Negro animal tristeza, Negra tristeza animal, Animal tristeza negra

Negro animal tristeza, Negra tristeza animal, Animal tristeza negra

Una pieza que, aunque tiene ya quince años, es excelente ejemplo de teatro documental, del que después tanto malo se ha hecho. Una impresionante puesta en escena para una propuesta que te sumerge en la inimaginable realidad de una catástrofe, en cómo la viven las víctimas y en cómo quedan los supervivientes.

‘Schwarzes Tier Traurigkeit’ se estrenó en 2007 en Hannover. La autora tenía treinta y pocos años y venía despuntando en sus estudios teatrales. Desde entonces ha recorrido muchos escenarios del mundo: en Francia se han hecho siete versiones, en Eslovenia una realmente magnífica ( http://www.numen.eu/scenography/black-beast-sorrow/ – https://www.youtube.com/watch?v=J5pSCT7UJXk) con música de Wagner y pretensiones filosóficas. Tiene ambiciones de superproducción, con reparto abundante y duración casi excesiva, trasfondo intelectual y un serio trabajo de documentación que la dota de un verismo extraordinario.

Tres parejas de amigos se van de fin de semana a un bosque intrincado. Una lleva a su bebé de meses; otra es de homosexuales. Se conoce de tiempo y sus historias se han entrecruzado. Vienen a disfrutar de una barbacoa a lo grandes, con mucha carne y mucha bebida. La primera parte discurre lenta y trabajosa, cuesta aterrizar en su mundo y conocder a los personajes. Pero cuando la fiesta acaba y por fin se duermen, una brasa mal apagada desata un incendio infernal. La segunda parte es em impacto que sufren, las reacciones de cada uno, la huida. Y la tercera, el recuento de las víctimas y los daños sufridos, y el impacto en los supervivientes.

Al parecer, Anya Hilling ha aplicado el esquema psicoanalítico de Lacan en su trabajo y las palabras animal, negro y tristeza responden a la trilogía lacaniana de lo simbólico, lo real y lo imaginario. ‘Schwarzes’ significa negro, ‘Tier’ significa animal, y ‘Traurigkeit’, tristeza. Todo un tanto críptico, que trasladado a la trama y a los diálogos habrá representado no pocas dificultades a la traductora María Bosom, porque se intuyen diferencias de mentalidad que en la primera parte hacen un tanto cursis algunos diálogos y varias descripciones de la flora y fauna del bosque.

El director, Julio Manrique, cita al filósofo esloveno de moda Stavoj Žižek: ‘Nuestra vida es, en última instancia, contingente y absurda: aunque seamos capaces de construir espléndidos edificios espirituales, cualquier estúpida contingencia natural, como un virus o un asteroide, puede terminar, de repente, con todo esto. Y eso por no mencionar la gran lección de la ecología: que nosotros mismos, los seres humanos, podemos contribuir, incluso sin ser del todo conscientes, a este mismo final’. Y añade: ‘Pienso en el poder de las llamas y en su extraña y espantosa belleza. En la grotesca desproporción entre el horror de la catástrofe y su estúpido origen; la autora somete a sus personajes a un dolorosísimo y traumático proceso de transformación. El bosque, se rebelará contra sus imprudentes visitantes. Feroz, terrible, implacable’.

Hay una narradora acompañada de rasgueos de guitarra. Como dice Manrique, una voz abstracta, precisa y misteriosa, tomando la forma de una acotación inquietantemente omnipresente, nos ayuda a enfocar y desenfocar nuestra mirada, a abrir y cerrar el cuadro alternativamente, a detener nuestros ojos escrutadores en pequeños detalles o a escuchar conversaciones más o menos triviales, más o menos emotivas, más o menos mezquinas, más o menos reconocibles. Hasta que el bosque se enciende, la voz desaparece, y ya solo sentimos fragmentos espasmódicos de conciencia, relatos subjetivos, una narración acelerada y febril, escupitajos de ceniza y de sangre, animales muertos, miembros quemados, cuerpos en llamas. Y así, segundo a segundo, minuto a minuto, acabaremos viendo el cuadro completo de la desgracia. Y cuando la desgracia se ha abatido sobre nosotros, sobre ellos, ya no hay marcha atrás. Y hay que aceptar aquello tan jodido pero también tan irrefutablemente cierto como un brazo amputado o como un niña de pocos meses muerta en un incendio: las cosas nunca volverán a ser como antes. Nada volverá a ser como antes. En la última parte de la obra, la autora devuelve los personajes a la casilla de salida, pero ya no son los mismos. Ya nada es lo mismo.

La puesta en escena es convincente, más por las proyecciones visuales que por la parquedad escenográfica, más por la caracterización que por el vestuario (¿de excursión con traje?), y el resultado es una producción notable. Así resulta el reparto, especialmente en la tercera parte. Podría destacarse el Martin de David Vert y el Paul final de Ernest Villegas, pero todos están descomunales en sus sufrimientos y cuitas durante el terrible incendio. No viene muy a cuento que la narradora y su marido se pongan de improviso a hablar en catalán, pues ya quedaba claro que la Sala Beckett se ha llevado la parte del león en el montaje, habíamos leído sus nombres y les habíamos notado el acento. La pieza no regatea tremendismo y llega a abrumar con sus descripciones de los daños físicos. Pero se aguanta su extensión en espera lógica de conocer cómo terminan los seis protagonistas: habrá de todo -fracasos y éxitos, resignación y suicidio- y merece la pena llegar a su final complejo.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Dramaturgia: 8
Dirección: 8
Puesta en escena: 7
Interpretación: 8
Producción: 8
Programa de mano: (siguen sin repartirlo)
Documentación a los medios: 7

Naves del Español. Sala Fernando Arrabal
ANIMAL NEGRO TRISTEZA
De Anja Hilling
Traducción: María Bosom
Dirección: Julio Manrique
Del 26 de abril al 20 de mayo de 2022

CON
Mireia Aixalà (Jennifer)
Jordi Oriol (Oskar)
Joan Amargós (Flynn)
Mima Riera (Miranda)
Màrcia Cisteró (Mujer)
David Vert (Martin)
Norbert Martínez (Marido)
Ernest Villegas (Paul)

EQUIPO ARTÍSTICO
Diseño de espacio escénico Alejandro Andújar
Diseño de iluminación Jaume Ventura
Diseño de vestuario Maria Armengol
Diseño de caracterización Núria Llunell
Diseño de sonido Damien Bazin
Diseño de videoescena Francesc Isern
Diseño de movimiento y coreografía Ferran Carvajal
Ayudantía de dirección Ferran Carvajal
Estudiante en prácticas Esteve Gorina i Andreu (Institut del Teatre)
Colaboración traducción Maria Armengol
Una producción de Sala Beckett y Teatro Español.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Recibe nuestras noticias en tu correo

Lo más leído