El perverso creador de Peter Pan

(PD).- Para un buen número de personas, James Matthhew Barrie es Johnny Depp. El Johnny Depp de Descubriendo Nunca Jamás, es decir, un hombre de gran imaginación, sensible, cariñoso con los más pequeños, solitario e incomprendido por los mayores.

También el hombre que donó los derechos de Peter Pan a un orfanato infantil para contribuir a la felicidad de los niños menos afortunados.

Lejos de esa imagen cándida se muestra la útlima biografía realizada en torno a la figura del escritor escocés. Captivated. The Dark Side of Never Never Land (Cautivado.

El lado oscuro del País de Nunca Jamás), escrita por Piers Dudgeon, muestra a un hombre maquiavélico, hábil controlador de mentes ajenas y hasta implicado en la muerte, considerada accidental, de su hermano mayor (el adorado por su madre), según publican los diarios británicos The Telegraph o The Times.

En su tiempo, y sobre todo tras la adaptación de Disney de su novela, la obra de Barrie fue considerada como tierna y de gran sensibilidad. Décadas después, algunos párrafos sugieren que más que ternura había intenciones pedófilas en la mirada de este autor.

El lado oscuro

Sin embargo, Dudgeon se aparta de la teoría pedófila. Para él, el interés de Barrie por los niños que le inspiraron para su obra cumbre no era más que un deseo de controlar sus mentes, un objetivo que se convirtió en obsesión e incluso alteró la última voluntad de su madre para ocupar el puesto de mentor.

En otro momento, el autor de Captived, que ya ha realizado otras biografías de escritores, comienza sugiriendo que Barrie fue el culpable del accidente que tuvo su hermano patinando y que le costó la muerte. Para el biógrafo, el escritor tenía celos del amor que su madre sentía por el primogénito y esto pudo ocasionar de alguna manera el accidente.

Antes de morir, Barrie maldijo a quienes se atreviesen a realizar una biografía sobre su persona.Sin embargo, su vida no ha dejado de despertar el interés de los estudiosos y Dudgeon no es el primero ni el último que desoye sus amenzas. Setenta años después de su muerte es difícil que pueda llegar a demostrar que son falsas.

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