El hospital de los locos, un auto sacramental resucitado

El hospital de los locos, un auto sacramental resucitado

 

El Corral Cervantes es un nuevo espacio escénico en Madrid dedicado exclusivamente al teatro clásico español. Inicia la temporada con audacia, programando un auto sacramental en una puesta en escena e interpretación que lo hacen no solo accesible al público de hoy, sino sobresaliente del todo.

El argumento es sencillo: En el hospital de los locos -los primeros manicomios- viven encerrados Luzbel, el Mundo, Adán, la Carne, la Gula y la Envidia. Al rector del hospital le falta un deseado paciente al que no ha sido capaz de atrapar: el Alma. Este día, se decide a salir bien armado para ir a engañarla y encerrarla para siempre. Veremos si el Alma es tan ingenua como para caer en la tentaciones de la carne y la gula, y terminar encerrada en el hospital, o si la Razón, pero sobre todo la Inspiración le ayudan a salvarse.

El hospital de los locos de José de Valdivielso está considerada como uno de los mejores autos sacramentales de nuestro siglo de oro, así que siendo la primera vez que la Fundación abordaba el género, la elección les pareció casi obligada: ‘Dentro del cuidado de nuestra herencia cultural, resultaba ineludible sacar a relucir esta sencilla pieza dramática, musical y religiosa, y hacerlo en este momento adquiere todo el sentido por varios aspectos coincidentes. Por un lado, por cumplirse en este año el cuarto centenario de la publicación de la obra que se produjo en 1622. Por otro, siendo un autor toledano, poder estrenarla dentro de la Muestra de Teatro Clásico Toledo Siglo de Oro, que este año cumple su XXX edición. Y por último, se cumplen diez años del significativo estreno en el Globe Theatre de Londres de uno de nuestros espectáculos emblemático, el ‘Enrique VIII’ de Shakespeare’.

Aquella única presencia española en el templo shakesperiano estuvo montada por Enrique Arias, que ahora dirige también esta puesta en escena, tan adecuada a este Corral como acertada en su planteamiento, sobrio y bello. La adaptación y versión de Brenda Escobedo es un gran trabajo que supera los cuatro siglos que separan su estreno de nosotros, sociedades tan diferentes que hablan y escuchan de tan diferente forma. Esencial resulta la composición musical de Jorge Eliseo que acompaña a la acción todo el tiempo y que en su inicio y final tiene una canción coral de gran impacto. Si añadimos que la iluminación de Raquel Rodríguez y el vestuario de Nuria Martínez funcionan perfectamente con la escenografía de Álvaro Sobrino, pensamos estar ante una gran producción, no por ser de formato pequeño con méritos menos grandes.

Enrique Arias con estos elementos realiza una dirección artística intachable que se completa en el aspecto actoral. Puede decirse que el reparto está sobresaliente, tres actrices y cuatro actores que se encargan de dos personajes cada uno, en el caso destacado de Ángel Ramón Jiménez de tres, muy distintos entre sí y muy logrados todos, aunque resulte difícil al inicio de la obra comprender la desusada trama e identificar a los abstractos personajes, especialmente en el caso de Manuela Morales y Macarena Molina, que se desdoblan en una Culpa y Carne y un Alma y Razón respectivamente, parejas de personajes que cuesta distinguir. Algo parecido ocurre en las de Martín Puñal y Gabriel de Mulder, achacable probablemente a lo poco perfiladas que llegan las diferencias entre el Mundo y el Deleite, o el Engaño y la Humanidad ya en el mismo original; más fácil resulta en el caso de Natalia Llorente con sus antagónicas Envidia e Inspiración, y por supuesto en el de José Juan Sevilla como primero Luzbel y después Cristo. En naturalidad y potencia destacaríamos al ya mencionado Jiménez, y en los siete del elenco el ser, no ya jóvenes promesas, sino jóvenes realidades de notable nivel que forman la compañía estable de la Fundación.

El hospital de los locos es un auto sacramental publicado en 1622. José de Valdivielso (Toledo, 1565 – Madrid, 1638), tuvo una exitosa carrera sacerdotal, fue amigo de Miguel de Cervantes, y aún más de Lope de Vega, compuso doce autos sacramentales y su contribución a la evolución hacia un mayor contenido alegórico en el género del auto sacramental, -lo que llevaría a su perfección Pedro Calderón de la Barca-, fue determinante. Este era un género popular en los siglos XVI y XVII, creado para enseñar, entretener y adoctrinar, lo que en el siglo XXI podría tener únicamente un interés historicista y generar cierto rechazo. Sin embargo, la obra consigue elevarse por encima de su estricta lectura como propaganda católica, debido a la calidad de su texto y la universalidad del mensaje. La sencillez de sus versos y de su trama está al servicio de un planteamiento filosófico humanista en el que los yerros humanos pueden superarse mediante el arrepentimiento y la redención, o lo que es lo mismo, el aprender del errar para proseguir la búsqueda de la excelencia, para conseguir ser mejor, más allá del dogma de la tradición cristiana, en la hasta ahora esencia de la cultura europea.

Además de los señalados, podrían destacarse tres méritos intrínsecos en este auto sacramental: el original, moderno y casi romántico personaje de la Inspiración; la armonía musical que le envuelve; y el ser ejemplo para nuevas resurrecciones del género, quintaesencia del barroco español y por muchas razones muy conectado con las preocupaciones de nuestro tiempo.

Tras pasar por Toledo este auto sacramental estará en la Sala Cervantes hasta junio, un recinto cerrado cuyo escenario es reproducción de un teatro palaciego cortesano del siglo XVII, que dispone de una iluminación intimista realizada con lámparas, apliques y candilejas. Complementan esta recreación palaciega elementos naturales como madera reciclada, paja, forja, cuerda, barro y enea. Con una superficie de 375 metros cuadrados, una altura de los laterales de seis metros, la cumbrera central alcanza ocho metros. Se han utilizado 34 toneladas de paja en sus muros. El recinto dispondrá de una zona de restauración con un segundo escenario al aire libre denominado La Guarida de Lope cuya caja escénica reinterpreta un corral de comedias del Siglo de Oro, abierto a partir de mayo. Entre ambos espacios podrán acoger a 656 espectadores.

Texto completo

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 8
Argumento y texto, 8
Adaptación y versión: 8
Dirección, 8
Puesta en escena, 8
Interpretación, 8
Producción, 8
Documentación para los medios, no hay
Programa de mano, no hay

FUNDACIÓN SIGLO DEL ORO
Corral Cervantes
Paseo de la Chopera, 6
El hospital de los locos, de José de Valdivielso
Del 20 de enero al 25 de junio de 2023 (consultar días)

EQUIPO ARTÍSTICO
Dirección de escena Ernesto Arias
Dirección adjunta Pablo Rodríguez
Adaptación y versión Brenda Escobedo
Composición musical Jorge Eliseo
Diseño de iluminación Raquel Rodríguez
Diseño de vestuario Nuria Martínez
Escenografía Álvaro Sobrino
Prensa Silvia Espallargas
Dirección de producción Rosel Murillo Lechuga
Coordinador artístico Julio Hidalgo
Diseño gráfico Laura Racero

REPARTO
Manuela Morales-Culpa / Carne
Macarena Molina-Alma / Razón
Natalia Llorente-Envidia / Inspiración
Martín Puñal-Mundo / Deleite
José Juan Sevilla-Luzbel / Cristo
Gabriel de Mulder-Engaño / Género humano
Ángel Ramón Jiménez-Locura / San Pedro / Gula

Precio entrada general: 16 €
Duración aproximada: 90 min.

 

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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