Mi amado míster B.
Luis Corbacho
Ed. Egales
308 páginas
17.50 euros
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El que debe madrugar es Martín Alcorta, periodista joven, argentino, editor de la revista À la mode y un tanto posh Soho B.A., es decir, Soho Buenos Aires, lo cual se antoja una contradicción en los (tres) términos. El tipo con «pinta de nerd» y «flequillo ridículo» es Felipe Brown, escritor peruano, bisexual, separado, padre de dos hijas y exitoso presentador de un programa televisivo en Miami.
[Ya no entre paréntesis, sino entre corchetes, aún más propicios para la confesión: la Bayly connection se establece de inmediato. ¿quién si no Jaime puede ser el yo real de este Felipe? ¡Vaya brown!].
Entre Martín y Felipe surgirá, impetuoso, un romance que bien podemos calificar de tórrido en el que, a tenor de lo narrado, las lejanías y las promesas de amor incumplidas han sido mucho más habituales que los momentos de gozosa epifanía.
Martín, plumilla lampiño, accede gracias a su Felipe a un mundo de glamour, lujos y fiestas exclusivas por el que se siente atraído aunque se sabe apenas aceptado.
La novela transcurre entre viajes —gracias a su querido— desde Buenos Aires a Viña del Mar, Lima y también Miami, ciudad en la que Felipe le propone que se instale para vivir tranquilamente su relación. Sin embargo, antes de tomar tan importante decisión, Alcorta debe asumir frente a su familia su condición homosexual. Y tras tomarla, deberá afrontar el carácter versátil (seamos generosos) de Felipe…
«Refleja de una manera muy inteligente y exacta el modo de ser más liviano, libre, moderno y desprejuiciado de los gay más jóvenes. Con padres que toman las cosas con naturalidad, con amigos heterosexuales que no los abandonan por ser distintos, con curiosidades estéticas e intelectuales como la moda, los viajes y las divas top».
Jaime Bayly.
¿Quién es ese hombre?. Corbacho, según Luis
No me gusta hablar de mí en tercera persona, así que mejor voy en primera.
»Soy un joven (?) que está por cumplir 28 años (el 15 de abril), vivo entre Buenos Aires y Miami, siempre siguiendo los veranos porque mis huesos no soportan el frío porteño.
»Tengo un cuasi matrimonio con Jaime Bayly, el hombre de mi vida, y mi existencia es tan caótica, tan llena de viajes y sobresaltos, que cada día, entre las once de la mañana y las tres de la tarde, me planteo la posibilidad de instalarme en una ciudad y tener un trabajo de 9 a 5. Claro que siempre desisto de esa posibilidad cuando llegan las tardes y logro sentarme a escribir una escena de mi nueva novela. Entonces, entre las nueve de la noche y las dos de la madrugada (hora en que suelo dormirme), disfruto de la vida frente al televisor, o devorando alguna novela no siempre bien conceptuada por la crítica.
»Cada vez soy menos devoto de los eventos de lanzamiento que suelen organizar las marcas locales con el fin de congregar a la gente IN (?) de la ciudad, puesto que prefiero quedarme en la casa disfrutando del DVD, el Internet, la tele por cable o cualquier lectura interesante.
»Mis otras debilidades son las revistas de moda o estilos de vida, que consumo con voracidad (aunque rara vez pueda comprar los productos que allí se exhiben), el cine, las zapatillas de todos los colores y modelos posibles y los chicos robustos.»
