Antes de América, influencias precolombinas en el arte occidental

Antes de América, influencias precolombinas en el arte occidental
Nadín Ospina - Rescate, 2016 - Aluminio policromado, edición 1/7, 17 x 22 x 8 cm

Una exposición que pretende rastrear la presencia del arte precolombino americano en la cultura occidental de los dos últimos siglos no es tarea pequeña. La Fundación Juan March propone una visión panorámica que descubra puntos de partida para futuras indagaciones y exposiciones. Llegan a seiscientas las obras y objetos expuestos, de pintura, ilustración y fotografía hasta producción textil, artes decorativas o arquitectura. Y hay obras de cerca de trescientos artistas modernos y contemporáneos, entre ellos de Joaquín Torres García, Josef Albers, Barnett Newman o Henry Moore.

“Antes de América –escriben los tres miembros del equipo curatorial– es un proyecto internacional (aborda varios países), intercontinental (se ocupa de todo un continente), transatlántico (relaciona dos continentes, atravesando el océano que los separa y los une), pluricultural (conecta culturas de siglos y lugares distintos) e interdisciplinar (conjuga la historia y la teoría del arte con la estética, la arqueología, la etnografía y la museografía)”. Un proyecto quizás demasiado ambicioso que envuelve el conjunto expositivo en un maremagnum difícil de abarcar, cruzado de vientos contrapuestos que arrastran al visitante y lo bambolean sin poder extraer una clara impresión general y mucho menos entrar en el detalle.

Y, por supuesto, un proyecto afectado de plano de toda la corrección política que está sacudiendo los museos y las exposiciones artísticas en todo el mundo. ‘Hoy, cualquier reconstrucción de un largo proceso de registro, interpretación y reinterpretación de una serie de culturas por parte de otra ha de preguntarse por su posibilidad y su legitimidad. Ni la historia del arte ni la etnografía son hoy disciplinas poseídas pacífica
mente. Junto a ellas, tampoco la museología ni la práctica curatorial se tienen ya más por teorías carentes de intencionalidad o técnicas meramente procedimentales’, exponen como carta de presentación. Por tanto, la propuesta ‘se ha concebido y construido desde la idea de que la mentalidad etnocentrista –y su museología y museografía– adolecen de un mal más que metodológico, pero menos que estructural. Se trata del problema que tienen las ciencias humanas ocupadas históricamente del pasado no occidental y de su interpretación, registro y colección. La naturaleza de este problema no es metodológica, sino epistemológica. Y, en esa misma medida, debe resolverse desde el conocimiento, desde el museo y a través de la investigación y la práctica curatorial’.

Curándose en salud, se ha huído de toda mención de los términos precolombino o prehispánico, aceptando los prejuicios que los cargan de rechazable valor añadido. Por el contrario, parecen aceptarse las modas indigenistas con toda su carga ideologizada. Una exposición tan correcta que resulta anodina, y tan minuciosa que omite presentar, divulgar y explicar al público corrientito un panorama general didáctico introductorio del tema, por lo que la lectura de la entrada de Wikipedia dedicada al arte precolombino podría ser una introducción interesante.

ÁMBITOS DE LA EXPOSICIÓN

1. REGISTRO Y REINTERPRETACIÓN (1790-1910)
En los albores del siglo XIX, la persistencia del enciclopedismo consolidado en la centuria anterior y la avidez por el conocimiento de lo ignoto atravesarán la cultura europea. Las expediciones científicas, propias de la época de la Ilustración, se enriquecerán con la sublimación romántica del viaje como experiencia, y encontrarán en el continente americano un territorio fértil. En particular, las exploraciones y descubrimientos arqueológicos pondrán el marco a un proceso de registro de conjuntos arquitectónicos y de objetos anteriores a la “invención de América”, tarea que se llevará a cabo mediante el dibujo, la estampa o la fotografía. Pero también abrirán las puertas al acopio de objetos, al incremento de colecciones públicas y privadas —en muchos casos producto del saqueo—, e incluso a la falsificación.
En una fase posterior, el aprovechamiento de aquellos repertorios en el ámbito de la arquitectura dará pie a una gradual apropiación de gramáticas visuales del pasado y a su reinterpretación, estructural y ornamental, en edificios de nueva planta. Se conectaría así lo precolombino con las “bellas artes”, contraviniendo la tendencia que había prevalecido en cuanto a la valoración casi exclusiva de ese patrimonio dentro de los ámbitos del anticuariado, la arqueología y la antropología.

2. REINTERPRETACIÓN E IDENTIDAD (1910-1940)
En América, durante las primeras décadas del siglo XX, el retorno a “lo primi tivo” como paradigma de modernidad definiría nuevos escenarios. Una mirada introspectiva, potenciada por la celebración de los centenarios de las independencias y, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, por el cuestionamiento de lo europeo como unidad de medida e ineludible referencia canónica, reforzará la dimensión de las identidades americanas. Se manifestará abiertamente el deseo de crear un “nuevo arte” para el continente, sustentado en formas y lenguajes del pasado, pero atravesado por una mirada moderna. Se trataba deestablecer y afianzar un “clásico propio”, americano.
En este contexto se producirá un auge de las escuelas de artes y oficios que, actuando como laboratorios de la modernidad, conectarán “lo artesanal” con las llamadas “bellas artes”. La reinterpretación de lenguajes precolombinos eindígenas en mobiliario, textiles, escenografías teatrales y cinematográficas, diseño gráfico o manuales de arte ornamental con vocación de transformar la pedagogía en las escuelas, así como la continuidad de los procesos de registro arqueológico, en muchos casos por iniciativa de instituciones que albergaban piezas de arte precolombino —labor que en muchos casos fue realizada por artistas contemporáneos validados en el ámbito de las artes—, definirán caminos no hollados para el avance de una vanguardia propia.

3. IDENTIDAD E INVENCIÓN (1940-1970)
En los años centrales del siglo XX se experimentarán variadas simbiosis entre las formas geométricas precolombinas y los lenguajes de vanguardia. En este sentido, será emblemática la labor artística y pedagógica del uruguayo Joaquín
Torres García. Junto con sus discípulos del Taller en Montevideo, se propondrá recuperar el trasfondo simbólico de lo precolombino y redescubrir la actitud de los creadores del pasado, yendo más allá del formalismo que había caracterizado buena parte de las propuestas artísticas de los años veinte.
Se atenuarán algunos condicionantes vigentes, como la adecuación rigurosa a los modelos estéticos originarios o el sometimiento a la idea de identidad como fin último. Una mayor libertad creativa, sin ataduras, caracterizará la producción de esos años en las distintas disciplinas artísticas. Así, en el ámbito de la escultura, se aprecia cierta inclinación hacia la talla directa en piedra; en pintura, la abstracción geométrica y la llamada “abstracción lírica” absorberán los lenguajes de las artes precolombinas, la segunda con sus indagaciones sobre el color a través de poéticas ancestralistas. En esta búsqueda de lo esencial la invención de signos y ambientaciones con reminiscencias arcaicas estará a la orden del día. En la década de 1950, y sobre todo de 1960 con el advenimiento de la “cultura pop”, carteles, cómics, portadas de discos, libros y otros impresos facilitarán la inserción de lo precolombino en la cultura popular.

4. INVENCIÓN Y CONCEPTUALISMOS (1970-2023)
El último medio siglo da cuenta de la pervivencia y la transformación de propuestas desarrolladas en las décadas precedentes, como asimismo de contribuciones novedosas y proyecciones de cuño teórico que ponen de manifiesto la renovada y permanente vigencia, hasta nuestros días, del paradigma amerindio. El denominador común en las obras expuestas viene dado por la variedad y riqueza de ideas y proyectos estéticos en pintura, escultura, dibujo, obra gráfica, arquitectura, cine, fotografía, cerámica, instalaciones, videoarte, textiles y otros objetos. Las referencias, sumamente dispersas en lo geográfico, resultan disímiles en lo material y en sus significados. La pervivencia de la geometría, el color exaltado, la cita irónica, la concepción de obras de dimensiones territoriales,
la arquitectura de raíces posmodernas, el kitsch desenfrenado y el refinamiento de las artesanías son elementos presentes en dichos discursos.

El final de la exposición supone volver al principio: regresar al tiempo de las expediciones del siglo XIX, del acopio de objetos, de su diáspora más allá de las propias fronteras y de su descontextualización. Dicho retorno es posible gracias a un montaje en el que conviven cerámicas y otros objetos contemporáneos con piezas antiguas que formaron parte de aquel proceso. Algunas de las creaciones actuales cuestionan aquellas prácticas y las denuncian, y reconectan así el mensaje último de la muestra con el planteado al inicio. A través de la inventiva y de propuestas conceptualistas basadas en el arte precolombino, los artistas de hoy aseguran el futuro del pasado.

Aproximación a la propuesta (del 1 al 10)
Interés: 6
Despliegue: 6
Comisariado: 6
Catálogo: n/v
Documentación a los medios: 7

FUNDACIÓN JUAN MARCH
Antes de América. Fuentes originarias en la cultura moderna
Del 6 de octubre al 10 de marzo de 2024
-Equipo curatorial: Rodrigo Gutiérrez Viñuales (catedrático de Arte Latinoamericano en la Universidad de Granada) como comisario invitado, Manuel Fontán del Junco (Director de Museos y Exposiciones), María Toledo Gutiérrez (Jefe de Proyecto expositivo), Liliana Montoya (asistente de comisariado) y Renata Ribeiro dos Santos (profesora de la Universidad de Oviedo).
-Catálogo en coedición con el Museo Kaluz (Ciudad de México) y Ediciones La Bahía (Santander), con ensayos de una treintena de investigadores.
-Repositorio digital sobre arte contemporáneo latinoamericano en la página web de la Fundación Juan March para completar la muestra y poner a disposición de los investigadores el conocimiento recogido durante el transcurso del proyecto. Elaborado por Manuela Otero (coordinadora web) y Luis Martínez Uribe (director de la Biblioteca y Centro de Apoyo a la Investigación, Fundación Juan March), con la colaboración de Liliana Montoya (asistente curatorial) y José Luis Maire, comisario de la sección de registros y arte sonoro del proyecto.
-Además, dos pequeñas exposiciones en las otras dos sedes de la Fundación Juan March: el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca y el Museu Fundación Juan March en Palma, comisariadas por Renata Ribeiro dos Santos. En Palma tendrá lugar la performance y posterior muestra titulada Neo tameme, del artista mexicano Chavis Mármol, desde el 14 de noviembre hasta el 23 de marzo de 2024. Por su parte, Cuenca acogerá la instalación del también mexicano Pedro Lasch titulada Figuraciones inversas, desde el 19 de octubre hasta el 11 de febrero de 2024.
-Un ciclo de cine con proyecciones en las tres sedes de la Fundación Juan March de siete películas –algunas de ellas prácticamente desconocidas– dirigido por Diana Cuéllar Ledesma, especialista en arte y cultura latinoamericana. Entre los títulos que se proyectarán se encuentran obras de Jodorowsky, Eisenstein o Chano Urueta.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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