoria Salvador (Uxue), antigua etarra arrepentida
Aizpea Goenaga (Blanca), esposa de una víctima de ETA
Cecilia Solaguren (Ainhoa), antigua colaboradora de ETA
y José Tomé (Matthew), marido de Borja.

EQUIPO
Texto Borja Ortiz de Gondra
Dirección Josep María Mestres
Escenografía Clara Notari
Iluminación Juanjo Llorens
Vestuario Gabriela Salaverri
Música Iñaki Salvador
Movimiento Jon Maya Sein
Videoescena Álvaro Luna
Fotografía Luz Soria
Producción Centro Dramático Nacional

A las 18:00 | duración: 1 h 45 min aprox.
Encuentro con el equipo artístico: 4 NOV 2021

REPOSICIÓN DE LAS DOS OBRAS ANTERIORES

Los Gondra (una historia vasca)
Escrita por Borja Ortiz de Gondra y dirigida por Josep Maria Mestres
29 OCT – 19 NOV | Teatro Valle-Inclán | Sala Francisco Nieva

Los otros Gondra (relato vasco)
Escrita por Borja Ortiz de Gondra y dirigida por Josep Maria Mestres
30 OCT – 20 NOV | Teatro Valle-Inclán | Sala Francisco Nieva.

 

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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