Ficha técnica
Título: Con permiso de la autoridad
La España de Franco (1939-1975)
Autor: Julio Gil Pecharromán
Editorial: Temas de Hoy
384 páginas
22 euros
El libro comienza con una breve biografía de Franco, que nos permite tener una idea del hombre. En este comienzo consta lo que el general Sanjurjo dijo de él: “Franquito es un cuquito que va a lo suyito”. Sanjurjo murió y, en cambio, nació el franquismo.
El relato de los hechos que vinieron sucediendo durante la vida de Franco, nos da una idea bastante cabal de la realidad española. Como es sabido, las ideas que sustentaban el franquismo y, por ende la dictadura, eran bastante simples; debería sorprender, sino fuera porque conocemos el espíritu humano, que pudieran sostener tan gran edificio como fue el franquismo durante tanto tiempo. Se basaban en que los españoles somos anárquicos, insolidarios, negativos, extremistas, y dados a la enemistad y la pendencia. Como es obvio, para llegar a esa conclusión interesada no se pudo tener en cuenta que la manera de ser de los pueblos viene dada por las circunstancias. Esas características que se atribuían a los españoles, de ser ciertas no tenían el porqué ser inmutables. No pudo ser sólo un hombre quien sojuzgara a todo un país, sino que tuvo que contar con el apoyo explícito o implícito de muchos.
El miedo a otra guerra le ayudó mucho en el empeño y quizá en la actualidad, si no fuera por aquel atroz recuerdo, no estaríamos muy lejos de otra. Saber de aquellos tiempos nos sirve también cuáles de aquellas pautas de comportamiento siguen vigentes entre nosotros. Cada pueblo tiene sus vicisitudes históricas y sus condicionantes naturales, que generan su modo de ser. Las gentes se suelen adaptar a ellos de forma maquinal y no reflexiva.
Se cuentan también en libro, como no podía ser menos, ya que de otro modo no hubiera sido riguroso, los intentos del antifranquismo, diverso, disperso y empecinado. Analiza la trayectoria del Régimen, las instituciones a las que dio lugar, las banderías políticas y sus doctrinas particulares. Al final, hay un índice onomástico.
Vicente Torres
