Ficha técnica
Título: Los desastres de Asier Cabezón
Autores: María Bas y Juan Bas
Editorial: Erein
128 páginas
12,50 euros
Es un libro para niños que hace reír desde la primera página hasta la última a quien lo lea. He ido contando algunos de los episodios que contiene, cada vez el primero que me ha venido a la memoria, y todos, grandes y chicos, se han reído. Pero como siempre puede haber alguien al que no le haga gracia, me pongo a pensar, tratando de recordar a alguien verdaderamente avinagrado, y me sale Arzallus. A mi entender, todo en él (la forma en que selecciona a sus amigos, las cosas en las que se fija, y las que le traen al fresco y, en general, su forma de encarar la vida), creo que induce a pensar en un vasco de pura cepa. Noble y sano. Es una fórmula mucho mejor que la del Rh para determinar quién es vasco y quién no.
Asier Cabezón, que tiene once años, no está muy satisfecho del apellido que le ha tocado en suerte, pero acepta con “deportividad” las bromas que le gastan por este motivo. Es el jefe de una banda que opera en el Casco Viejo de Bilbao, en el que viven todos, y los demás componentes también son tipos especiales: Roque el Asqueroso, Arantza La Chula, Lina La Trolera y Miguelito El Plasta.
Asier tiene una hermana, Rosita, que se come todo lo que le echen, por lo que está muy gorda y últimamente tiene un comportamiento extraño, negándose a comer y privándose de otras distracciones propias de su edad. Asier, que de común se lleva mal con ella, tiene su corazoncito, como ya se ha dejado ver antes, y se las ingenia para descubrir lo que le ocurre y resulta ser, ni más ni menos, que unas niñas pijas de su colegio la están sometiendo a un acoso tan infame como todos. La banda de los apestados, cuyas hazañas ya han hecho las delicias de todos en la primera parte del libro, traza un plan.
Vicente Torres
