Hemingway fue obligado por EEUU a abandonar Cuba en 1960

Hemingway fue obligado por EEUU a abandonar Cuba en 1960

El escritor estadounidense Ernest Hemingway no abandonó Cuba en 1960 por estar frustrado con el gobierno de Fidel Castro, sino que fue obligado por las autoridades de su país, afirma un artículo que publica el diario oficial Juventud Rebelde.

La directora del Museo Hemingway de La Habana, Ada Rosa Alfonso, aseguró al periódico que el embajador de Estados Unidos en Cuba en aquella época, Philip Wilson Bonsal, obligó al Nobel de Literatura de 1954 a dejar la isla.

El autor de El viejo y el mar y Por quién doblan las campanas salió precipitadamente de Cuba el 25 de julio de 1960, dejando muchas pertenencias en su Finca Vigía de las afueras de La Habana, incluidos varios manuscritos inconclusos, recuerda el diario de la Juventud Comunista.

Según la mayoría de sus biógrafos, lo hizo por sentirse incómodo con el rumbo del gobierno instaurado por Castro en enero de 1959, y un año después de abandonar la isla, el 2 de julio de 1961, se suicidó en su país. En el artículo, Alonso asegura que «es un hecho que lo forzaron a irse».

Agrega que en enero de 1959 Hemingway hizo en su país unas declaraciones en favor de la revolución, en las que expresó esperanza por lo que sucedía en la isla y, según Alonso, «apoyó el ajusticiamiento a los esbirros de la tiranía de (Fulgencio) Batista».

Cuando regreso a Cuba en marzo del 59, Hemingway «dijo que era cubano y que los cubanos iban a ganar», y más tarde declaró que la revolución era «indestructible y fabulosa», sostiene la directora del museo, y comenta que puede imaginarse «cómo debieron caerle esas palabras al gobierno de Estados Unidos».

Añade que el 15 de mayo de ese año Castro y el escritor «hablaron mucho» y fueron fotografiados juntos, y «poco después llegaron a su casa y le dijeron que si permanecía en Cuba sería considerado un traidor». Según Alonso, «Hemingway nunca tuvo problemas con el gobierno cubano».

Juventud Rebelde dice que el escritor «padecía estados depresivos», por lo que «no sería de extrañar que las presiones para que abandonara la isla hayan incidido de algún modo en el agravamiento de su estado mental». «Los investigadores hablan también de un suicidio inducido. Entre los medicamentos que tomaba estaba la reserpina, indicado para la presión alta pero que también es un depresivo profundo.

El médico conocía su estado y, sin embargo, se lo indicó», agrega el diario oficial. «Se dice que tenía paranoia, de que lo estaba persiguiendo el FBI. Pero no era mucha alucinación cuando ellos tienen un voluminoso expediente de él. Hemingway era un objetivo del FBI. Mi opinión es que sí fue perseguido.

Es más, todavía hay una parte importante de su expediente que no ha sido desclasificada», apunta Alonso. «Se suicidó como mismo lo planificó: con una escopeta apuntando al cielo de la boca y disparada con el dedo pulgar del pie», concluye la especialista.

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